Madre de marine deportada hace un año pone sus esperanzas en Kamala Harris
Rocío Rebollar tiene a toda su familia en San Diego, ciudad donde vivió por 30 años sin haber cometido una infracción o un delito
Rocío Rebollar es madre de un teniente de inteligencia de la Marina. Crédito: Manuel Ocaño | Impremedia
A un año de vivir en deportación en Tijuana, la señora Rocío Rebollar, madre de un teniente de inteligencia de marines a quien el ICE expulsó del país, se siente triste pero renueva esperanzas de que su caso sea revisado y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, intervenga para que pueda regresar a California.
“Continúo, voy a pelear mi caso, espero regresar a mi casa, y gracias a Dios que ganaron la elección el presidente electo, Joe Biden, y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, porque para mí es una esperanza”, dijo doña Roció Rebollar Gómez a La Opinión.
El recuento de este año lejos de sus tres hijos, sus dos hijas en San Diego y su hijo en las fuerzas armadas, a menudo en el frente de batalla, “ha sido muy difícil”, reflexionó.
Bastó menos de media hora para que su vida cambiara completamente el 3 de enero del 2020.
La señora, en compañía de hijo, el teniente Gibram Cruz, se presentó a un cita del ICE en el centro de San Diego. Su abogada había pedido una extensión de un mes, mientras recibía una comunicación de la oficina de la senadora Kamala Harris, que intercedía en favor de la señora Rebollar.
El ICE dijo a la abogada y al teniente que tenían que solicitar la extensión en un edificio cercano, pero en cuanto ambos salieron, “a mí me bajaron al sótano, me metieron en una van y salieron directamente a la frontera”, dijo doña Rocío.
“Les iba a explicar, pero uno de ellos me dijo que no tenía derecho de hablar. No fue ni media hora cuando ya estaba yo en Tijuana”, recordó.
Para la señora Rebollar, “todo fue una fuerte represalia del ICE, porque mi caso, por ser madre de mi hijo militar, se conocía en el mundo”.
Había vivido cerca de 30 años en San Diego sin tener antecedentes penales, “porque nunca fui criminal, sino que el ICE me criminalizó, como ha criminalizado a tantas madres y familiares de militares”.
A finales de los años noventa una vez y dos ocasiones en la década siguiente, doña Rocío fue localizada en centros de trabajo y deportada, pero como primero su hijo y luego también sus dos hijas quedaban solas en San Diego, se las ingenió para volver a California.
Hace un año tenía una pequeña empresa y estaba comprando su casa.
Para ella, la deportación “ha sido una injusticia de la que derivaron otras injusticias”, platicó.
Su mamá pereció este año que termina en un hospital de San Diego y doña Roció tuvo que esperar, lista para salir de su casa, en vano a que le avisaran si le otorgaban una visa humanitaria para despedirse de su madre, en el hospital apenas 30 millas al norte de la frontera.
De las ocasiones en que el llanto interrumpió a la señora en su plática con La Opinión, el recuerdo de su madre fue el más doloroso para ella.
También lamentó al recordar a sus hijos, su casa, su hogar. “Yo fui en San Diego una mujer que nunca tuvo problemas con nadie”. Sola cuidó de sus tres hijos y apoyó a su mamá.
“En realidad nunca he sido un riesgo, ni una carga; tengo tres hijos, los tres universitarios y nunca he pedido ayuda oficial, nunca he pedido ningún tipo de beneficio. He trabajado incansablemente para sacar a mi familia adelante”, platicó.
“Se dice fácil comprar una casa en San Diego, pero no cualquiera puede hacerlo, yo lo hacía, dedicada a ayudar a mi familia con mi pequeño negocio”, agregó.
Doña Rocío ha hecho algunas amistades en Tijuana, aunque dice que prefiere no salir mucho. Hace meses comenzó a vender suplementos naturales como alternativas sin efectos secundarios. Un trabajo que le permite seguir adelante.
La Opinión preguntó a la señora Rebollar qué es lo que ella quiere que la gente en California lea sobre ella y su vida en deportación.
“Tengo muchas esperanzas en que este cambio que se logró con la participación masiva de los latinos en la elección va a traer algo bueno para todos; todos estamos a la expectativa de ver lo bueno que viene a continuación”, dijo.