Arquitecto de la política migratoria de Trump guarda medidas “extremas” para un segundo mandato
La batalla contra la inmigración podría endurecerse aún más, según exjefe de personal de DHS
La política migratoria de la Administración Trump podría endurecerse aún más en un hipotético segundo mandato del presidente republicano, según reveló este miércoles un exjefe de personal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
Miles Taylor, que escribió en 2018 un artículo anónimo en el New York Times sobre un grupo de “resistencia” dentro del Gobierno, dijo en una entrevista con The Lincoln Project que Stephen Miller, asesor principal del presidente y arquitecto de su política migratoria, tiene “un cajón lleno de órdenes ejecutivas” que Trump firmaría si resulta reelegido en noviembre.
“Antes de irme, un asesor muy senior del presidente, que todos ustedes conocen, me dijo que el segundo término sería asombroso e impactante y que tenía una lista de órdenes ejecutivas en su cajón”, dijo Taylor al grupo de republicanos y exrepublicanos que apoyan al demócrata Joe Biden.
Según explicó el entrevistado,”había cosas que eran inaceptables hacer en un primer término porque sabían que perderían votos porque eran extremas”. Taylor dijo desconocer de qué se trataba específicamente estas órdenes ejecutivas pero apuntó que podrían abordar asuntos migratorios.
Respecto a este tema, Miller reconoció en una entrevista reciente en Associated Press que una de las prioridades en un segundo mandato de Trump sería ampliar los acuerdos de tercer país seguro a todo el mundo para que atiendan pedidos de asilo de personas que buscan refugiarse en Estados Unidos.
El asesor de Trump también adelantó medidas duras contra las denominadas “jurisdicciones santuario”, que protegen a los inmigrantes de la deportación y cuyas autoridades no colaboran con los agentes federales en este aspecto. La política migratorio de un reelegido Trump se enfocaría aún más en la inmigración “basada en méritos” y no en buscar regularizar a los 11 millones de indocumentados que viven en el país.
Todas estas políticas aprobadas a golpe de órdenes judiciales no serán fáciles de revertir para un nuevo presidente. Incluso si el mandato popular decide que Biden sea presidente a partir del próximo enero tendrá que batallar para deshacer el daño que Trump ha causado al sistema migratorio estadounidense y a su repetitivo discurso contra los inmigrantes.