La hipocresía nos derrotará: no podemos ser demócratas en EE.UU. y apoyar a los conservadores en México
Es imposible. No podemos ser demócratas en Estados Unidos y al mismo tiempo apoyar a los partidos de la oposición en México. Especialmente cuando se manejan como los republicanos en Estados Unidos, y lo único que buscan es que le vaya mal en todo al Presidente López Obrador para que ellos pavimenten su regreso al poder en 2024.
Eso fue precisamente lo que hicieron los republicanos cuando llegó Obama al poder en el 2008. Propiciaron el surgimiento del Tea Party que se la pasó protestando ocho años todo lo que decía el ‘dictador Hussein Obama’. Pero una vez que entró Donald Trump a la Casa Blanca, el grupo que dijo luchar para un mejor país, para evitar el comunismo o socialismo en la nación, simplemente desapareció.
Desafortunadamente en México vemos este tipo de ataques y comentarios por un grupo de académicos, algunos periodistas, medios de comunicación o comunicólogos que trabajan para los grupos que favorecen el neoliberalismo sin control. Y ahora, tratan de articular el regreso al poder de los partidos (PRIAN) que perdieron en el 2018.
Los mexicanos que viven en Estados Unidos no podemos ser sus cómplices y apoyar ese movimiento. Es el mismo que en gran medida ayudó a que la mayoría de los inmigrantes nos viéramos forzados a abandonar la nación en donde nacimos, la familia y las amistades con los que crecimos para buscar nuestro porvenir en otro país.
Afortunadamente, muchos de nosotros nos hemos ido adaptando y acomodando. Pero no todos. Muchos inmigrantes viven en la pobreza y con miedo a ser separados de sus familias por la deportación.
Aquí, si somos inmigrantes y apoyamos los movimientos que buscan mejorar la vida de las comunidades de color y parar ese tipo de injusticias, generalmente nos identificamos como demócratas. Pero entonces no tenemos derecho, ni moral ni ideológico, a apoyar a un grupo en México que ha avanzado medidas neoliberales que apoyan más a la libre empresa que al bienestar del individuo. Porque se trata de la misma política que ha provocado el crecimiento de la diáspora mexicana.
Resulta contradictorio, frustrante y triste, que algunos inmigrantes mexicanos en EE.UU. apoyen movimientos de los partidos más conservadores en México. De quienes buscan gestar el regreso del liderazgo que en gran medida contribuyó precisamente a que nosotros ahora estemos viviendo en otro país.
No importa si entramos a Estados Unidos con visa o no, en avión o caminando. La decisión de quienes hemos hecho de Estados Unidos nuestro hogar, fue más obligada que personal. Con el paso del tiempo simplemente veíamos que la violencia en México solo recrudeció con la llegada del PAN y luego con el PRI; mientras la clase media y baja, no solo era afectada, sino que también estaba siendo aniquilada con la guerra contra las drogas.
Pero entonces ¿por qué nos afanamos desde el exterior en apoyar las medidas o comentarios de los partidos de oposición o supuestos líderes de opinión que defienden las viejas políticas que nos obligaron a salir del país? ¿Por qué nos convertimos en cómplices de su regreso al poder?
Yo no digo que no se critique al actual gobierno. Al contrario, hay que hacerlo, pero en una forma constructiva para ayudar a que ese cambio del que se habla (Cuarta Transformación – 4T) sea real y cada vez mejor. Sabemos que no será todo perfecto, pero si nuestra aportación es solo el eco negativo de la oposición, nuestra tarea se habrá convertido en la misma que tenía el Tea Party y estaremos ayudando al viejo sistema a regresar al poder.
Mejor seamos parte del cambio, un cambio que creo es muy necesario para el bienestar de la mayoría de los mexicanos, sin importar si una persona es de derecha o de izquierda, conservadora o liberal. Lo importante es que los cambios sean positivos para la mayoría y no solo para unos cuantos, como ocurrió en el pasado.
Ya lo dijo el expresidente Vicente Fox y otros líderes del PAN en su 80 aniversario el año pasado. Su prioridad es “dar en la madre a la Cuarta Transformación”, para garantizar el regreso del PAN.
Esta frase me recordó mucho a lo que dijo en el 2008 Mitch McConnell, líder del Partido Republicano en el Senado. Su prioridad era que Obama no accediera a un segundo término. Pero en el proceso de bloqueo de todas las iniciativas del Presidente, terminó afectando a más estadounidenses. Y en el 2016 terminamos con Donald Trump.
Es por eso que es una contradicción para un inmigrante apoyar a los demócratas en Estados Unidos, mientras nos manifestamos a favor de la oposición en México que hasta ahora se ha manejado en función de sus propios intereses y buscan lo que el Partido Republicano realizó con Obama, simplemente regresar al poder.
Agustín Durán es editor de Metro de La Opinión.