Joven madre pierde su vida, sus dos menores hijos necesitan tu ayuda

Muere esperando por un transplante de hígado; los niños quedan al cuidado de los abuelos

Erika Murcia muere esperando un trasplante de hígado. (Cortesía Julio Murcia).

Erika Murcia muere esperando un trasplante de hígado. (Cortesía Julio Murcia). Crédito: Cortesía

Después de 5 meses de permanecer postrada en una cama del área de cuidados intensivos del Hospital Ronald Reagan de UCLA, Erika Murcia, una joven madre soltera perdió su vida mientras esperaba por un trasplante de hígado. Al morir el 15 de diciembre, dejó en la orfandad a sus dos menores hijos, Layla de 3 años y Nathan de 7 años.

“No dejo de pensar en mi hija, pero también estoy preocupado por mis nietos. Le prometí a Erika, velar por ellos y darles una buena educación”, dijo Julio Murcia, padre de Erika quien hizo un llamado a la comunidad angelina para que apoyen con donativos para la educación de sus nietos.

 “Debido a mi avanzada edad, 75 años, estoy preocupado por su futuro”, confió.

Leyla y Nathan Murcia necesitan de tu ayuda. (Cortesía Julio Murcia)

Erika, su hija nació en EE.UU. en 1990. Sus padres son inmigrantes de El Salvador. Ella murió a los 30 años de edad. Julio y Roselia, sus progenitores, lucharon hasta el último minuto para que recibiera un trasplante de hígado; pero por más esfuerzos que hicieron, no fue posible.

Su vida dependía de un trasplante. Debido a sus problemas de alcoholismo, una regla administrativa hospitalaria le impuso un castigo de 6 meses para recibirlo”, recordó su padre.

“La consideraban como responsable de su propia enfermedad, el alcoholismo, ignorando que muchas personas se refugian en el alcohol por una pena, un problema, acoso, o sencillamente como una forma de escape”.

Fue el 11 de julio del verano pasado, cuando le avisaron que Erika estaba muy grave en el Hospital Presbiteriano de Los Ángeles. Al día siguiente la trasladaron al Hospital Reagan de UCLA. 

El diagnóstico fue cirrosis, y la única forma de salvarla era el trasplante”, señaló Julio.

Cuando todavía podía hablar, su hija les platicó que en lugar de darle ánimos, los médicos y trabajadoras sociales le advertían que le quedaba poco tiempo de vida; y le decían que se fuera despidiendo de sus seres queridos. Sin embargo, su padre reconoció que fueron las enfermeras las que la motivaron y reconfortaron. “Fueron muy amables con ella”.

Platicó que en octubre pasado, un doctor del hospital recomendó enviarla a un centro de convalecencia, pero al empeorar su estado de salud, la metieron de nuevo a cuidados intensivos. “Por fortuna, siempre me dieron acceso a visitarla cada día en su cuarto, pero no a sus hijos”.

Julio dijo que hasta el momento no sabe la causa exacta de la muerte de su hija. “He pedido los récords médicos, pero no me los han entregado”.

Erika Murcia rodeada de sus hijos y padres. (Cortesía Julio Murcia)

Enrique Rivero, portavoz del Hospital Ronald Reagan de UCLA, declaró a La Opinión en el verano, que debido a las leyes de privacidad del paciente, UCLA Health no discute los casos específicos de los internos. “UCLA Health es muy exitosa para asegurar la más alta probabilidad de éxito con los trasplantes; y hacer el mejor uso del número limitado de órganos donados”. 

El vocero confirmó la regla que impidió que Erika recibiera un trasplante. “A los pacientes con una historia de abuso de sustancias se les requiere que demuestren seis meses de sobriedad antes de recibir un trasplante. Seis meses es un espacio de tiempo normal y es lo que mayormente demandan las aseguradoras”.

Julio mencionó que su hija hubiera tenido muchas probabilidades de salvarse si no le hubieran aplicado la regla administrativa que bloqueó su trasplante. Y citó un reciente estudio piloto que demostró que el trasplante hepático temprano mejora la supervivencia de los pacientes con un primer episodio de hepatitis alcohólica grave que no responde a la terapia médica.

“Toda esta experiencia ha sido terrible. Los médicos prestan el Juramento de Hipócrates y se comprometen a anteponer la vida por sobre cualquier otro interés. Ese no fue el caso de mi hija”.

Erika Murcia el día de su graduación. (Cortesía Julio Murcia)

Lamentó que los gobiernos permitan y fomenten el consumo del alcohol porque es una enorme ganancia en impuestos y multas. “Después tristemente ignoran a las personas que han caído en las garras de este vicio”.

La página de GoFundMe para enviar donativos a los hijos de Erika es: https://www.gofundme.com/f/young-mother-lost-her-life-her-two-kids-need-help. También puedes enviarlos usando la aplicación Zelle de tu banco a: Julio César Murcia, con su número de teléfono 818-290-2953.

El martes 12 de enero, a las 10 a.m. será el funeral  de Erika en el cementerio Pierce Brothers Valhalla de la ciudad de North Hollywood, localizado en el 10621 Victory Bulevar. El funeral será el lunes 11 de enero, de 3 a.m. a 6 p.m. en la Funeraria del Ángel de Panorama City.

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