Por qué no debes guardar las cebollas en el refrigerador
Tus cebollas se conservarán por más tiempo si no las almacenas en el refrigerador
Las cebollas son un ingrediente básico en nuestra cocina, que brinda gran sabor a una variedad de preparaciones y además contiene sustancias que son benéficas para nuestra salud. La forma de almacenarlas es muy sencilla, guardarlas en el refrigerador es un error.
Cuando se enfría una cebolla sus azúcares se convierten en almidón. Además tendrán una textura más blanda o pastosa, sin contar con que aromatizarán tu frigorífico.
Puedes hacer una excepción y enfriar una cebolla solo si estas a unas horas de ocuparla ya que de esta manera podrás evitar que te haga llorar.
Conservación
Puedes conservar tus cebollas enteras durante uno o varios meses sin refrigerar. Depende de la humedad y otros factores.
En refrigeración, enteras y peladas (no recomendado) de 10 a 14 días.
Una vez que las has cortado mantienen su calidad en refrigeración durante 7 días guardadas en un recipiente hermético.
Almacenamiento óptimo
Guarda tus cebollas en un lugar fresco, oscuro, seco y ventilado.
Retira las cáscaras con moho o algún otro signo de humedad para evitar que se extienda.
No las guardes en bolsa de plástico, es preferente una red, un estante o colgante.
No las almacenes cerca de las papas ya que las harán brotar.
Puedes congelar tus cebollas picadas, deben estar crudas.
Si hay capas de cebolla que están magulladas o podridas, pélelas hasta que llegue a una capa fresca.
De acuerdo a la Fundación Española de la Nutrición, la cebolla aporta potasio, vitamina C, flavonoides (antioxidantes con propiedades antiinflamatorias) y al igual que el ajo, contiene distintos compuestos azufrados (responsables de su aroma).
Una ración de cebolla (150g) cubre el 48% de las ingestas recomendadas de vitamina C. Esta vitamina es termosensible, por lo que su aporte de vitamina disminuye si la cebolla se consumiese cocinada.