Sierra & Tierra: El espíritu de César Chávez está en la Oficina Oval
Javier Sierra es columnista del Sierra Club. Sígalo en Twitter @javier_JS
Hemos pasado de oír que los latinos somos criminales y narcotraficantes a ver un busto de César Chávez justo detrás del escritorio del nuevo presidente, Joe Biden.
En unas pocas semanas, su administración ha administrado una salvadora inyección de vitalidad a un país castigado por la pandemia, una economía en ruinas, personas de color clamando por justicia y equidad, y un mundo entero en emergencia climática.
En el movimiento ambiental llevábamos décadas exigiendo una lucha frontal contra la crisis climática. El Presidente finalmente ha dejado claro que esta pelea formará parte integral de su administración. De un plumazo, derogó el permiso de construcción del desastroso oleoducto Keystone XL de crudo bituminoso, una bomba de tiempo climática que hubiera emitido 181 millones de toneladas anuales de CO2 a la atmósfera. De la misma manera, el Presidente inició el proceso de reinserción en el Acuerdo de París acabando con cuatro vergonzosos años en los que Estados Unidos se convirtió en un paria climático.
Un componente crucial de estas órdenes ejecutivas es la justicia ambiental para comunidades como la nuestra que sufren desproporcionadamente las consecuencias de la contaminación de energía sucia y la crisis climática que causa. Esto incluye la creación de un consejo externo en la administración que identifique reformas y logre equidad e inclusión en la política federal.
La integración de la equidad en las políticas de la administración tiene un enorme potencial económico para nuestra comunidad. A corto plazo, el Presidente crea el Cuerpo de Conservación Civil, cuya misión incluye ofrecer empleos bien pagados a jóvenes para trabajar en la conservación natural, proteger la biodiversidad y combatir el cambio climático. A largo plazo, la intención de la administración de cerrar la brecha racial de ingresos y oportunidades agregaría $5 billones de dólares (trillions en inglés) a la economía y crearía 6 millones de nuevos empleos.
Mientras tanto, la pandemia de COVID-19 se ha cobrado cerca de 450.000 vidas e infectado a más de 26 millones de personas. La administración Biden ha puesto en práctica un plan que vacunará a 300 millones de estadounidenses para finales del verano. La iniciativa es parte de su propuesta presupuestaria de $1,9 billones (trillions en inglés) para estimular la economía y ayudar a millones de familias devastadas por la pandemia y su impacto económico.
El Presidente, además, ha suspendido la construcción del símbolo más hiriente de su predecesor —el racista y destructivo muro fronterizo— y acabado con su más infame política —la separación de familias y el enjaulamiento de niños pequeños en la frontera. Invitar al espíritu de César Chávez a la Oficina Oval tiene su recompensa.