COVID-19 golpea al Departamento de Policía de LA: suman 6 fallecidos

Entre los bomberos ha habido dos bajas a causa de la pandemia

Cientos de agentes del LAPD han enfermado de COVID. / fotos: Aurelia Ventura.

Cientos de agentes del LAPD han enfermado de COVID. / fotos: Aurelia Ventura.  Crédito: LA Opinión

La oficial hispana Sandra Peel se siente bendecida de que ella y su esposo también agente del Departamento de Policía de Los Ángeles hayan logrado sobrevivir al coronavirus.

“Estuvimos enfermos durante dos semanas. El 16 de diciembre me diagnosticaron positiva al COVID; y a los dos días, mi esposo y mi hija de 9 años también contrajeron el virus”, relata.

A la oficial Peel y a su familia le llevó dos semanas recuperarse. “Ya para el último día del año, comencé a sentirme bien. Aunque pasamos unos días muy tristes porque además mi papá murió de COVID, el 22 de diciembre, sin que yo me pudiera despedir de él, pero me siento muy bendecida de haber sobrevivido”.

No todos los oficiales del LAPD han logrado superar el coronavirus. De 13,000 empleados, 2,481 han salido positivos al virus, y 6 han fallecido. En la actualidad 644 se recuperan en sus casas, dijo el comandante Alfredo “Al” Labrada, subjefe del Buró Central del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD). 

Los fallecidos son el oficial Philip Sudario del sur de Los Ángeles; la sargento Amelia “Terry” Martínez de 53 años, quien trabajaba en el área de Hollenbeck; el oficial Valentín Martínez de 45 años asignado a la División Mission; el sargento Fred Cueto, un veterano de 22 años en el LAPD; y los civiles: Erica Nicole McAdoo, guardia de las cárceles del LAPD – la primera en morir de COVID- ; y Raymond L. Guerrero, un despachador de la División de Comunicaciones.

Los agentes están muy expuestos al COVID aún con todos los protocolos de prevención. / Archivo.

Vivir para contarla

La oficial Sandra dice que los síntomas de COVID comenzó a sentirlos cuando se dio cuenta que estaba muy cansada y tenía mucho frío aún con la calefacción puesta. “Me iba a poner a hacer ejercicio, pero no pude, estaba exhausta”.

Esa noche despertó con escalofríos y fiebre. “Sentía que me quemaba”. A los dos días, su esposo y su hija de 9 años ya estaban contagiados de COVID. “Los resultados de mi hijo de 8 años resultaron inconclusos”, recuerda.

Su mayor temor era enfermar a su madre y a sus hijos. “Al principio, traté de que se los llevaran a otra casa para no exponerlos, pero el pediatra me dijo que era mejor no moverlos, porque era probable que ya tuvieran el virus y se corría el riesgo de que contagiaran a otros en otro hogar”.

Esas dos semanas con COVID fueron muy difíciles. “Tuve dolor de espalda, escalofríos, náuseas. Mi esposo perdió 11 libras porque no podía comer nada”.

Confía que se llegó a sentir muy deprimida. “La pasamos durmiendo y descansando, pero fue muy duro no poder disfrutar la Navidad. Sabíamos que no podíamos salir, pero al menos queríamos pasarla sanos y darles sus regalos a los niños”. 

El trance más triste lo vivieron el 22 de diciembre, cuando su padre murió de COVID a los 69 años de edad. “Él fue hospitalizado por una condición cardiaca, pero a la semana de estar en el hospital se contagió de COVID, y después de un mes, murió”, dice con tristeza.

Sin embargo, la oficial Peel está contenta de que ella y su esposo ya regresaron al trabajo. “Lo único que no he podido recuperar es el sentido del gusto y el olfato al 100%”.

Cree que se contagió en el trabajo porque varios detectives tuvieron COVID, y una compañera que se sienta a su lado, presentó el virus, pero sin síntomas. 

“Creo que a nosotros nos ayudó que tuvimos una muy buena doctora, quien desde el primer día nos dio tratamiento y estuvo al pendiente. Por fortuna, nuestros pulmones no se vieron afectados”.

El comandante del LAPD, Al Labrada explica como COVID ha impactado a los agentes. (Photo Aurelia Ventura/La Opinion)

En espera de las vacunas

El comandante Labrada afirma que ya empezaron a ofrecerse las vacunas contra COVID a algunos de los oficiales que tienen condiciones de salud preexistentes. 

En su caso, comenta que en junio se hizo la prueba de anticuerpos para ver si había tenido el coronavirus, ya que a finales de enero de 2020, antes de que emergiera la pandemia en Los Ángeles, tuvo una gripe muy fuerte. “El examen mostró que ya había padecido la enfermedad sin darme cuenta”.

Dice que en las diferentes áreas del LAPD toman todas las restricciones posibles para evitar los contagios. “Hay áreas como los gimnasios que no se pueden usar. Los escritorios donde se hace el pase de lista están separados. Algunas actividades se realizan afuera; y los oficiales deben andar protegidos con mascarillas”.

También se les pide que limpien sus carros con toallas desinfectantes al entregarlos. “Lo que más nos preocupa es no contagiar a nuestras familias cuando lleguemos a casa. Mi madre tiene 83 años, y no la he visto mucho para no exponerla al virus”. 

Los bomberos de Los Ángeles también han sido afectados por COVID. (EFE)

Alto precio

El Departamento del Sheriff de Los Ángeles reporta 679 empleados en recuperación de COVID y en aislamiento en casa, mientras que 1,753 han regresado a trabajar después de haber contraído la enfermedad.

El Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD) ha tenido dos muertes de combatientes contra el fuego a causa del coronavirus: José M. Pérez de 44 años quien falleció en julio del año pasado; y George Roque de 57 años, el 1 de enero.

En total han salido positivos, 885 bomberos. En tanto 787 se han recuperado de COVID y regresado al cumplimiento de su deber, mientras que un apagafuegos está en el hospital. Alrededor de 86, están en estos momentos en recuperación del virus.

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