Trump anuncia autorización de emergencia de tratamiento con plasma para pacientes con coronavirus
Funcionarios de la Casa Blanca habían sugerido que la demora en conseguir tratamientos y vacunas tenían una intención política de cara a la reelección del presidente
El presidente Donald Trump anunció este domingo la autorización de emergencia de tratamiento con plasma para tratar a pacientes con COVID-19, después de expresar frustración por la lentitud en los procesos de aprobar tratamientos para el coronavirus.
El anuncio llega días después de que funcionarios de la Casa Blanca sugirieran que los retrasos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para aprobar una vacuna y tratamientos para la enfermedad tenían intenciones políticas y que pretendían frenar la reelección de Trump.
Sin embargo, estas acusaciones de ralentización no están respaldadas en evidencias sino que fueron un último asalto del equipo de Trump a lo que llaman “las cloacas del estado”. El jefe de Gabinete del presidente, Mark Meadows, no entró en detalles, pero dijo que “hemos observado a varias personas que no están siendo tan diligentes como deberían”.
Trump emitió durante la víspera del primer día de la Convención Nacional Republicana una orden de emergencia que facilitaría a algunos pacientes obtener el tratamiento, según adelantó Associated Press.
El plasma sanguíneo de los pacientes que se han recuperado de la enfermedad y que tienen anticuerpos podría beneficiar a otros que estén luchando contra la enfermedad. Sin embargo, la evidencia no ha concluido hasta ahora si realmente funciona, cuándo se tendría que administrar o qué dosis es necesaria.
En una carta en la que describía la autorización de emergencia, la jefa científica de FDA, Denise Hinton, dijo que el tratamiento anunciado “no se debe considerar un nuevo estándar de atención para el tratamiento de pacientes con COVID-19. En los próximos meses se obtendrán datos adicionales de otros análisis y ensayos clínicos bien controlados en curso”.
Trump hizo el sábado, un día antes del anuncio, una ardua crítica en Twitter al proceso de tratar el virus, que ya ha matado en Estados Unidos a más de 175,000 personas y ha puesto en peligro sus posibilidades de reelección.