Champiñones siempre frescos: Consejos para su correcta conservación
Los champiñones son uno de los ingredientes estrella de la cocina, sin embargo tienden a absorber mucho la humedad y esto los deteriora. Conoce los mejores tips para conservarlos frescos y crujientes
Los champiñones son un ingrediente popular en diversas gastronomías, se utilizan en un sin fin de platillos como entrada, en salsas, ensaladas, guisados y como una deliciosa guarnición. Sin embargo pueden ser una de las verduras más difíciles de conservar, esto se debe a la rapidez con la que absorben la humedad y esto es el principal factor que los empieza a deteriorar.
Debido a su corto tiempo de vida muchas personas omiten el buen hábito de consumir champiñones frescos y recurren a los enlatados, sin embargo vale la pena saber que en su versión fresca son mucho más saludables, económicos y deliciosos.
Tips infalibles para conservar los champiñones:
1. La importancia de seleccionarlos personalmente
Si tienes la oportunidad al hacer la compra selecciona uno por uno los champiñones, revisa que no tengan abolladuras, cortes o hundimientos obscuros que aceleren su oxidación y degradación. En caso que compres los paquetes armados previamente, revisa bien la frescura del producto, se deben de ver blancos y firmes. Si los vas a utilizar a lo largo de la semana, una buena recomendación es dejarlos en su empaque original, esto evitará que se mantengan frescos.
2. El correcto empaque, que les permita respirar
Lo más recomendable es dejarlos en su empaque original, en caso que no sea así procura envolverlos en papel film y haz un pequeño agujero para que respiren. Es importante tener en cuenta que los champiñones están compuestos en un 90% de agua, por lo que de manera natural deben de tener cierta humedad, nunca deberán tener una consistencia babosa. Recuerda que los champiñones necesitan respirar, si se alejan del contacto con el oxígeno se acelera el proceso de estropeo.
3. La correcta temperatura de conservación
Los champiñones son productos de clima templado, es indispensable que una vez que estén empacados de manera correcta los conserves en refrigeración a que a temperatura ambiente apenas durarán un par de días. El frío ralentiza el proceso de maduración y evita que se descompongan rápidamente.
4. Nunca lo laves previo a su almacenamiento
Uno de los errores más graves y comunes es lavarlos y posteriormente almacenarlos en el refrigerador, esto lo único que hará es que absorban más humedad de la que ya contienen y esto acelera el proceso de descomposición. Una buena recomendación es limpiarlos previo a cocinarlos, con un paño húmedo y limpio, evitando el contacto directo con cualquier líquido.