Prácticos consejos para seguir una alimentación equilibrada en verano y bajar de peso
Según la estación del año el organismo tiene necesidades diferentes. Durante el verano con las elevadas temperaturas, es importante agregar un extra en hidratación y nutrientes
Así como las estaciones del año cambian y cada una se caracteriza por condiciones climáticas diferentes, cada período ya sea primavera, verano, otoño o invierno trae consigo diferentes alimentos de temporada. Dichos productos no sólo se caracterizan por darse con mayor facilidad en determinadas fechas, la naturaleza es sabia y produce estos alimentos por que de cierta manera son lo que necesita el cuerpo necesita en ese momento para estar fuerte.
Es un hecho que elegir los alimentos de temporada sobre todo en el caso de frutas y las verduras es una costumbre que sólo se relaciona con beneficios, no sólo son productos más frescos y económicos; se distinguen por aportar los nutrientes, vitaminas y minerales que el organismo requiere.
Lo cierto es que una dieta equilibrada no es igual en verano que el resto del año, los requerimientos nutricionales del cuerpo se van ajustando en gran parte porque los niveles de energía son diferentes. Lo cierto es que el verano se caracteriza por ser una temporada del año en la que los planes de alimentación predilectos son las famosas dietas milagro y operaciones bikini, todos quieren lucir una figura esbelta en las vacaciones. Sin embargo más allá de eso, el calor y la humedad que vienen con el verano, son las condiciones perfectas para que el cuerpo necesite un extra en hidratación y ciertos nutrientes.
Tips de alimentación para este verano:
1. Vitamina D
En todo el año es importante asegurar los niveles óptimos de vitamina D, es un hecho que durante el verano podemos obtenerla mucho más fácilmente. Sin embargo con el confinamiento es posible que las salidas al aire libre se vean reducidas, es por ello importante garantizar su consumo a través de la alimentación. Procura integrar alimentos como los pescados grasos como el salmón y el atún, huevos, quesos y lácteos, hongos, berros, higos secos, col, espinacas y almendras.
2. Hidratación
Las altas temperaturas hacen que sudemos más y de manera automática el organismo necesita más líquidos para evitar la deshidratación. Es por ello fundamental garantizar la correcta ingesta de agua natural e infusiones naturales, dos litros al día es lo recomendado. A la vez es importante no permitir sentir sed y en caso de que suceda inmediatamente tomar agua, evita el consumo de refrescos y bebidas azucaradas tienen muchas calorías y no resuelven la sed.
3. Nutrientes esenciales
En todo momento del año es importante asegurar un abundante consumo de frutas y verduras, en verano son un gran aliado para aumentar el aporte en nutrientes y brindan un extraordinario aporte en hidratación. No en vano gran parte de las cosechas características del verano se destacan por ser frutas y vegetales con un alto contenido en agua, entre los principales se encuentran: sandía, melón, plátanos, mangos, piña, papaya, naranjas , fresas manzanas, coco, pepinos, zanahorias, lechugas y tomates. Son fundamentales por su contenido en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, también es importante integrar aquellos alimentos que sean ricos en betacarotenos, sustancia que se convierte en vitamina A y resulta un gran aliado para proteger al sistema inmunológico. De la misma forma resulta relevante aumentar el aporte en vitamina C y E, son importantes para proteger a la piel y cabello del sol y también ayudan a prevenir enfermedades e infecciones.
4. Consume alimentos locales y de temporada
Los alimentos representativos de la temporada de verano suelen tener un mejor sabor, esto se debe a que se encuentran en el auge de su maduración y conservan mucho mejor su aporte en nutrientes. A la vez como se dan mucho más fácil gracias a las condiciones climáticas características de la temporada, son mucho más accesibles. Algunos alimentos que no pueden faltar en la alimentación de verano son:
- Aguacates y aceite de oliva.
- Frutos secos y semillas, como es el caso de las nueces, almendras, pistaches, piñones, semillas de girasol y calabaza.
- Cítricos como los limones, toronjas, mandarinas, naranjas y limas. Son un buen aliado para elaborar bebidas como jugos, batidos, aguas frescas e infusiones.
- Vegetales con propiedades diuréticas, como los pepinos, la alcachofa, el apio, el nabo y los espárragos. Son ideales para eliminar la retención de líquidos y la inflamación.
- Consume comidas que se caractericen por ser ligeros y refrescantes. Como es el caso del gazpacho, sopas frías, ensaladas, ceviches, avena, smoothies, pudines, yogurt, gelatina, nieve, infusiones y tés.