Lo que ocurre en el cuerpo con la comida chatarra
El excesivo consumo de comidas rápidas es un mal que día con día aumenta considerablemente y se relaciona con graves condiciones de salud
El estilo de vida que llevamos influye notoriamente en el aumento del consumo de comidas rápidas o chatarra, factores como el poco tiempo para cocinar en casa, los altos niveles de estrés, las prisas y llevar una vida sedentaria, son los principales detonantes de una mala alimentación.
Los alimentos que reciben el título de fast-food se destacan por ser sumamente atractivos y de muy fácil acceso, debido a esto en muchas ocasiones resulta complicado resistirse a una hamburguesa con queso, una rebanada de pizza, papas fritas, snacks y panes industriales. Normalmente son productos que tendemos a consumirlos a gran velocidad, en mayor cantidad y tienen la peculiaridad de hacer que el estómago trabaje de más, lo que se deriva en diversos padecimientos digestivos.
Los principales efectos de la comida chatarra en el cuerpo:
1. Aumento de peso corporal
Un excesivo consumo de comidas rápidas se deriva en un considerable aumento de peso, esto se debe en gran parte a que son comidas con un alto valor calórico; en muchas ocasiones una sola comida puede contener el aporte estimado para un día. A la vez se destacan por contener calorías vacías por su nulo contenido en nutrientes, son populares por su contenido en grasas saturadas, azúcares y alto contenido en colesterol, aspectos que se derivan en delicadas patologías.
2. Alto riesgo de padecer diabetes
Este tipo de comidas se asocian con sobrepeso y obesidad, consideradas las principales causas para presentar resistencia a la insulina y por ende diabetes. Esto se debe a que son comidas con muchas calorías, portadoras de un alto índice glucémico y una gran cantidad de glucosa.
3. Enfermedades neurodegenerativas
Las comidas rápidas en cantidades excesivas pueden llegar a tener un efecto directo en el páncreas que se asocia con un aumento en la producción de insulina, por lo que es normal que el cerebro presente una especie de “intolerancia a la insulina”. Cuando esto sucede se relaciona con un deterioro en las funciones cerebrales, sobretodo las que se relacionan con lo cognitivo, como es el caso de la concentración, el aprendizaje y la memoria; debido a esto el riesgo de padecer demencia, Alzheimer y enfermedades neurodegenerativas aumenta.
4. Deterioro del sistema cardiovascular
Con un alto consumo en comidas rápidas aumenta significativamente el riesgo de padecer hipertensión, esto se debe al alto contenido en sodio que se caracteriza en este tipo de comidas y el riesgo de padecer arterosclerosis derivado de un alto consumo en grasas saturadas y colesterol. Cuando se reúnen condiciones como la resistencia a la insulina y la hipertensión arterial, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares se dispara.
4. Déficit de nutrientes
Las comidas rápidas son alimentos vacíos que no aportan nutrición, cuando se consume de manera constante comidas rápidas es normal que se den deficiencias en algunos nutrientes esenciales. A la vez son comidas que evitan que consumamos las vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de carbono complejos y fibra, que necesitamos para cumplir las funciones básicas de manera correcta. A la vez derivado de está escasa nutrición tiene a deprimir al sistema inmunológico y se aumenta el riesgo de infecciones causadas por virus y bacterias patógenas. Uno de los principales síntomas de esto se deriva en estados de fatiga crónica y debilidad.
5. Daños hepáticos y renales
Las comidas rápidas contienen compuestos altamente dañinos para el organismo como es el caso de conservadores, aditivos, saborizantes, glutamato, grasas trans y sodio, que causan un grave desequilibrio en los niveles de sodio-potasio en el organismo. Esto puede sobrecargar el funcionamiento de los riñones y el hígado, por lo que es normal que la eliminación de toxinas se deteriore.
6. Padecimientos digestivos
Sumado al escaso valor nutricional y alto aporte calórico de estos alimentos, normalmente se destacan por ser elaborados con técnicas de cocción como lo empanizado y lo frito, que resultan muy agresivas para el funcionamiento digestivo. El alto contenido en aceite que contienen las comidas rápidas se deposita en las paredes del estómago y esto aumenta la producción de ácidos, esto se deriva en afectaciones a la digestión y la aparición de condiciones como la gastritis, acidez, reflujo, colitis y el estreñimiento.