La Casa Blanca dejó de lado sus objeciones y respaldó este martes las directrices de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para evaluar si se puede aprobar una vacuna para el coronavirus. Este plan, al que el Gobierno se retrasó en un principio, retrasaría la vacuna hasta después de las elecciones.
FDA publicó las pautas en la tarde del mismo martes y dijo que espera que la información “ayude al público a comprender nuestro proceso de toma de decisiones basado en la ciencia y que garantiza la calidad, seguridad y eficacia de cualquier vacuna que se autorice o apruebe.
Un funcionario de la Administración dijo que la Casa Blanca solo estuvo revisando los lineamientos y que después los aprobó sin modificaciones, según publicó The Wall Street Journal.
Funcionarios de la Administración Trump se han opuesto al plan durante dos semanas, en buena medida porque recoger un periodo de observación de dos meses para ver si las personas que se pusieron la vacuna tuvieron efectos adversos, tal y como informó el citado medio.
Este periodo de espera de dos meses descarta cualquier posibilidad e que alguna vacuna se apruebe para usarse en Estados Unidos antes de las elecciones de noviembre, tal y como quería el presidente pese a las advertencias de los científicos.
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