Qué desastre podría acabar con el mundo en 2021, según el código secreto que habría descifrado un rabino

El rabino Matityahu Glazerson, quien según algunos es experto en las leyes de la Torá, logró descifrar un presunto código secreto escondido en los textos del Antiguo Testamento en el que dice que el fin del mundo llegaría el próximo 21 de diciembre de 2021.

La Torá es el libro sagrado de los judíos y el rabino aseguró que varios de los grandes acontecimientos que han ocurrido a lo largo de la historia estaban escritos en sus códigos ocultos, por ejemplo, el Holocausto, los atentados del 11 de septiembre o la llegada de Donald Trump al poder.

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Pero lo más inquietante es que Glazerson asegura haber descifrado el desastre que acabará con el mundo en dicha fecha.

“Es un mensaje muy interesante. Pronto llegará el Mesías y él acabará y quemará a los enemigos de Israel. Después, la paz y la calma llegará a todo el mundo“, reveló Matityahu Glazerson, quien desde 2016 ha anunciado que el día del juicio final está por llegar.

Según se explica en el diario ABC.es, el rabino dijo en su canal de YouTube que Irán estaría desarrollando una poderosa arma nuclear que aparentemente terminaría a finales del presente año. Además, precisó que en los textos se hallan palabras como “órgano animal”, “chino”, “corona” y “virus”.

Resulta curioso que la fecha del 21 de diciembre resurja nuevamente como presunto día del juicio final. La profecía maya más famosa indicaba que el 21 de diciembre de 2012 llegaría el fin del mundo, lo cual, evidentemente no ocurrió. Sin embargo, una hipótesis que circuló por internet plantea que en realidad la fecha correcta que se indica en el calendario maya es el 21 de diciembre del 2020.

Esto se debe a que cuando cambiamos el uso del calendario juliano por el gregoriano, se eliminaron 11 días para hacerlos coincidir. Al multiplicar esos 11 días por 268 años que tenemos usando el actual calendario, el resultado es de 2,948 días, lo que representa una resta de ocho años que supuestamente fueron retirados. Es decir que, según esta teoría, en el calendario juliano vivimos actualmente el año 2012, y no el 2020.

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