Phil Collins quiere vender en $40 millones su mansión de Miami, pero antes debe echar a su ex

El intérprete británico Phil Collins, de 69 años, ha tenido un 2020 atípico y muy movido, producto de su separación de Orianne Cavey, su exesposa, quien se casó en secreto, en Las Vegas, con Thomas Bates.

La boda de Orianne, celebrada durante el verano, causó gran molestia en el también baterista, quien, sin pensarlo dos veces, enfocó sus esfuerzos en echarla de la propiedad que compartían en Miami, pero no contempló que su ex no solo se negaría a irse, sino que, además, cambiaría las claves de acceso y contrataría cuatro hombres armados para que la protegieran.

Ahora la casa volvió a ser noticia porque Phil tiene la consigna de venderla a toda costa en $40 millones de dólares, de los cuales la mitad serían para su ex, o por lo menos eso es lo que ella pretende recibir.

El destino de la residencia, marcada con el número 5800 del North Bay Road, es todo un misterio, pues Orianne no le permitirá el acceso a los agentes de bienes raíces interesados en mostrar la casa, sin que haya un acuerdo económico previo.

“La ocupación armada de Orianne está interfiriendo con el marketing, y si se pierde una venta debido a eso, estamos preparados para demandar en los tribunales”, declaró un portavoz del músico en entrevista con The Real Deal.

El pleito por la casa entre Orianne y Phil se remonta al mes de agosto, cuando él le puso de plazo el 30 de septiembre para mudarse, pero la defensa de su exmujer peleó y consiguió ampliar el plazo hasta el 31 de octubre.

La vivienda de la discordia fue construida en 1929 y comprada por Phil Collins, en junio de 2015, tras desembolsar $33 millones de dólares.

Tiene una extensión de 12 mil 153 pies cuadrados y cuenta con siete recámaras, 9.5 baños, cocina, comedor, sala de estar, sala principal, sala de televisión, cava de vino, ascensor, estacionamiento para tres vehículos, entre otras habitaciones.

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Se ubica en un terreno de 1.2 acres, por lo que cuenta con extensas áreas verdes, piscina, spa, cocina exterior, cabaña, estanque y muelle hacia la Bahía de Biscayne.

Hasta el 2005 perteneció a Jennifer López, quien se la vendió a Mark Gainor, un hombre de negocios, por $13.9 millones de dólares.

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