“Sentí coraje por haberme contagiado”: la desesperación de una enfermera en hospital de Tijuana

Admite tener miedo y acusa la falta de equipo necesario para enfrentar la pandemia

Tanto enfermeras como médicos han sufrido contagios de COVID-19.

Tanto enfermeras como médicos han sufrido contagios de COVID-19. Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia

Lo primero que Adriana sintió cuando confirmó que se había contagiado de coronavirus en el hospital donde trabaja en México fue el temor de llevar la enfermedad a su casa.

La enfermera platica que en días recientes, se había enterado de muchos trabajadores de la Clínica 20 de Tijuana se estaban contagiando pero —a diferencia de algunos compañeros— ella carecía de recursos para alquilar un cuarto de hotel con el fin de pasar la cuarentena y proteger a sus seres queridos.

“Se contagiaron unas 80 personas, entre los de higiene, limpieza, asistentes, médicos, enfermeras y los directivos”, hizo el recuento. Todos ellos se enfermaron en menos de dos semanas.

Cuando el virus comenzó a detectarse en Tijuana, a mediados de marzo, la gente comenzó a adquirir equipo de protección en compras de pánico pero también con intención de revender artículos, como las mascarillas N95 y guantes protectores.

En la Clínica 20, del Instituto Nacional del Seguro Social (IMSS), el hospital —indica Adriana— solo entregaba ese tipo de equipo al personal que atendía directamente a los primeros contagiados con COVID-19, pero la clínica recibió orden de adecuar para atender exclusivamente a los contagiados con coronavirus.

La enfermera indica que a pacientes por diversos padecimientos que estaban en todo un piso, los subieron a otro en que habían atendido a contagiados de coronavirus. Después bajaron de nuevo a esos pacientes y el virus se esparció por todo el hospital.

Algunos trabajadores, a los que el hospital no les proporcionaba al menos mascarillas N95, intentaron comprar equipo protector con sus propios recursos, pero para entonces los revendedores exigían hasta el 300% del precio regular, y además médicos y enfermeras competían con el público por adquirir el mismo equipo.

“Los únicos que nos ayudaban eran los médicos jubilados, que sabían de nuestra situación”, dice Adriana.

Uno de esos médicos jubilados fue quien contactó al comediante Eugenio Derbez, quien divulgó en redes sociales un llamado de auxilio del personal de la clínica para pedir equipo protector.

Fue a partir de esa intervención, que el IMSS comenzó a entregar protección a los trabajadores, pero muchos —como Adriana— aún permanecen en cuarentena en sus domicilios.

Los temores de la enfermera, de contagiar a su familia, se cumplieron.

“Mis hijos, adolescentes, tuvieron los síntomas dos días y se compusieron; yo soy la que todavía tiene las secuelas”.

Ha estado más de dos semanas en cuarentena y por momentos interrumpe la plática porque enronquece o tose.

“Si al principio tuve mucho miedo por la posibilidad de contagiar a mis hijos, después sentí coraje, por haberme contagiado por el mal manejo de pacientes de COVID-19 dentro del hospital”, dice Adriana.

Imágenes que piden auxilio

El personal de la Clínica 20 comenzó a recibir hace días equipo, pero no el suficiente ni el más adecuado. La carencia de equipo así como otras complicaciones alcanzan a otras instituciones.

En un video divulgado esta semana, varias enfermeras de la Clínica 1, también en Tijuana, lloran mientras expresan que sienten miedo de contagiarse con el virus, algunas tienen cubrebocas regulares pero sin protectores faciales plásticos.

“Nos estamos contagiando”, dice entre llantos una de ellas.

En el video un hombre que parece ser un médico conmina a las enfermeras a confiar en Dios.

Por su parte, el secretario de Salud de Baja California, Alonso Pérez Rico, informó que hay 30 médicos del estado —de hospitales generales de Tijuana y Mexicali— que han contraído el COVID-19 y otros cuatro se han logrado recuperarse.

Explicó que en cuanto se mejoren, los médicos se van a reintegrar a su trabajo, pero aclaró que tendrán prohibido acercarse a zonas contaminadas sin equipo de protección.

“Nosotros no queremos que nos falten esos médicos, porque de lo contrario, quién nos va a atender en la contingencia”, dice a La Opinión el coordinador de un grupo de graduados de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana de Tijuana —que reúne fondos para comprar equipo a médicos y enfermeras del Hospital General en la ciudad.

El grupo de arquitectos entrega directamente al personal médico mascarillas, batas, guantes y otros artículos protectores.

Aparte, algunos de los arquitectos como empresarios particulares pertenecen a una coalición que prepara un auditorio como albergue para cientos de pacientes en recuperación del COVID-19.

Estos son algunos esfuerzos por ayudar a los que están al frente de la batalla contra la pandemia en Tijuana con iniciativas individuales.

También está la señora Saida Castro Mascareño, quien comenzó a pedir ayuda para conseguir equipo protector para familiares suyos que trabajan en hospitales.

Esto la llevó a formar una red de familiares, amigos y conocidos que ahora no solo busca ayuda para Tijuana, sino que tiene solicitudes de apoyo de médicos de Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México.

Tijuana y Mexicali encabezan la lista de municipios en México con los más altos índices de contagio, informó el jueves el subsecretario de Salud de México y encargado de enfrentar la pandemia, Hugo López Gatell.

El presidente del Centro de Estudios California México de la Universidad Estatal en Long Beach, Armando Vázquez Ramos, propuso al gobernador Gavin Newsom que California ayude a Baja California a enfrentar la pandemia.

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