Una inmigrante es aprobada para la ‘green card’ al ser trabajadora esencial en la pandemia
Una semana antes su petición para la residencia permanente había sido rechazada por USCIS
Una inmigrante que a principios de mayo fue notificada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) de que su solicitud para la residencia permanente había sido denegada recibió esta semana un nuevo aviso de la misma autoridad que le informó que su caso fue reconsiderado y aprobado el proceso hacia la “green card”.
Julia Iafrate, una doctora de un hospital de Nueva York que trabaja como voluntaria en el frente de batalla contra el coronavirus, publicó el pasado 6 de mayo en su cuenta de Instagram su fotografía sosteniendo un letrero en el que se lee: “Soy una inmigrante y una doctora combatiendo el COVID-19 en primera línea”.
La imagen estaba acompañada de un texto en el que expresaba su desilusión por la reciente noticia que había recibido de inmigración sobre el rechazo a la petición de “green card”.
Su caso llamó la atención al aparecer en la cadena nacional de noticias CNN cuestionando la decisión de las autoridades, pero una semana después USCIS reconsideró el caso como trabajadora esencial en la pandemia y dio luz verde para que la doctora pueda iniciar el proceso de residencia permanente.
En el frente de batalla
En el mismo barco
“Estoy más que contenta de compartir esta increíble noticia”, escribió el 14 de mayo en la misma red social junto a la imagen de la ficha de aprobación de la solicitud de trabajador extranjero I-140 por ser de interés nacional.
“Aún estoy e espera de mi ajuste de estatus I-485, técnicamente todavía no tengo la ‘green card’, pero se mueve en esa dirección y puedo volver al trabajo”, señaló quien es originaria de Canadá con 13 años viviendo en Estados Unidos.
La doctora Iafrate recalcó que el proceso de inmigración por la vía legal ha sido bastante difícil desde que hace más de una década empezó con la visa de estudiante hasta conseguir el permiso de empleo y ahora en camino a la residencia permanente.
“Ha sido un camino difícil”, indicó. “Y sé que no estoy sola. Hay muchos otros trabajadores de la salud que están en el mismo barco que yo”.