Cuando el Censo lo visite, póngase la mascarilla y abra la puerta
A pesar de las consecuencias de la actual pandemia de covid-19 –enfermedad, desempleo, reducción del contacto social, cierre de negocios y calles vacías– muchos latinos ya han llenado el formulario del Censo 2020 mientras que otros aún se muestran reticentes a hacerlo.
“Yo tengo fe pero, como tú has visto, ahora estamos sufriendo mucho en la comunidad con el covid-19, porque no tenemos recursos, no tenemos servicios. La gente sale afuera a buscar trabajo pero las chambas se vuelven peligrosas porque se pueden infectar, entonces es necesario invertir en esa comunidad”, dijo Paul Flores, un conocido residente del predominantemente latino barrio de La Misión en San Francisco.
Flores, quien es poeta, actor y dramaturgo, conoce muy bien su barrio. “En La Misión yo combinaría las campañas”, dijo. Allí se están ofreciendo exámenes de detección de covid-19 y la organización humanitaria Banco de Comida ofrece alimentos gratis a la comunidad. “Entonces yo diría ‘por favor, aproveche de llenar el Censo mientras usted espera su turno’. También cuando el Censo golpee, póngase la mascarilla y ábrale la puerta de su casa”.
Social y políticamente necesitamos ser contados
A pesar de que Bill Martínez intentó tres veces de llenar el cuestionario del Censo, nunca perdió las ganas de ser contado. Intentó por teléfono, por correo y por internet y cada vez que lo hacia el Censo lo contactaba nuevamente por alguna razón que, dijo, “nunca entendí”. Finalmente, logró llenar el formulario vía telefónica. Según explicó Martínez, promotor y activista cultural, su insistencia en completar el Censo se debió a su importancia. “Me estoy asegurando de que nuestra comunidad reciba exactamente los beneficios que se merecen, incluidos los servicios sociales y cosas así. Social y políticamente necesitamos ser contados como un porcentaje significante de la comunidad”, dijo.
El Banco de Comida contrata a jornaleros para que ayuden a distribuir los alimentos. “Muchos latinos pasan a buscar la comida y allí puedes tener a alguien ofreciendo la oportunidad de contestar el Censo”, comentó Flores, quien agrega que los latinos están sufriendo mucho, afectados por varias crisis. El barrio tiene muchos desempleados y mucha gente enferma con el virus. “La gente que está enferma y la gente que busca trabajo y comida no están pensando en el Censo”, dijo enfático.
El Censo no implica riesgo de transmisión del virus
Ya comienzan a ser parte del paisaje cotidiano los pequeños grupos de, por lo general, jóvenes con sus identificaciones del Censo 2020 colgando en el pecho y sus bolsones y libretas de apuntes recorriendo los barrios del Área de la Bahía de San Francisco. Son los encuestadores del Censo 2020 participando en una gran campaña nacional para llevar el cuestionario a los hogares y lugares de donde no se han tenido respuestas.
Para un proceso que se estima durará hasta finales de septiembre, los censistas han sido entrenados para respetar la privacidad de los hogares que visitan y las normas higiénicas establecidas por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC)
En una reciente declaración conjunta, el CDC y la Oficina del Censo declararon que la participación en las entrevistas del Censo de 2020 no debería presentar riesgo de transmisión de covid-19. “Los censistas están capacitados para seguir de manera rigurosa y universal las recomendaciones…, para mitigar el riesgo de transmisión”, dice la declaración, que también indicó prioridades como el uso de máscaras faciales, la mantención de una distancia de 6 pies (1.8 metros) o más entre los participantes, la constante limpieza de manos, la prohibición de ingreso a los hogares y la realización de las entrevistas al aire libre o en lugares abiertos.
La única forma de salir de las sombras es ser parte del censo
Mientras tanto, en ciudades con un alto porcentaje de familias latinas como Oakland, San Francisco, San Rafael, Richmond o San José se pueden ver grandes letreros públicos en las calles y carreteras llamando a participar en el Censo 2020, y también avisos publicitarios en español en las diversas estaciones radiales, sitios de internet y canales de televisión.
Esta publicidad también es importante, dice Flores, pero manifiesta que un gran número de latinos “no lo van a hacer por internet, eso lleva mucho trabajo”. El uso del teléfono es más popular. “Los latinos, ahora especialmente los hombres, tienen todos teléfono y hacen todo por ‘mobile’. Creo que hay que poner mucha fuerza y promoción y ofrecer oportunidades como lugares en donde se pueda usar una computadora, ofrecerles incentivos y crear consciencia de que tenemos que responder al Censo”.
Dos hermanos se encuentran parados en la esquina de la avenida San Pablo, en el este de bahía. Ambos llevan mochilas casi vacías y uno de ellos, riéndose, dice ser mexicano-guatemalteco. Son jornaleros que se encuentran frente a una gigantesca ferretería a la espera de que algún contratista los lleve a trabajar. “Yo lo haría”, dijo uno de ellos refiriéndose a llenar el Censo. “Pero si ahora no contamos para nada, entonces ni existimos en el futuro”, dijo el joven jornalero negándose a dar su nombre verdadero.
Martínez se mostró optimista y dijo que para construir el futuro hay que salirse de las sombras. “Hoy no estamos siendo contados como deberíamos. ¿Cuántos latinos estamos hablando en la tele? Nadie. La única forma de salir de las sombras es ser parte del Censo…, para nuestras próximas generaciones. El Censo es muy importante, si no, ¡no contamos!”.
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La publicación de este artículo ha sido posible en parte gracias al apoyo de United Way Bay Area, @UWBayArea.