En riesgo de cierre uno de cada dos negocios en la frontera por falta de consumidores mexicanos
Las restricciones para cruzar la frontera se extendieron hasta el 21 de septiembre.
Ernesto López, un joven tijuanense que gusta de cruzar la frontera a comprar ropa deportiva y consumir hamburguesas, dijo que tras cinco meses sin poder pasar a San Diego, “la verdad, es como si algo le faltara a Tijuana; una parte importante de Tijuana”.
Ernesto cruzaba la frontera hasta marzo pasado con una “visa láser”, una visa que el Departamento de Estado concede a los residentes de la frontera mexicana y, con un permiso, les autoriza ingresar más allá de las primeras 25 millas y hasta por seis meses consecutivos.
“Uno crece cruzando la frontera y cuando no puedes, te das cuenta de la importancia que tenía ir ‘al otro lado’”, platicó. Quisiera pasar a las tiendas aquí nada más a San Ysidro a pie, dijo, pero no sabe cuándo será posible. Espera que a más tardar para diciembre, pues “una Tijuana sin San Diego en la Navidad va a ser de verdad extraña”.
Ernesto es un de miles de residentes de la frontera de Baja California que se han quedado sin cruzar debido a las restricciones fronterizas a cruces no esenciales que acordaron los gobiernos de México y Estados Unidos; esto como una medida para prevenir la expansión del COVID 19.
Las restricciones empezaron en marzo y estaban por concluir este sábado, 22 de agosto, pero los gobiernos las extendieron hasta el 21 de septiembre; es la sexta vez que las extiendes por aproximadamente un mes en cada ocasión.
Pero si para miles de consumidores mexicanos la imposibilidad de cruzar la frontera ha sido difícil, para los comercios de la franja fronteriza es una situación “catastrófica”, calificó el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de San Ysidro, Jason Wells.
“Más el 95 por ciento de las ventas del Boulevard San Ysidro son de consumidores mexicanos que cruzan con visa la frontera a hacer compras”, dijo Wells, “sin ellos se reportan pérdidas de hasta un 80 por ciento en las ventas”.
Los bajacalifornianos consumen en promedio dos millones de dólares cada día en San Ysidro. Una cantidad que acumulada en cinco meses de restricciones precisamente al grupo de mexicanos que más consume, pone en riesgo de cierre definitivo a muchos negocios.
Actualmente cruzan los ciudadanos estadunidenses y resientes legales que, no debieran, pero viven en Tijuana. Son comunidades que por lo general se dirigen a trabajar y solo por motivos mayores como comprar urgentemente gasolina, se detienen ocasionalmente en San Ysidro; los clientes mexicanos pasan directamente a comprar lo que necesitan en las primeras calles de California.
Wells dijo que en reuniones cibernéticas con comerciantes de la frontera de California, han calculado que uno de cada dos negocios ya no podrá reabrir si las restricciones continúan.
Más allá del Boulevard de San Ysidro, apenas a una milla de distancia, se encuentra el mayor centro comercial a lo largo de la frontera estadunidense con México, Puerta de las Américas, que también se sostiene casi exclusivamente de ventas a consumidores mexicanos que cruzan la frontera.
En un recorrido de La Opinión por Puerta de las Américas este lunes, se pudo comprobar que muchos negocios continúan cerrados y, entre los que están abiertos, las restricciones al número de clientes que está permitido que ingresen, se han convertido en un disuasivo para los compradores, que prefieren irse sin comprar.
A condición de anonimato, una empleada de una cafetería abierta en el centro comercial dijo que cuando, por las restricciones, cerraron el paso peatonal del lado oeste, “le cortaron el oxígeno al centro comercial”.
Por el paso Peatonal Oeste, o PedWest, que al lado de México se llama El Chaparral, pasaban a diario hasta 20 mil peatones cada mañana de Tijuana a San Diego y por lo general de regreso a Tijuana en las tardes.
PedWest en San Ysidro se ubica exactamente frente a la entrada principal del centro comercial Puerta de las Américas, así que resultaba muy fácil que miles de peatones transfronterizos realizaran compras tan cerca de la frontera.
“Pero todo eso ha cambiado”, dijo la empleada o barista. Dijo que la cafetería es uno de los contados negocios que han mantenido una clientela considerable, aunque reducida.
De acuerdo con Wells, de la Cámara de Comercio, también el centro comercial, que experimentaba una bonanza desde que inauguraron PedWest en julio del 2017, ahora enfrenta la posibilidad de cierres definitivos.
Tras meses de acumular deudas de rentas y consumo de servicios, sin tener ingresos y muchos negocios sin siquiera reabrir, “se vuelve una situación insostenible”, dijo Wells.
En redes sociales muchos consumidores mexicanos expresan desconsuelo al pensar que las restricciones pudieran tardar hasta el próximo año.
“Nosotros, los comerciantes de San Ysidro, ya pedimos, explicamos y hasta exigimos que terminen las restricciones”, porque se pueden guardar medidas de prevención sin aniquilar el comercio al menudeo de la frontera”, dijo Wells.
Pero lamentó que ambos gobiernos no tuvieron hasta hoy ninguna respuesta.