La bicicleta toma un papel protagónico en el mundo en la era post coronavirus

El uso del vehículo de dos ruedas se ha extendido en todo el mundo durante el confinamiento y algunos gobiernos revisan sus políticas de movilidad urbana para que el cambio sea permanente

En Ciudad de México ya se abrieron este lunes carriles temporales para bicicletas como parte de la 'nueva normalidad'.

En Ciudad de México ya se abrieron este lunes carriles temporales para bicicletas como parte de la 'nueva normalidad'. Crédito: Agencia Reforma

En un mundo donde la sana distancia se impondrá como norma de la “nueva normalidad” ante la pandemia de coronavirus que aún azota a gran parte del planeta, hay un artefacto muchas veces menospreciado que tomará una gran relevancia: la bicicleta.

Mientras que el coronavirus ha sido desastroso para muchas formas de convivencia humana, el panorama nunca ha pintado tan bien para los ciclistas. El confinamiento que ha dejado calles prácticamente vacías ha sido de gran ayuda, incluso, para aquellas personas que se negaban a subirse en una bicicleta.

Los residentes de las grandes ciudades han preferido pedalear en lugar de estar detrás del volante de un vehículo automotor. Este es el momento del ciclismo y podría tener profundas implicaciones a largo plazo para la política de transporte.

Las estadísticas muestran un aumento considerable en el uso de la bicicleta en Europa y América. En Suiza, el número de kilómetros recorridos en bicicleta por persona desde principios de marzo aumentó en un 175% y disminuyó en un 11% para los tranvías.

En Filadelfia, los desplazamientos en bicicleta aumentaron un 151%; en Nueva York, el uso de bicicletas compartidas aumentó un 67% en marzo. Incluso en Copenhague, la capital mundial de las dos ruedas, Jens Rubin, de Omnium Bikes, dice que su tienda ha tenido más trabajo que nunca, de acuerdo a un reportaje publicado por el diario The Economist.

Las ventas en Dinamarca se duplicaron en abril y mayo en comparación con los mismos meses de 2019, mientras que en Estados Unidos aumentaron aproximadamente un 50%, según NPD, una firma de investigación de mercado.

La de las bicicletas es una industria que probablemente no necesitará rescates; El precio de las acciones de Halfords, un gran vendedor de bicicletas británico, aumentó de 81 peniques (US$ 0.99) el 17 de marzo a 183 peniques el 29 de mayo, mientras que el índice FTSE 100 aumentó solo un 15% durante el mismo período.

La ‘nueva movilidad’ del mundo

Al principio de la pandemia, los gobiernos vieron al ciclismo como una forma saludable y segura de traslado, para que las personas se ejercitaran y se mantuvieran sanas. Así, en la mayoría de los estados de la Unión Americana, por ejemplo, los talleres de reparación de bicicletas podían permanecer abiertos como negocios esenciales.

El gobierno de Italia, en tanto, ofrecía reembolsos del 60%, hasta un máximo de 500 euros (US$545) a quien comprara una bicicleta, o incluso cualquier tipo de vehículo motorizado de dos ruedas.

Por otro lado, algunas ciudades convirtieron parte de su trazado urbano para el uso exclusivo de la bicicleta. Por ejemplo, Milán convirtió 35 kilómetros de sus carreteras en ciclovías, Nueva York destinó 160 kilómetros para el uso de peatones y ciclistas; Oakland, California, cerró 119 kilómetros a los automóviles y en Ciudad de México se han habilitado carriles temporales en algunas vías principales para la circulación exclusiva de ciclistas. El ciclismo se está convirtiendo en algo más accesible y seguro.

Ahora, el reto para los gobiernos será hacer que esas medidas temporales se conviertan en permanentes. Debido a que el distanciamiento social podría durar meses, o incluso años, el transporte público no volverá a la normalidad pronto. Y puede que las cosas no vuelvan a ser como antes, por lo que la bicicleta será una herramienta esencial en las estrategias de movilidad de muchos países.

La ministra de medio ambiente francesa, Elisabeth Borne, no pudo expresarlo mejor: “La bicicleta es la pequeña reina del desconfiamiento”. El gobierno francés decidió la semana pasada triplicar su presupuesto, hasta los 60 millones de euros, para fomentar este medio de transporte.

De acuerdo a Borne, 3.200 talleres se han inscrito para sumarse a esa iniciativa y ya se han reparado cerca de 70.000 bicicletas.

El objetivo inicial de llegar a reparar 300.000 bicicletas va a ser alcanzado antes de septiembre, según los cálculos de las autoridades francesas, que ofrecieron bonos de 50 euros hasta el 31 de diciembre para que los usuarios pusieran a punto sus bicis.

Ante el regreso de actividades esenciales en la Ciudad de México, las autoridades abrieron ciclovías emergentes en vialidades primarias.
También se otorgará un 50% de descuento en la membresía de Ecobici, el programa de bicicletas compartidas del gobierno. Con ello se busca ayudar en los traslados y evitar aglomeraciones en transporte público, ha señalado lajefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

Las dos ciclovías emergentes, paralelas a las líneas 1 y 2 del Metrobús, tendrán 54 kilómetros y contarán con separadores plásticos, señalamientos y apoyo de la Policía de Tránsito y la Secretaría de Movilidad.

Labor de convencimiento

Los políticos esperan persuadir a las personas de las virtudes del ciclismo más allá del final de esta crisis. El uso regular de la bicicleta tiene muchas ventajas a largo plazo, como menos contaminación y una población más saludable. Las ganancias de tener menos automóviles y camiones en la carretera ya son evidentes. Las emisiones globales de dióxido de carbono a principios de abril cayeron un 17% en comparación con los niveles medios de 2019, según un estudio en Nature Climate Change.

Los gobiernos nacionales y municipales ya piensan en esquemas nuevos o renovados para la movilidad. Grant Shapps, ministro de transporte de Gran Bretaña, prometió un cambio “en la forma en que la gente viaja en Gran Bretaña”. Anunció una inversión millonaria en más infraestructura de ciclismo y mejores pavimentos.

Pero una revolución de dos ruedas no se puede dar por sentado. Los amantes del ciclismo en el hemisferio norte han tenido la suerte de disfrutar de la mayor parte del encierro en primavera y no será lo mismo durante el invierno. Además, muchas personas anhelan volver a sus autos, lo que también es útil a medida que terminan los bloqueos, pero las reglas de distanciamiento social permanecen.

En China, por ejemplo, una encuesta reveló que la proporción de personas que desean usar un automóvil aumentaría del 34% al 66% después del bloqueo. La misma encuesta mostró que más chinos estaban interesados ​​en comprar un automóvil para evitar el transporte público.

El desafío será crear incentivos para aquellos que piensan dejar de usar el autobús y no pueden comprar un auto y aa tecnología puede ayudar. Las bicicletas eléctricas permiten a los ciclistas ir más lejos sin temor a quedarse sin aire.

Deloitte, una consultora, espera que las ventas de bicicletas eléctricas despeguen, superando los US$130 millones para 2023. Las ventas de bicicletas eléctricas en Estados Unidos, por ejemplo, se dispararon un 85% en marzo en comparación con el mismo mes del año anterior.

Morten Kabell, jefe de la Federación Europea de Ciclismo, señala: “a infraestructura es la clave”, particularmente “pistas para bicicletas separadas y protegidas”. La esperanza es que los carriles temporales por la contingencia se conviertan en vías permanentes y seguras.

Las estadísticas sobre seguridad vial muestran que cuantos más ciclistas tiene una ciudad, más segura será, porque los automovilistas tendrán que modificar su comportamiento. Y en el futuro cercano, al menos, los ciclistas pueden necesitar toda la protección que puedan obtener.

Durante el confinamiento, las calles solitarias han sido una invitación no solo para que los ciclistas pedaleen, sino también para que los conductores pisen el acelerador. En Londres, el número de conductores de exceso de velocidad aumentó ocho veces durante una semana del cierre en abril, en comparación con el mismo período en 2019; un automovilista fue cronometrado a 163 mph en una zona de 70 mph.

Más estacionamientos para bicicletas también ayudará. La ciudad de Utrecht, en los Países Bajos, construye el estacionamiento de bicicletas vertical más grande del mundo en la estación de ferrocarril: tendrá lugar para 33,000 vehículos de dos ruedas.

El marco legal de un país también puede fomentar el ciclismo. La mayoría de los países europeos, con las notables excepciones de Gran Bretaña e Irlanda, tienen leyes de responsabilidad presunta, bajo las cuales el conductor asume la culpa en cualquier colisión entre un automovilista y un ciclista. Activistas probicicleta como Road Share, un grupo de presión británico, argumentan que los países con estas leyes, como Dinamarca y Alemania, disfrutan mucho más, y mucho más seguro, del ciclismo que los que no lo tienen, porque alientan a los automovilistas a ser más cautelosos.

Pero convertir ciudades como Londres o Nueva York en un Copenhague será menos una carrera de velocidad que un Tour de Francia. En la capital danesa, más del 60% de los viajeros van en bicicleta al trabajo (o la escuela) y en Estados Unidos o México la cifra es mucho menor.

Por ahora, los ciclistas de todo el mundo pueden exigir más a sus gobiernos, que tienen la voluntad de contribuir a la nueva movilidad del mundo.

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