Afromexicanos, discriminados en ambos lados de la frontera
Tanto en su país de nacimiento como en Estados Unidos, este grupo lucha contra el racismo, la desigualdad y reconoce el legado y lucha del doctor Martin Luther King Jr., como propia.
“El indio y el negro son discriminados y catalogados como ignorantes”, afirma Juan González Angelito, un afromexicano originario de Copala, en la Costa Chica de Guerrero.
En la celebración del natalicio del doctor Martin Luther King Jr., líder afroamericano de los derechos civiles, afromexicanos residentes en Estados Unidos relataron a La Opinión que el racismo contra ellos es más evidente en su país natal que en esta nación.
“Uhh, compadre, si le contara; hay más racismo en México que en Estados Unidos”, afirma Juan González Angelito, quien emigró a Estados Unidos en 2003.
“Alla te dicen negro, prieto, negro collante (negro de Collantes, un municipio de Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca) negro cambujo (negro flojo) y un montón de apelativos como negro color azabache, o te dicen que tienes color de llanta”, explicó
“A mí no me duele ni me ha traumado, pero eso yo lo viví desde que estaba en la primaria”, agrega. “Hasta los mismos maestros eran racistas con uno. No se diga de los niños en las escuelas que para los juegos en equipo escogían a unos y a otros nos apartaban solo por ser negros”.
Juan González Angelito asegura que la discriminación en México se da incluso a nivel oficial, en entidades gubernamentales porque los afromexicanos no pueden identificarse como una raza o etnia particular.
“En las actas de nacimiento el ser negro no existe; no existe un documento que nos reconozca que existimos como etnia”, asegura.
Un censo interino de 2015 indicaba que la población negra de México era 1.4 millones, o 1.2% de su población. En el estado de Oaxaca, uno de los más pobres, los negros conforman el 5% de 3.9 millones de habitantes.
“Creo que en México, la sociedad no acabó de reconocer la asimilación de la raza afromexicana, aun cuando después de la guerra de independencia Vicente Guerrero, de descendencia afroamericana se convirtió en el segundo presidente de México”, comenta el profesor Armando Vázquez, historiador y cofundador del Departamento de Estudios Chicanos en la Universidad Estatal de California, Long Beach (CSULB).
“En México, el negro habla solo español como cualquier otro mexicano; esa es su identidad, pero lo cierto es que no se le ha reconocido ni se le ha dado la atención que merece a esa población”, agregó.
De hecho, tras el proceso inicial de la conquista de México, el gobierno de la Nueva España impuso un sistema de castas que reguló la interacción racial y el aparato socioeconómico en donde los derechos de los europeos estuvieron por encima de todos; mientras que los africanos traídos como esclavos al “Nuevo Mundo” quedaron en la parte más baja de la sociedad.
“Mi abuelo me contó que a mis antepasados los capturaron entre 1500 y 1600 en Senegal y Costa de Marfil; los trajeron encadenados a América para venderlos y hacerlos esclavos”, relató Juan González Angelito. “Por él conocí que el primer libertador de América fue un negro cimarrón llamado Gaspar Yanga”.
En 1570, aquel africano se rebeló contra las condiciones de esclavitud en la plantación de cania, Nuestra Señora de la Concepción, en Veracruz, y lideró uno de los primeros levantamientos de esclavos que tuvo éxito; después estableció uno de los primeros asentamientos de negros libres en el continente americano.
“Ya soy más indio que negro”, indicó Aniceto Polanco, un mexicano de 53 años, originario de la Costa Chica en Guerrero y residente en Compton.
“En México, el indio y el negro son discriminados básicamente porque los consideran personas ignorantes”, dijo Polanco.” Aquí, en Estados Unidos no es tanto problema; incluso donde vivo cuando voy a una tienda los niños afroamericanos nos reconocen bien y se sorprenden cuando les dicen a sus madres, ¡mira a ese negro, habla español!… cuál negro, si soy mexicano!, pero soy parte de una raza que en México no existe en el papel, y eso es discriminación”.
También activista social en la Coalición Derechos Plenos para los inmigrantes, cuya efigie de batalla es la imagen del doctor Martin Luther King Jr., líder de los derechos civiles, dijo que “los afromexicanos, los inmigrantes y los negros siempre hemos peleado por una mejor calidad de vida”.
“Nuestra lucha es contra las injusticias y el racismo contra la gente vulnerable que trabaja, se entrega y engrandece con el sudor de su frente a esta nación”, añadió. “La lucha del doctor Martin Luther King Jr., es la de nosotros también, es un ejemplo y tenemos la obligación de seguir sus pasos para conquistar nuestra libertad que está atada a una reforma migratoria”.