Madre demanda justicia para su hijo asesinado por agente del LAPD

Un fallo de la Comisión de Policía encuentra que los dos últimos tiros de seis que le dispararon no se justificaban

La familia de Daniel Hernández confía en que fallo de la Comisión de Policía ayude a obtener justicia. (Cortesía María Hernández)

La familia de Daniel Hernández confía en que fallo de la Comisión de Policía ayude a obtener justicia. (Cortesía María Hernández) Crédito: María Hernández | Cortesía

Desgarrada por el dolor, María Hernández, la madre de Daniel Hernández quien en abril pasado murió a manos de una agente del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), espera que el fallo de la Comisión de Policía que determinó que la oficial Toni McBride violó las políticas al continuar disparando a su hijo, ayude a hacer justicia.

“No tendremos paz hasta que la oficial que le quitó la vida a mi hijo sea enjuiciada. No hay derecho a que siga trabajando como si nada hubiera pasado. Mi hijo estaba desorientado cuando ella le disparó. ¡Es una asesina! ¡Es una terrorista!’, clamó la madre.

La resolución de la Comisión de la Policía de Los Ángeles ha arrojado una luz de esperanza a la posibilidad de que se haga justicia para Daniel Hernández.

La Comisión de Policía de Los Ángeles acaba de concluir que el uso de la fuerza letal contra Daniel no cumplía con las reglas y políticas del LAPD. La oficial McBride disparó seis tiros a Daniel. La Comisión de Policía concluyó que los cuatro primeros fueron dentro de los lineamientos del LAPD, pero el quinto y sexto no se justificaban.

“Esta conclusión tendrá un impacto tremendo en la decisión del fiscal estatal quien va a decidir si se entablan cargos penales contra la oficial involucrada y si se va a juicio”, dijo el abogado Arnoldo Casillas, quien ha entablado una demanda civil y otra penal contra el LAPD y la agente McBride de parte de la familia por la muerte de Daniel. “Nosotros queremos un juicio y que se le castigue por hacer uso excesivo de la fuerza letal para matar a Daniel“.

Los hechos ocurrieron el 22 de abril como a las 5:38 de la tarde en el sur centro de Los Ángeles donde Daniel creció y vivía con sus padres.

Daniel conducía su auto cuando participó en una colisión múltiple sobre las calles San Pedro y 32. Algunos testigos llamaron al 911, y reportaron que un hombre portaba una navaja, y amenazaba con cortarse así mismo.

La agente del LAPD, Toni McBride fue quien llegó al lugar de los hechos.  Un video tomado por la cámara en el uniforme de la propia oficial muestra que repetidamente le dijo a Daniel que tirara la navaja para abrir cajas que portaba en la mano, mientras avanzaba hacia ella.

La agente McBride accionó su arma y le disparó pese a que la distancia entre ambos era grande.  El abogado Casillas estima que era de 36 pies.  La oficial continuó con los disparos aún cuando Daniel ya había sido derribado y yacía en el piso.

Mientras que la Comisión determinó que el quinto y sexto tiro no se justificaban; el jefe del LAPD, Michel Moore encontró que la oficial McBride respondió al incidente de acuerdo a sus políticas de tiroteo.

María dice que su hijo se ganaba la vida haciendo una infinidad de trabajos, desde instalar alfombras, limpiar patios, pintar y hacía toda clase de arreglos

“Era un súper papá, muy dedicado, un buen amigo, hermano y tío de sus 23 sobrinos”, dice su madre. Daniel era el séptimo de sus nueve hijos.

Él tenía una hija, Melanie, quien el 4 de diciembre cumplió 15 años.

Daniel Hernández con miembros de su familia. (Cortesía María Hernández)

El abogado Casillas explica que la familia teme que no haya una verdadera justicia para Daniel debido a que el padre de la agente que le disparó, el oficial Jamie McBride tiene mucha influencia en las filas policiacas al ser el director del Sindicato de Policías de Los Ángeles.

Lo bueno que hizo la ex fiscal del condado Jackie Lacey fue mandar el caso al fiscal estatal Xavier Becerra; y será su equipo quien haga la investigación y determine si se va a a juicio”.

Desafortunadamente debido a COVID-19, el proceso ha sido más lento de lo normal, pero el abogado espera tener una decisión de la Fiscalía Estatal antes de que se cumpla un año de la muerte.

“La agente dice que fue asesinato en defensa propia, pero nosotros estamos buscando que el asunto se resuelva en un juicio y que sea declarada culpable’.

La oficial McBride tiene 23 años. “En las redes sociales se proclama como una figura pública que ama las armas y presume sus proezas en las competencias de tiro”, dice el abogado.

El LAPD no comenta sobre casos en litigio, pero la abogada de la agente Toni McBride, Larry Hanna, dijo que ella disparó en defensa propia y porque había muchos civiles en el lugar de la escena, Además, argumentó que lo hizo movida porque Hernández ignoró varios llamados a detenerse y tirar la navaja.

El abogado espera que tras el brutal asesinato del afroamericano George Floyd de parte de un policía en Minneapolis en mayo, haya más conciencia y decisión para juzgar a los policías que hacen uso excesivo de la fuerza.

“Nosotros como comunidad hispana siempre hemos vivido estas injusticias , pero lo sucedido con George es importante para que otras comunidades que tradicionalmente han respaldado a los policías se den cuenta de este tipo de brutalidad policiaca”.

Video del LAPD de la cámara corporal: https://www.youtube.com/watch?v=PtSSNn_0GCU&feature=youtu.be&bpctr=1596642520

La familia de Daniel a través del abogado Casillas ha presentado dos demandas federales contra el LAPD y la agente McBride.

Una de las demandas es de corte civil para obtener una indemnización; y la otra, es penal para que se castigue a la agente.

“La indemnización es un remedio inútil porque a las policías no les duele económicamente ya que no sale de su bolsillo, pero es el recurso que se conoce. En mi experiencia, rara vez se castiga a los policías en lo penal. No sabemos cuál va a ser el impacto después del asesinato de Floyd porque no ha habido juicios por la pandemia”.

Mientras se llevan a cabo las investigaciones, María, la madre de Daniel, vive una pesadilla. “Exijo que a la agente que le quito la vida a mi hijo, le remuevan sus derechos, su placa y título. No debe trabajar en la policía y seguir libre. Es un peligro. Ha dejado a una hija sin su padre”.

Agrega que los policías que matan haciendo uso excesivo de la fuerza, deben ser juzgados.

“Me han quitado a mi hijo. No tenían derecho a privarlo de su vida”.

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