“Quiero ser voluntario para probar la vacuna contra COVID-19 en México”

Los mexicanos se declaran listos para participar en busca de una cura de la pandemia por parte del laboratorio chino CanSino Biologics

Mardonio Reyna será uno de los mexicanos que buscará ser voluntario para probar la vacuna

Mardonio Reyna será uno de los mexicanos que buscará ser voluntario para probar la vacuna Crédito: Mardonio Reyna | Cortesía

A ratos, Francisco Avilés está harto. Del encierro y el desempleo. De improvisar para sobrevivir, de esquivar el coronavirus, de mirar a su hijo estudiar on line, lejos de los amigos que en la preparatoria se vuelven lazos de por vida por la convivencia diaria y la fiesta. Pero, sobretodo, de ver morir a gente que ama.

—Desde que empezó la pandemia han muerto cuatro de mis amigos — lamenta.

Este comunicador social que en otros tiempos fue vocero de uno de los grupos de poder mas importantes del país, quien coordinaba agendas de artistas de la talla de la mejor bailarina del mundo, Elisa Carrillo, lamenta este tiempo y lo enfrenta sin dudas.

Buscará ser uno de los voluntarios para la prueba en contra del COVID-19 que comenzará a realizarse en la Ciudad de México esta semana después de montar bien un protocolo, según explicaron las autoridades de salud.

Tiene más miedo de seguir viviendo con miedo a ser un conejillo de indias. Ya lo pensó bien. Si lo aceptan como voluntario, mandaría a su hijo adolescente unas semanas con la mamá (es un padre divorciado con la custodia del niño) y se echaría a la cama a ver series de Netflix, en espera de posibles síntomas. A tolerarlos, a verlos evolucionar, a sentir que hace algo por la humanidad.

Ensayos previos con vacunas en prueba como Moderna o AstraZeneka en Estados Unidos y Reino Unido han revelado que, aunque las consecuencias de las pruebas no han sido mortales, sí pueden llegar a se molestas.

Luke Hutchison, un biólogo de 44 años de Utah, dijo a la cadena norteamericana CNBC que se inscribió en el ensayo de fase 3 de Moderna porque está sano, en buena forma física y cree firmemente en las vacunas. Específicamente quería apoyar el esfuerzo de Moderna, ya que estaba intrigado por el enfoque basado en ARN de la empresa.

Después de ponerse la vacuna, Hutchison se sintió un poco mareado durante varios días con fiebre baja  y sin más síntomas. El problema vino después, cuando se colocó la segunda inyección porque lo mandó a la cama con más de 38°C, temblores, escalofríos, un fuerte dolor de cabeza y falta de aire. “Apenas dormí esa noche… luego todo volvió a la normalidad”.

Moderna y Pfizer reconocieron que sus vacunas podrían inducir efectos secundarios, pero, quienes participaron, los aceptaron y firmaron su consentimiento. En el caso de CanSino Biologics, el laboratorio de origen chino que prueba su vacuna en México, también tiene considerado síntomas leves similares a los del COVID-19.

En Guerrero —donde inició la prueba en Fase III el pasado viernes — los participantes confirmaron a medios de comunicación locales que se les hace la advertencia de los efectos secundarios. Por su parte, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, afirmó frente al presidente Andrés Manuel López Obrador que la vacuna pasó “por un riguroso” proceso de prueba de sus fases I y II con amplio grado de éxito.

“Las autoridades sanitarias mexicanas así como otras internacionales cuentan con toda la información de la vacuna aplicada previamente y contarán con información en tiempo real del desarrollo de la fase III en México que será coordinada por la Cofepris (Comisión Federal de Protección y Riesgos Sanitarios)”.

El ensayo de esta fase III se realizará en distintos centros de salud de todo el país seleccionados a partir de su “alto rigor científico”. Estos se encuentran en 12 estados: Chihuahua, Durango, Nuevo León, Jalisco, Aguascalientes, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Quintana Roo, Veracruz, Puebla, Hidalgo y CDMX.

Del dolor a la dignidad

Alejandro Zedillo, un amigo muy cercano de Francisco Avilés murió muy pronto, casi al inicio de la pandemia. Cierto que tenía diabetes y no era el hombre más sano del mundo, pero era joven y entusiasta, en cambio. “Lo que pasó es que lo atendieron mal como a muchos otros, como a mis otros amigos que fallecieron por coronavirus”, recuerda.

Los cuentos de las familias de las víctimas es el mismo. Llegaron al hospital infectados  por el coronavirus aunque estables, aún sin necesidad de respirador. A todos los regresaron a casa los regresan sin medicamento, antibiótico, retrovirales, ni anticoagulantes. Luego sS=e agravaron hasta la falta de oxígeno.

Francisco Avilés (de pie) cuando podía reunirse con amigos sin temor al coronavirus.
Francisco Avilés (de pie) cuando podía reunirse con amigos sin temor al coronavirus.

Entonces volvieron otra vez al hospital en busca de ayuda médica aunque ya era tarde: el COVID-19 había evolucionado a un punto irreversible. La negligencia también mata, concluye Francisco Avilés. “Con la vacuna habría menos oportunidad de negligencia”.

México tiene la tercera tasa de letalidad en el mundo, con un 9.63% de pacientes mortales después de contraer el virus, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud. Diversas razones lo explican, desde la intransigencia social para guardar las medidas recomendadas de sana distancia así como las características el sistema de salud.

Por ello, muchos mexicanos consideran que, de algún modo, el ser voluntarios es su modesta manera de contribuir a frenar la situación que se ensaña con los suyos. “Es lo mínimo que puedo hacer”, advierte Mardonio Reyna, un empresario binacional que pasa la vida entre Los Angeles y El Mogote, un pequeño poblado del estado de Guerrero.

Los guerrerenses fueron los primeros en sumarse a la prueba de CanSino Biologics. Entre otras cosas porque el COVID-19 se ha ensañado con muchas de sus pequeñas y empobrecidas ciudades, entre ellas, el famoso puerto de Acapulco y en regiones como la Montaña donde la tradición migratoria les pasó la factura: ahí llegaron desde Nueva York muchos oriundos quienes, huyendo de las primeras oleadas, exportaron la enfermedad.

Mardonio Reyna buscará ahí, en Guerrero, el centro de salud  más cercano para alistarse. Hace unos días tomó consciencia de los sacrificios que se hacen al país para salir adelante frente al coronavirus en México. Fue a través de un video que encontró en internet filmado por un enfermero en Chihuahua antes de morir.

Mardonio Reyna con algunos amigos en febrero pasado, poco antes de que se declarara la pandemia en México
Mardonio Reyna con algunos amigos en febrero pasado, poco antes de que se declarara la pandemia en México

“Su hermana había muerto y él también se había contagiado y cuando iba a ser tratado con oxígeno tuvo el valor de filmarse y decir que todo iba a estar bien, que había que echarle ganas y después murió”, describe. “Me conmovió muchísimo, me hizo llorar y ser más conscientes de lo que está pasando, del esfuerzo de mucha gente”.

El canciller Ebrard dijo que se necesitarán 15,000 voluntarios para la vacuna en todo el país. Si funciona, se espera que todos la reciban.

La convocatoria se ha hecho a través de laboratorios, clínicas de salud y hasta por correo y teléfono como en Nuevo León, donde la subdirectora del Hospital Metropolitano, Amalia Becerra, anunció recientemente una cuenta de Gmail para la suscripción (vacunacovid.metropolitano@gmail.com) o mediante el número 81-83- 50-16-03.

En la CDMX, donde se buscan a 5,000 capitalinos, la coordinación la realiza el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”  y  los centros de salud José Castro Villagrán, David Fragoso Lizalde, y Pedregal de las Águilas. Guillermo Ruiz Palacios, jefe del departamento Clínico de Epidemiología dijo que los voluntarios recibirán atención médica en caso de presentar efectos secundarios relacionados con la vacuna y tendrán un seguro de vida.

En conferencia de prensa el funcionario detalló que se hará una primera evaluación a los 28 días y a los 12 meses posterior a la vacunación; la evaluación de eventos adversos severos se llevará a cabo dentro de 12 meses posterior a la vacunación en todos los participantes.

Los participantes recibirán apoyo para sus traslados; no recibirán ningún pago. En el protocolo podrán participar personas con enfermedades crónicas como diabetes, siempre y cuando tengan un buen control de su enfermedad. Entre los requisitos para acceder a esta vacuna es ser personas sanas y mayores de 18 años, y no haber tenido COVID-19. Deberán llenar un formato de preinclusión y en caso de ser seleccionados se les dará una cita.

Si Francisco Avilés o Mardonio Reyna no resultan electos, no queda en ellos, dicen. El intento lo harán, ¿qué más se puede hacer en este momento?

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