Militares mexicanos toman papel protagónico contra COVID-19

Están encargados del Plan DN-III

Médicos militares reciben mascarillas para que entren en acción

Médicos militares reciben mascarillas para que entren en acción Crédito: Sedena | Cortesía

MÉXICO.- Poco a poco los soldados mexicanos se hicieron indispensables en la estrategia oficial en contra del coronavirus. Por todos los frentes y desde antes de que el 5 de mayo se declarara el arranque oficial el Plan DNIII, un plan del gobierno que encabeza la Secretaría de la Defensa Nacional desde los años 60 del siglo pasado para apoyar situaciones de emergencia. Y el COVID-19 es el drama del momento.

Así se trae a los militares de arriba para abajo. Amén de sus tareas de seguridad contra los cárteles y otros delincuentes que mantienen al país en zozobra con los ataques incesantes, balaceras y asesinatos a pesar de la pandemia. Lo mismo andan con el uniforme verde olivo, forrados con botas y metralletas o con batas de médico y cubrebocas.

Se les usa para suplir a policías obesos de la Ciudad de México o para vigilar hospitales y almacenes; para aplacar  turbas enardecidas frente a la desorganización del sistema de salud o colocando respiradores a infectados; aplicando pruebas Covid, repartiendo comida entre viejitos, pobres y niños, piloteando aviones de emergencia y hasta cocinando.

“Es un papel en el que se les gusta ver a los soldados en México”, observa Iván Sánchez, un periodista veracruzano quien ha sido un observador del trabajo de seguridad de los militares en el estado, una de las entidades más golpeados por el crimen organizado.

“Los soldados aún tienen a su cargo la seguridad local y aunque hubo abusos por parte de algunos elementos que se han documentado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos,  la gente aún tiene confianza y se siente bien de que estén ahí de cualquier forma”.

Veracruz es un ejemplo de que aún cuando no se ha anunciado oficialmente el despliegue de Covid en la localidad, en los hechos están operando para evitar desmanes, rapiñas o descontrol social  por cualquier complicación derivada o relacionada con la enfermedad.

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció a principios de mayo que la operación de los planes DNIII  se concentraría, por ahora, en los seis estados donde la situación es más crítica:
Ciudad de México, Estado de México, Baja California, Tabasco, Sinaloa y Quintana Roo porque la expansión de casos de COVID-19 ha sido dispareja. Para el día 17 de se extenderá a otras entidades.

El ejército ha desempeñado un papel fundamental en la administración federal actual: son la base de la nueva Guardia Nacional que sustituyó a la Policía Federal y tiene bajo su responsabilidad obras prioritarias como es la construcción del aeropuerto internacional de Santa Lucía y el programa Sembrando Vida para la reforestación del sureste. Ahora están con todo en contra del coronavirus.

Los hospitales militares

Poco después de que el secretario de la Defensa Cresencio Sandoval anunciara la apertura de los hospitales militares y la toma de otros para atender la pandemia a principios de mayo pasado, un grupo de enfermeras y doctores formados en las instituciones del Ejército fueron “sanitizados”, pasados por geles y jabones.

Formados en fila india con la distancia recomendada oficialmente para evitar los contagios, se les entregaron batas y mascarillas N95, se les tomó la foto y se les lanzó al ruedo como un símbolo de todo el equipo que entraba en acción con toda su infraestructura y disciplina.

Según cifras oficiales, los militares disponen de 16 ,750 médicos dedicados hoy a atender a los posibles contagiados con el nuevo coronavirus; 1,727 enfermeras, 824 oficiales de sanidad, 8,000 tropas de sanidad, 100 ambulancias de terapia intensiva; 470 ambulancias de traslado, y 313 hospitales: cinco de alta especialidad, 36 de segundo nivel y 272 de primer nivel.

Todos ellos se encuentran en 44 hospitales que opera la Sedena en todo el país; algunos de los cuales, serán ampliados por los altos brotes en el Estado de México, Oaxaca, Baja California, Durango y Coahuila. La Sedena hizo además una convocatoria para contratar a 3, 694 elementos que se necesitan en diferentes especialidades médicas y oficios.

Reparto de víveres y cocineros 

Un grupo de soldados cocinó y repartió la comida entre habitantes de Salamanca, Guanajuato.
Un grupo de soldados cocinó y repartió la comida entre habitantes de Salamanca, Guanajuato.

Detrás de los rostros de soldados serios que se vieron en un comedor comunitario instalado en Salamanca Guanajuato y cientos de comunidades del país hubo una larga jornada de trabajo que incluyó a militares cocineros que sofrieron el arroz y compraron jitomates y mole, que cocieron frijoles y fueron al pan como parte de las tareas que hoy realizan.

“Hay mucha gente con hambre”, dijo a la prensa local José Salgado, un habitante de la localidad.
El recuento del gobierno es que, con motivo de la contingencia de salud ocasionada por el virus COVID-19, ente el 6 de abril y durante un mes contabilizado, elementos del Ejército Mexicano han repartido poco más de medio millón de despensas y han cocinado por todos lados.

Principalmente en Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Nayarit, Quintana Roo, Sonora y Yucatán, donde comenzó el plan alimentario para familias de bajos recursos en los sectores con mayor grado de marginación que han resultado afectadas durante la etapa más complicada de la Fase 3.

Y van por más. En algunas zonas del país, los pobladores también han sido golpeados por trombas y lluvias torrenciales y por ello han requerido ayuda urgente para comer.

Contra los alborotos, saqueos, disturbios…

Una patrulla militar custodia el ingreso a un hospital Covid en Cuernavaca
Una patrulla militar custodia el ingreso a un hospital Covid en Cuernavaca

Turbas furibundas que se lanzan contra el personal medico porque no tienen información de sus pacientes; vivillos que aprovechan el río revuelto para hacer saqueos de equipos electrónicos; negocios robados al amparo de la cuarentena; sicarios que cumplen ajustes de cuentas a pesar del coronavirus.

Los múltiples delitos registrados en las últimas fechas mantienen a los estados del país rebasados por la crisis y en más de una ocasión han buscado a los soldados para sumar ayuda.

En días pasados, el gobernador del Estado de México anunció que la Guardia Nacional vigilaría 41 hospitales COVID en la entidad después de agresiones contra personal de salud, pero, en diversas entidades, el riesgo se centra también en el saqueo a las bodegas donde se guarda equipo para la atención médica.

La Sedena anunció que desde este mes vigila a 38 almacenes del Instituto Mexicano del Seguro Social con 1,000 elementos y contró a 4, 225 profesionales de la salud para que atiendas esas instalaciones especializadas en la recepción, manejo y distribución de los medicamentos y equipo que llegan vía aérea.

Para los traslados aéreos usan aeronaves como la “SPARTAN” C-27J con capacidad para cuatro toneladas; la “HÉRCULES” C-130 que puede aguantar hasta 10 toneladas de material hospitalario y un “SPARTAN” C-27J con cupo de cuatro toneladas. La Secretaría de Marina, apoya con siete buques y 16 aeronaves.

En lugar de oficiales gordos

Que entre los policías de la Ciudad de México hay un montón de obesos no es una novedad. Hace años que las autoridades batallan con el sobrepeso entre algunos de los 90,000 elementos activos que vigilan una de las metrópolis más grandes del mundo.

Sin embargo, el problema se complicó en los últimos días porque el coronavirus se ensaña con los gordos que sufren hipertensión. Después de varios intentos con las básculas de 2,000 uniformados en medio de la pandemia y ante el temor de ponerlos en riesgo y a la muerte como ya ocurrió con un centenar, la jefa de Gobierno Claudia Sheimbaum decidió enviarlos a casa.

“Vamos a darles un refuerzo”, dijo.

Y así fue como la capital mexicana se rodeó de  militares por las calles además de la Guardia Nacional que ya operaba previamente en algunas de las alcaldías más inseguras de la ciudad.

El sobrepeso ha jugado un papel importante en los fallecimientos a causa del coronavirus. Con una población de 50% con problemas de hipetensión, los mexicanos son un blanco vulnerable frente al Covid y los policías no son la excepción. Los militares y marinos entrenados en campos especiales con rutinas de ejercicios matutinos y dietas más balanceadas les llevan ventaja.

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