“Mi hija de 12 años murió de Covid; no es una gripe, esto es muy real”, advierte una madre

El virus no solo afecta a los mayores y a las personas con patologías previas

Las camas de cuidados intensivos podrían llenarse a mediados de diciembre.

Las camas de cuidado intensivo podrían llenarse a mediados de diciembre. (Getty Images) Crédito: Justin Sullivan | Getty Images

La familia de la pequeña Francina todavía no puede creer que ya no esté con ellos. La niña tenía solo 12 años y murió por coronavirus en España.

Ruth, la madre de Francina, junto a su marido Elías, ha querido contar la historia de la muerte de su hija para que llegue a otras personas en todo el mundo y no solo ayude, sino que también remueva conciencias.

Estos padres, completamente devastados, quieren recordar a los demás la necesidad de protegerse y “proteger a los nuestros” porque Francina “había superado una operación a corazón abierto siendo bebé, cuatro cateterismos, neumonías, gripes…. porque era una luchadora, pero no ha podido con esto”, dijo la madre a La Nueva España.

Francina nació con el síndrome de Mowat Wilson, una anomalía congénita que la encasillaba en el grupo de mayor riesgo frente a la pandemia, ya que su corazón y sus pulmones eran delicados.

“Los niños con este síndrome nacen con los órganos como no acabados, sin madurar. Francina tenía retraso intelectual, autismo, atonía, epilepsia…”, pero lo que a nivel sanitario destacaba eran sus problemas de corazón. También los pulmonares, funcionaban al 20 y al 60%.

Los padres sabían que su hija tenía una salud frágil, que algún día se iría. Sabían que “tenía fecha de caducidad”, dice la madre, pero no pensaba que fuera a ser ahora

“Ella llevaba un pulso con la muerte desde que nació y puede que yo, por todo eso, ya lleve la mitad del duelo hecho por mi hija”, reconoce Ruth.

Esta madre, a pesar de todo, rechaza la idea de que solo los mayores o los más vulnerables son los que más se exponen a contagiarse y morir en esta pandemia.

“Sí, mi hija tenía muchas patologías previas pero que la gente entienda que de esto no solo están muriendo los mayores de 90 años, que hay gente joven con o sin patologías que también ha muerto o que lo están pasando mal“.

Ruth se ha propuesto un único objetivo ahora: contar su historia para que se entienda el sufrimiento que hay detrás de este virus. No solo se trata del dolor de perder a un ser querido, sino que a eso se une perderlo así.

“Desde que nació vivíamos pensando que se podía morir cualquier día, pero morir por la covid no es lo mismo. Es la soledad absoluta”, explica la madre a los medios locales.

Los enfermos de covid-19  están en aislamiento desde que entran en el hospital. Esto, advierten los expertos, genera una sensación de irrealidad en la familia. No puedes estar cerca del enfermo, ni siquiera  puedes despedirte en los últimos momentos con un beso y un adiós.

La pequeña empezó a tener fiebre el viernes 6 de noviembre después de que una compañera de su colegio diera positivo.  La fiebre siguió y cuatro días después la niña tuvo que ingresar de urgencia en el hospital de Sagunt, en España.

“Mi hija salió de casa el día 10 de noviembre camino del hospital de Sagunt y yo no pude ir con ella porque también había dado positivo”. Fue la última vez que la vio con vida. Su estado empeoró y en cuestión de 48 horas, la pequeña fue trasladada a la UCI.

Nueve días después de entrar en la UCI, llegó la trágica noticia. La pequeña no pudo superar el virus.

“Quiero que este dolor que sentimos sirva para algo, para que la gente entienda que esto no es una gripe, que es muy real y para pedir que la gente se cuide, lo haga de verdad, sobre todo de cara a las Navidades, porque por Covid no solo se están muriendo los mayores”, concluye la madre.

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