Aumentan casos de COVID-19 entre trabajadores de hoteles
Piden pausa a reapertura ante el rebrote de la pandemia
Después de tres meses de no trabajar a causa de la pandemia, Nubia Varillas regresó a fines de junio a sus labores como recamarera en un conocido hotel de Los Ángeles, solo para una semana más tarde, contraer el coronavirus.
“Trabajé como siete, ocho días cuando me comencé a sentir congestionada de la nariz. No podía respirar. Tenía fiebre, dolor de huesos de las rodillas para abajo. Me sentía diferente. Seguí trabajando cuatro días más. Tomaba pastillas para sentirme mejor y poder funcionar”.
El 18 de julio, Nubia fue a hacerse los exámenes de COVID-19 y salió positiva. Ya no regresó a la limpieza de cuartos de hotel, se quedó en su casa.
Casada y madre de tres hijos de 21, 18 y 17 años, dice que todavía se siente mal. “El 25 de julio, me hice el examen por segunda vez, y volví a salir positiva”, dijo.
Su esposo y su hija de 18 años salieron también positivos al coronavirus.
“Es raro. Hay días que siento que me va a estallar la cabeza, me mareo y comienzo a congestionarme. Otros días, me siento muy bien”.
Nubia, una inmigrante de El Salvador de 40 años de edad, dijo que llevaba ocho años de trabajar en el hotel Holiday Inn de Los Ángeles.
“Tengo temor de regresar. Voy a pedir unos días más. No me siento segura ni sana todavía”.
Comentó que la limpieza de cuartos en los hoteles es muy riesgosa porque el virus está en el aire y tienen que asear con la puerta cerrada. “Si nos dan mascarillas y guantes, pero quieren que limpiemos 14 cuartos en 8 horas. En ese horario tan ajustado no se pueden limpiar los cuartos a profundidad”.
El 23 de julio, docenas de trabajadores de hoteles salieron a protestar para urgir a los supervisores del condado de Los Ángeles a hacer una pausa en la reapertura de hoteles, debido a la ola de casos positivos tras regresar al trabajo, y entrar en contacto con huéspedes o compañeros que sufren de esta pandemia.
“El local 11 del sindicato UNITE HERE tiene conocimiento de que al menos 85 trabajadores y huéspedes de hoteles han salido positivos, o se han puesto en cuarentena, desde que el 12 de junio se reabrió el sector hotelero a turistas y visitantes”, dijo Kurt Peterson, copresidente del local 11 del sindicato UNITE HERE.
Señaló que la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles necesita poner en primer lugar la salud y seguridad de los trabajadores y huéspedes.
El sindicato UNITE HERE estimó que el verdadero número de personas que han contraído el virus, o se han puesto en cuarentena es significativamente mayor del que se conoce. Esto a causa de que los trabajadores están temerosos de reportar sus síntomas o diagnósticos. En tanto, aseguran que los hoteles han fracasado en dar seguimiento adecuado a los trabajadores y visitantes que se han contagiado con el COVID-19.
Durante la protesta, los trabajadores revelaron que algunos hoteles no han informado a sus huéspedes cuando uno de ellos u otro visitante ha adquirido el virus o ha sido forzado a seguir una cuarentena.
Nubia consideró que los hoteles abrieron muy pronto sus puertas al turismo. “Yo por fortuna, no tengo enfermedades crónicas, pero sí hay muchas compañeras que son diabéticas, sufren presión alta o tienen problemas con el hígado. Ellas corren más peligro”.
A principios de mes, un sondeo realizado por el local 11 de UNITE HERE, que representa a casi 2,300 trabajadores de hoteles en Los Ángeles, encontró que el 75% no creen que estuvieron listos para abrir.
Como consecuencia, enviaron una carta a la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles en la que expresan alarma sobre la apresurada apertura del sector hotelero.
Ada Briceño, copresidenta del local 11 de UNITE HERE, dijo que han sido muy pocos los trabajadores que han regresado a sus labores. De 32,000 en el sur de California y Arizona, poco más de 1,000 han vuelto a cumplir con sus jornadas.
“Los hoteles no deberían estar abiertos porque la pandemia está fuera de control en Los Ángeles, y decenas de trabajadores han salido positivos”.
Subrayó que la industria hotelera no toma esta crisis de salud en serio. “Se han reportado muchos huéspedes sin mascarillas. Y ellos hacen sus propias investigaciones que no comparten cuando tienen una responsabilidad moral de proteger a los visitantes y trabajadores”.
Liliana Hernández no ha vuelto a su trabajo al hotel Fairmont Miramar de Santa Mónica desde el 15 de marzo cuando se ordenó el cierre de negocios por el coronavirus.
“Estoy en una lista de espera para que me llamen a trabajar, pero tengo miedo. No es seguro salir. Cada día hay más casos. Yo solo salgo de mi casa para lo básico”, comentó.
Luz Rizo, una recamarera del hotel W West Beverly Hills por 20 años, dijo también que está muy preocupada de volver al trabajo, porque eso significa ponerse ella y su familia en riesgo.
“Tengo un hijo, un hermano enfermo, y una nieta que viven conmigo. Ellos son todo para mi. Estoy asustada ante la posibilidad de un contagio”, dijo Luz.
El Departamento de Salud Pública de Los Ángeles condujo inspecciones al azar durante el fin de semana del 4 de julio de 2020, y encontró que los hoteles estaban limpios y seguros, y cumplían con los reglamentos de salud del condado, el estado y la federación para empleados y huéspedes.
Se hicieron inspecciones a 74 de los hoteles de todos los tamaños del condado de Los Ángeles, las que mostraron que el 97% han cumplido con el uso de mascarillas, y 90% con la distancia social.
“Nuestros empleados y visitantes están seguros gracias a los exhaustivos preparativos y procedimientos que los hoteles pusieron en vigor antes de la reapertura”, dijo Heather Rozman, directora de la Asociación de Hoteles de Los Ángeles.
“Con la compra del equipo de protección y el entrenamiento a los empleados en los procesos mejorados de limpieza, los hoteles están dando la bienvenida con seguridad”, afirmó.