Persiste el miedo entre latinos para ser contados en el Censo
Los inmigrantes indocumentados temen que su información vaya a ser compartida a migración
Cuando falta poco más de un mes para que se venza la fecha límite para llenar el Censo 2020, las líderes y promotoras que trabajan para que la comunidad latina sea contada, se siguen encontrando con un sinnúmero de barreras para que este conteo que se realiza cada 10 años, cuente a todos.
“Nuestra gente tiene miedo a migración y piensan que todavía viene incluida en el cuestionario la pregunta de la ciudadanía”, dice Lupe González, coordinadora del proyecto del Censo de la organización Visión y Compromiso, el cual maneja a un equipo de 13 personas en su mayoría mujeres que hacen llamadas telefónicas, mandan mensajes de texto y hablan con familiares y amigos. Incluso ofrecen apoyo para llenar el cuestionario.
Menciona que una de las principales barreras para conseguir que la gente llene los cuestionarios, es la pandemia de COVID-19, el desempleo, el trabajo a distancia y los niños en la casa. Por lo tanto, el Censo no es una prioridad ya que tienen muchos problemas en qué ocuparse.
“Es todo un reto que se tomen de 10 a 15 minutos para llenar el formulario”.
La fecha límite para cumplir con el deber del Censo es el 30 de septiembre. “No queremos que la gente espere hasta ese día, y deseamos que lo hagan lo más pronto posible”.
Pero cuáles han sido las principales barreras con las que se han encontrado las promotoras del Censo cuando tocan a la puerta de las casas de los angelinos.
“Existe el temor entre muchas familias latinas que comparten una casa o que tienen un cuarto atrás en el patio, de ser contadas porque piensan que la Ciudad puede venir y decirles que ese espacio o garaje no es para rentar”.
Agrega que las familias temen a una inspección de las autoridades, si dicen cuánta gente vive en sus viviendas.
“Nosotros lo manejamos con la mayor sinceridad, y les decimos que sus datos no se comparten con otras agencias y que todos tienen que ser contados no importando raza, idioma o estatus migratorio porque estas estadísticas determinan cuántos fondos llegan a los estados”.
Otros factores que han afectado para que la gente no cumpla con el Censo, es que no tiene acceso a Internet o no saben usar la tecnología. “Tienen un teléfono inteligente, pero solo lo usan para acceder al Facebook y desconocen cómo ingresar a otros sitios”.
También es un problema que algunos latinos no dominan el inglés y eso los inhibe de llenar el cuestionario del censo. “Nosotros en Visión y Compromiso los apoyamos, los ayudamos y los guiamos. También pueden llamar al Censo para que un trabajador les llene el formulario”.
Cada persona enfrenta sus propios retos para cumplir con el conteo.
“Hay personas que llegan cansados del trabajo. Otros no tienen empleo y están preocupados. Nosotros nos ofrecemos a ayudarlos a llenar el Censo. Nos pueden llamar al 323-513-7345”.
Lupe comenta que hay sectores del Valle de San Fernando en el condado de Los Ángeles que han sido difíciles de contar como Sun Valley y Canoga Park. En el sureste, ciudades como Bell y Cudahy; y en el sur, Compton.
“Muchas veces, las familias no quieren abrir la puerta por el temor a contagiarse de la pandemia aún cuando los promotores salen con cubrebocas, guantes, caretas y guardamos la distancia social”.
Lo que es más están renuentes a abrir por miedo a un fraude y ser estafados. “Los promotores del Censo no pedimos número de seguro social ni tarjeta de crédito, donaciones, ni cobros. El llenado es gratis. Desafortunadamente los timadores arruinan a quienes queremos hacer el bien”.
Algo importante que ha venido realizando Visión y Compromiso, dice Lupe, es contactar a los vendedores ambulantes y otros pequeños comerciantes para que sean tomados en cuenta y participen en el Censo.
“Si nos hacemos contar, ganamos todos y que nuestras comunidades reciben un beneficio para escuelas, hospitales y varios otros programas de servicios sociales”.
Erika Eras, presidenta de Mujeres Unidas Sirviendo Activamente (MUSA), dice que el mensaje que ellas llevan al promover el Censo entre la comunidad latina, es que es importante que participen porque eso significa más recursos y oportunidades para toda la comunidad.
Sin embargo, reconoce que algunos latinos que son indocumentados enfrentan obstáculos para cumplir con el llenado porque tienen miedo a que su información de dónde viven vaya a ser entregada a migración, o porque escuchan noticias que indican que Donald Trump dijo que no quiere que se cuente a los inmigrantes.
“Les explicamos que la información es confidencial y no se puede divulgar con nadie“.
Pero asimismo se encuentran con otras personas que no pueden llenar el Censo porque no saben leer ni escribir en español, y desconocen que tienen la opción de responder por teléfono.