Negocio afectado por la pandemia lucha para apoyar a sus empleados

A finales de mayo, Miriam Maldonado y sus empleados celebraban que las órdenes de restricción estaban siendo levantadas en Los Ángeles y que los restaurantes ya podrían abrir de nuevo para que las personas comieran adentro; siempre y cuando siguieran estrictas medidas de distancia.

Maldonado y su esposo, Maximiliano Sáenz, son dueños de tres restaurantes hondureños ‘El Sazón Katracho’ en la ciudad de Los Ángeles.

Con muchos esfuerzos abrieron el primer restaurante hace una década, el segundo hace 5 años y el tercero estaba en el proceso de apertura a principios de año, justo cuando comenzaban los rumores acerca de la pandemia.

Maldonado dijo que con un poco de temor, pero sin retractarse decidieron abrir el nuevo establecimiento.

“No sabíamos lo que venía pero nosotros teníamos que seguir”, dijo la propietaria aseverando que abrieron el tercer restaurante en febrero.

Hasta el momento, los restaurantes han permanecido abiertos durante la pandemia del coronavirus aunque Maldonado asegura que no ha sido nada fácil.

Al comienzo del cierre de la economía, aseguró, enfrentaron dos semanas muy críticas.

“Pero no cerramos porque es mas difícil cerrar y volver a abrir”, indicó la propietaria. “Lo más difícil es buscar la manera de cómo hacer los pagos para los empleados”, agregó.

Así que con cuatro, cinco y tres empleados en cada restaurante y rotándolos en ocasiones se mantuvieron a flote.

Maldonado asegura que durante estos casi cuatro meses no ha habido ganancias para los dueños y que el ingreso, solo ha sido casi para cubrir los gastos principales, de alquiler y pagos.

“Es un esfuerzo que hace uno también por los empleados porque ellos necesitan trabajar”, expresó.

Apertura y cierre de negocios

A finales de mayo el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que a partir del 1 de junio se permitiría la reapertura de varios negocios y que los restaurantes ya podían permitir que sus clientes coman dentro de las instalaciones.

No obstante, tras un repunte de casos de coronavirus y el temor de que la cifra siguiera en aumento, a finales de junio el gobernador volvió a anunciar que se cerrarían todos los bares.

Los restaurantes solo podían servir comida afuera o tomar pedidos de alimentos para llevar.

La nueva orden tomó efecto el 3 de julio y el gobernador dijo que duraría por lo menos tres semanas.

“Cuando abrimos esta vez estábamos muy contentos pero duró muy poco”, dijo Maldonado.

“Unos días antes del 4 de julio estaban diciendo que iban a cerrar lugares y solo estábamos esperando a ver que decían de los restaurantes”, recuerda con angustia.

Comentó que ya solicitaron el préstamo del gobierno para pequeños negocios pero no calificaron.

Ella asegura que planea seguir adelante y siempre siguiendo las reglas recomendadas por la ciudad.

Contó que ya han ido inspectores en estos días a revisar que todo este corriendo en orden y bajo las reglas en los restaurantes y han aprobado satisfactoriamente.

“Hay veces que los clientes se enojan y quieren entrar sin máscara pero les decimos que la necesitan. Aquí tenemos también [desechables] y les damos una”.

Maldonado dijo que esperan ansiosamente que pronto les permitan abrir nuevamente las instalaciones para que la gente pueda comer adentro de los restaurantes.

No obstante, indicó que ella no romperá ninguna regla de la ciudad y pese a que están sufriendo económicamente seguirá trabajando para sacar su negocio y a sus empleados adelante.

En un esfuerzo por ayudar a la comunidad El Sazón K-tracho también se une a las donaciones de comida para los más afectados durante la pandemia. Este sábado en dos de sus locaciones estarán repartiendo bolsas de despensas.