Astemia primaveral: qué comer para combatirla
La alimentación puede ayudar a hacer frente al cansacio, irritabilidad y falta de motivación
La astemia primaveral se caracteriza por una sensación de cansancio y somnolencia durante el día, falta de energía, alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo, ansiedad, irritabilidad, falta de motivación y en algunos casos, depresión leve.
Sucede porque coinciden diversos factores como:
- El cambio de clima, ya que suben las temperaturas y la presión atmosférica.
- Aumento de las horas de luz diurna.
- El cambio horario (adelantar los relojes una hora).
- La modificación de la rutina (situación que se acentúa con la situación actual del confinamiento por COVID-19).
No hay un tratamiento específico para minimizar los síntomas de la astenia primaveral, pero sí se le puede hacer frente con la alimentación.
Tomar un buen desayuno que nos de energía, una comida equilibrada y cena ligera. Podemos comer algún refrigerio a media mañana y media tarde.
Debemos adaptar nuestra dieta a las nuevas condiciones ambientales, menos alimentos hipercalóricos y mayor presencia de frutas y verduras frescas.
Alimentos ricos en vitamina C y E, magnesio, hierro y calcio
Frutas y verduras crudas, así como nueces, cacahuates, pescados, mariscos y productos lácteos.
Es importante mantenerte hidratado. El cuerpo necesita agua para satisfacer sus necesidades diarias, desde transportar nutrientes y oxígeno a las células. Estarás alerta, con mejor estado de ánimo, rendimiento físico y mental.
El ginseng es uno de los remedios naturales más utilizados para disminuir la fatiga y el estrés. Tanto el ginseng americano como el asiático pueden ser tratamientos viables para la fatiga, su uso se considera seguro si se toma a corto plazo.
La astenia primaveral afecta a la secreción de melatonina –la hormona que induce el sueño– y puede ocasionar alteraciones del sueño, de modo que éste no sea todo lo reparador que debiera. Procura cenar al menos una hora antes de ir a la cama, mantener el dormitorio a una temperatura y así dormir mejor.
El ejercicio físico moderado ayudará a acelerar el proceso de adaptación, facilitando la liberación del estrés y la conciliación del sueño, el cual será más reparador.