Bolivia destituye a ministro de Salud tras escándalo por compra de respiradores para pacientes con COVID-19
Una compra de equipos respiratorios denunciada por irregularidades sacude al gobierno de Bolivia. El ministro de Salud fue aprehendido por la policía y después suspendido por el gobierno
Las denuncias de irregularidades en la compra de respiradores artificiales para pacientes con coronavirus provocaron este miércoles que el ministro de Salud, Marcelo Navajas, fuera trasladado desde sus oficinas para brindar declaraciones en condición de aprehendido.
Horas después, el gobierno anunció que la autoridad quedaba suspendida de funciones y se nombró a un ministro interino.
De acuerdo a las denuncias, que empezaron con reportes de prensa, los dispositivos adquiridos por el gobierno no eran los adecuados para su uso en unidades de terapia intensiva y existió sobreprecio en su adquisición.
El escándalo provocó que la presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez, dijera que se compromete a esclarecer qué sucedió en la cuestionada compra y a que caiga “todo el peso de la ley contra quienes se hubieran llevado un solo peso”.
“Me comprometo a llevar a fondo esta investigación contra los que hubieran cometido un acto de corrupción en la compra de respiradores y a que cada centavo sea devuelto a los bolivianos”, anunció la mandataria a través de su cuenta de Twitter en la noche del martes.
Me comprometo a llevar a fondo esta investigación contra los que hubieran cometido un acto de corrupción en la compra de respiradores, y a que cada centavo sea devuelto a los bolivianos. Voy a seguir trabajando para equipar nuestros hospitales con transparencia. pic.twitter.com/AqDpIqZ81L
— Jeanine Añez Chávez (@JeanineAnez) May 20, 2020
Los aparatos fueron adquiridos en España y estaban financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La compra
Los 170 respiradores artificiales adquiridos por Bolivia eran de la compañía española GPA Innova, aunque hubo intermediarios en la transacción.
El precio acordado por cada equipo de asistencia, según el gobierno, fue de $27,683 dólares y el país se comprometió a desembolsar alrededor de $4.7 millones en total.
Las gestiones se realizaron a principios de mayo y, a mediados de este mes, las autoridades bolivianas anunciaron que los respiradores se comenzaron a distribuir en todo el país.
Días después se conoció que los ventiladores no eran aptos para su uso en cuidados intensivos, sino que estaban diseñados para ambulancias y para terapia intermedia.
Una vez comenzaron las denuncias, la empresa de España confirmó que los equipos que Bolivia compró solo cuestan alrededor de $10,000, según reportó el diario boliviano El Deber.
El escándalo
El Ministerio de Salud confirmó a BBC Mundo que el ministro boliviano se encuentra aprehendido y que deberá prestar declaraciones para que se defina en instancias judiciales si queda detenido o recupera su libertad.
La aprehensión del ministro boliviano, según explicó el director nacional de la unidad anticrimen de la policía boliviana, Iván Rojas, se produjo después de que fuera trasladado a dependencias policiales.
El agente policial no quiso adelantar la cantidad de detenciones que se realizaron por este caso hasta el mediodía de este miércoles, sin embargo autoridades del gobierno confirmaron que al menos dos funcionarios del ministerio de Salud fueron privadas de libertad el martes.
Medios bolivianos señalaron que al menos cuatro personas fueron llevadas a dependencias policiales y otros llegaron de forma voluntaria para declarar sobre el caso de manera voluntaria.
En la mañana de este miércoles se realizaron operativos en oficinas gubernamentales y fue incautada documentación referida al caso.
“No puedo decir qué cantidad de personas serán citadas e investigadas en este caso. El proceso investigativo se llevará adelante y no vamos a tener ningún tipo de temor en citar a quien se tenga que citar”, indicó el director policial Iván Rojas.
Mientras tanto, el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, anunció la conformación de una comisión especial para investigar el caso.
Por su parte, el gobierno boliviano anunció que suspenderá el proceso de pago por los respiradores y hará todo lo posible por recuperar todo el dinero que pudiera haber sido desviado.
El escándalo fue calificado por diferentes políticos y analistas como un duro golpe a la credibilidad de la administración de Áñez, quien también es candidata a la presidencia en las elecciones que se deberán realizar en Bolivia este año.
Mientras tanto, el partido de Evo Morales, el MAS, ahora en la oposición, demandó que se esclarezca todo lo relacionado con la compra de los aparatos respiratorios e incluso uno de sus diputados anunció una demanda penal contra el ministro recién destituido y otros miembros del gobierno.
La fuerza política pidió que todos los responsables sean destituidos y reiteró su pedido de una realización pronta de los comicios presidenciales, previstos para el 3 de mayo y aplazados sin fecha por la crisis del coronavirus.
Un escándalo que puede pasar factura en lo sanitario y en lo político
Boris Miranda, periodista de BBC News Mundo
La pandemia del coronavirus encontró a Bolivia en una profunda división política y con la incertidumbre de quién será su próximo presidente.
La cuarentena fue declarada cuando los candidatos, incluyendo a la presidenta interina, apenas disparaban sus primeras salvas y precipitó la suspensión de los comicios al menos hasta agosto.
De una u otra forma, la crisis sanitaria durante todas estas semanas estuvo marcada por los apasionamientos políticos que no dejaron de enfrentarse pese a todo lo que se vive.
Por ello, este reciente escándalo que sacude al gobierno de Bolivia, sumado a otros menores que sucedieron recientemente, no solo puede repercutir en el combate nacional contra la pandemia, sino también en la batalla partidaria que se vive como trasfondo casi inevitable.
Los seguidores de Evo Morales no tardaron nada en acusar al gobierno transitorio de haber cometido un acto de corrupción imperdonable en medio de una pandemia que ya colapsa los sistemas de salud de algunas ciudades.
En cambio, hace apenas unos días, uno de los ministros aseguró que la actual mandataria ganaría las elecciones sin dificultades por el buen trabajo que realiza en la lucha contra el coronavirus.
Y lo sucedido reflota una pregunta que no ha dejado de repetirse en este país: si Jeanine Áñez debe renunciar a su candidatura por la crisis que se vive o mantener intactas sus aspiraciones presidenciales.
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