5 recetas para cenar avena y bajar de peso
La avena contiene triptófano que ayuda a regular el sueño y el estado de ánimo
La avena no solo es buena para el desayuno, también es una opción de cena sorprendentemente deliciosa. Olvídate de visualizarla solo en platos dulces con fruta, lo salado también le va perfecto, es momento de que la acompañes con vegetales, legumbres y huevos fritos, cocidos o escalfados.
El índice glucémico de la avena es bajo, lo que quiere decir que no aumenta repentinamente los niveles de azúcar en sangre. Al contrario, su principal tipo de fibra soluble (beta-glucano) te puede ayudar a prevenir aumentos bruscos en los niveles de azúcar en sangre e insulina después de comer y además beneficia la salud intestinal.
Uno de los beneficios de consumir avena por la noche es que te ayuda a conciliar el sueño fácilmente dado que posee sustancias que tranquilizan como el triptófano, un impulsor natural de la serotonina que regula el sueño y el estado de ánimo.
Recuerda no consumir avena instantánea que viene endulzada o con sabor para evitar el azúcar agregado y con ello las calorías.
La manera más rápida de cocinar la avena es en el microondas por 3 minutos a una potencia no tan alta, con intervalos a cada un minuto para revolver. Las medidas: 1/4 taza de avena seca de cocción rápida en 3/4 taza de agua. Usa un recipiente que no quede lleno al borde.
Avena con lentejas y espinacas
Una mezcla totalmente nutritiva y barata. Aprovecha esas lentejas cocidas que guardas en el refrigerador y sirve con la avena cocida y unas espinacas salteadas con cebolla en aceite de oliva. Un plato lleno de proteínas, fibra y hierro.
Avena con queso y huevo
Cuando esté lista la agrega el queso rallado (cheddar si gustas), una pizca de sal (casi nada) y pimienta. Ablanda en un sartén con aceite de oliva 1/4 taza de pimiento rojo cortado en cubitos y 2 cucharadas de cebolla finamente picada; incorpora sobre la avena. En el mismo sartén fríe un huevo y sirve sobre tu avena con verduras.
Avena con espinacas, tomate y huevo
Ablanda en un sartén con un poco de aceite de oliva, las espinacas y el tomate; sirve sobre la avena cocida. En el mismo sartén fríe un huevo y coloca en el plato sobre los vegetales. Tendrás una cena con fibra, proteína, hierro, vitaminas y antioxidantes.
Avena, hongos, pimientos y huevo
Agrega champiñones con pimientos y un huevo cocido a tu avena. La capsaicina en el pimiento rojo picado puede acelerar el metabolismo al hacer que tu cuerpo produzca calor adicional y queme más calorías.
Avena con garbanzos, frijoles negros y aguacate
Las legumbres son buenas para tu corazón y te ayudan a limpiar tus intestinos. No tienen colesterol y son bajos en grasa. Te aportan fibra, proteínas, ácido fólico, hierro, y también antioxidantes. Un plato con poco de frijoles y garbanzos sobre avena decorado con unas rebanadas de aguacate y un huevo cocido te sabrá a gloria.
Te ayudará a sentirte lleno y no querer visitar la cocina en la noche
La avena es una cereal integral saludable que controla los niveles de hambre debido a su alto contenido de agua y fibra soluble. Además te aporta fósforo, tiamina, magnesio y zinc.
El beta-glucano no solo aumenta la saciedad y suprime el apetito, también ayuda a llevar fuera de tu cuerpo los ácidos biliares ricos en colesterol en el intestino.
Contra la inflamación
La avena entera contiene químicos vegetales llamados compuestos fenólicos y fitoestrógenos que actúan como antioxidantes para reducir los efectos dañinos de la inflamación crónica asociada con diversas enfermedades como la enfermedad cardiovascular y la diabetes, según explica la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Para mejorar tu sistema intestinal
La fibra en la avena te ayudará a aumentar la diversidad de la microbiota intestinal a medida que se descompone y fermenta por las bacterias intestinales. Esto puede ayudar a combatir algunos problemas digestivos como diarrea, estreñimiento y síndrome del intestino irritable.