El sueño frustrado con el que Paul Walker se fue a la tumba; hoy cumpliría 47 años
El amor por el mar y los animales lo llevaron a terminar una carrera universitaria que nunca pudo explorar
Es bien sabido que Paul Walker tenía una notoria pasión por los autos, la actuación y su familia, algo que se consumó cuando perdió la vida a la edad de 40 años. Quien fue protagonista durante muchos años de las cintas “Rápido y Furioso”, cumpliría hoy 48 primaveras.
Pero algo que la gente no tuvo muy presente del intérprete de “Brian O’Conner” fue la otra profesión por la cual sentía un gran cariño: la biología marina.
Cuando el joven Walker se encontraba ya en el mundo de la actuación, después de haber estudiado dicha profesión en una universidad comunitaria de California, conoció en las grabaciones del programa “Shark Men” para National Geographic, durante el 2010 a Michael Domeier, un conocido investigador en el rubro que a Paul le interesaba.
“Quiero dejar la actuación y volver a estudiar biología marina, ¿me puedes ayudar?”, fue lo que el histrión manifestó al experto.
“Es una muy mala idea”, le contestó. “Si quieres concientizar a las personas, puedes influir mucho más siendo famoso.
“Vamos a trabajar juntos en eso, puedo ayudarte, pero para comunicarle a la gente lo que estamos haciendo”, aseguró el biólogo al actor.
Domeier tenía la errónea idea de que Walker se sumó a la producción para que tuviera más audiencia, por su apariencia de rubio carismático y la carrera que profesaba en ese entonces, la fama podría atraer público, pero después se enteró de la gran pasión del artista, que había estado en la Community College de Santa Bárbara, por lo que forjó la amistad con él.
Al principio, el científico tenía un semblante duro con el actor pues no creía que le interesara el mar. Tras haber compartido habitación con él durante una expedición en las costas de México y después de días de convivencia, se ablandó y se percató de que a Walker le interesaba el mar, las especies y todo lo relacionado con ello.
Para cuando grabaron la siguiente parte del programa “Spawn of Jaws: The Birth”, Paul y Michael se volvieron confidentes y el hoy fallecido se sinceró argumentando que dejaría la actuación para comenzar una vida marina que era su fantasía.
“Aproximadamente tres semanas después de que empezamos a rodar, murió. La intención era que él sea parte durante todo el programa, así que fue un gran shock. Durante esos días Paul fue mucho más feliz de lo que jamás nadie lo había visto. A veces la gente escribe cosas muy feas en las redes sociales, como que él solo estaba en el programa para levantar el rating.
“Y lo irónico es que yo también lo sentí así al principio. Pero al final, no era cierto. Lo estaba haciendo porque realmente lo amaba”, contó Domeier en una entrevista.
Desgraciadamente Walker no pudo continuar con su sueño de ser biólogo marino o, más bien, de ejercer una carrera que le producía la misma satisfacción que la actuación. Lo que sí pudo lograr es hacer labores altruistas en beneficio de los necesitados. Creó la organización Reach Out Worldwide para ayudar a las regiones afectadas por los desastres, tras conocer lo que había pasado en 2010 en Haití y después en el terremoto que azotó a Chile.
Pero algo que sí dejó Paul Walker, quien hoy cumpliría 47 años, como parte de su sueño y deuda con el mar, fue la Fundación Paul Walker, la cual se encarga de formar a los líderes del océano para que luchen por proteger el agua, la vida marítima y la humanidad, el reflejo de lo mucho que “Brian O’Conner” amaba su “otra” profesión.