Comenzó empacando diarios y se graduó de Pepperdine
Hernán Venegas, quien llegó sin hablar inglés de su natal Bolivia, es dueño de una importante empresa de distribución
Hernán Venegas distribuye La Opinión desde hace tres años, pero su relación con los medios impresos comenzó hace más de dos décadas, cuando comenzó a empacar ejemplares del Los Angeles Times en el condado de Orange.
En aquel entonces tenía dos trabajos y además iba a la universidad.
Un amigo le pasó la información para laborar en dicha área, así que no lo pensó mucho. Necesitaba un ingreso extra y un horario conveniente.
Después de un tiempo, Venegas se dio cuenta de que había posibilidades de ascender en la empresa. Lo primero que hizo fue pedir una ruta de distribución; era una buena época para los diarios, que imprimían miles y miles de ejemplares día a día.
Como los repartidores eran contratistas independientes, no tenían ningún tipo de prestación social, como era su caso.
Pero sí había para los supervisores y otros puestos relacionados con la distribución del diario, así que cuando Venegas sintió que tenía la experiencia suficiente, se postuló para una vacante que había en la empresa.
“Era un puesto dentro del LA Times para dar mantenimiento a las máquinas [dispensadoras] del periódico”, dijo este hombre, quien en 1992 dejó su natal Oruro, una pequeña ciudad en el altiplano boliviano, para buscar un mejor futuro en este país.
“Iba a clases de inglés como segundo idioma; pero cuando llegué comencé de lavaplatos”.
Venegas no solo se dio cuenta de que en este país había muchas más oportunidades de trabajo que en Bolivia, sino que también podía ir a la universidad, algo que en su país nunca consideró.
“Poco a poco empecé a averiguar”, dijo. “Primero fui al colegio comunitario…”.
Ese ‘poco a poco’ lo llevó primero a Cal State Fullerton, donde se graduó de la licenciatura en administración de empresas. De ahí pasó a la prestigiosa universidad de Pepperdine, donde con becas y ayuda de un programa para empleados del LA Times, terminó la maestría en finanzas y logística.
Eran tiempos de bonanza para los medios impresos, y también para Venegas, pues llegó a ocupar puestos gerenciales en esa empresa, que entonces era propiedad de la Tribune Company, corporación que aglomeraba varios periódicos y estaciones de televisión en todo el país. En un momento estuvo a cargo de la distribución del Times, con cientos de empleados, en todo el condado de Orange.
El 2001 fue un parteaguas para su vida
El Times decidió eliminar su departamento de distribución y dejó esa tarea a contratistas independientes. Venegas compitió para un área y ganó la del Este de Los Angeles, una zona que incluía —además de peligros y no mucha demanda de diarios— unas 50 rutas.
“Las mejores áreas se las daban a las personas que pensaban que eran las más capacitadas”, dijo. “Luego me movieron más al sur, a una área más grande”.
Tiempo después, quien tenía a cargo la repartición del diario en el condado de Orange se retiró y le ofrecieron esa área a Venegas, quien para entonces ya tenía su compañía establecida, Venegas Distribution.
Actualmente, esta empresa reparte 30,000 ejemplares diarios, entre ellos el Times, el OC Register, el New York Times, el Financial Times y La Opinión. Son cerca de una docena de medios.
A pesar del dramático declive en la circulación de los periódicos del país, la empresa de Venegas todavía surte ejemplares en aproximadamente 3,000 puntos, entre casas, tiendas, gasolineras y máquinas dispensadoras.
Lo ayudan unos 100 empleados, la mayoría contratistas independientes.
Ahora este negocio ya no es tan rentable, y Venegas lo sabe. Él ha sido testigo del auge y del gradual declive de esta industria.
“Va a llegar el momento en que ya no habrá periódicos”, dijo. “Pero ahora tratamos de que el declive sea menor, pero obviamente se ha ido acelerando, y ahora con la pandemia fue devastador”.
Venegas previó esta situación, y por eso se diversificó como empresario. Además de la compañía de distribución, tiene un negocio que provee equipo médico.
Su plan es continuar con su compañía de distribución hasta donde sea posible. Si bien es imposible que la tendencia se revierta, lo cierto es que todavía existe demanda por los diarios impresos, y mientras eso suceda, Venegas dice que estará ahí.
“Lo que hacen es consolidar cada vez más, y llegará el momento en que ya no habrá cómo hacerlo”, expresó acerca de cómo cada vez hay menos empresas que distribuyen los diarios porque cada vez este producto se imprime menos.
“Ya no hay futuro pero tampoco lo doy por terminado, y vamos a seguir en la lucha hasta que se termine”.