Presionan por legalización de trabajadores esenciales en ley de alivio de COVID
Se beneficiarían entre 3 y 5 millones de indocumentados que no han parado de trabajar a riesgo de su propia vida y la de sus familias
Con el tiempo encima, una coalición de organizaciones pro inmigrantes de California aumentó la presión a los congresistas y senadores para que incluyan en el paquete de alivio y recuperación económica de COVID-19, la legalización de los trabajadores esenciales indocumentados.
“Tenemos que empujar a los demócratas para que aprueben la legalización de los trabajadores esenciales dentro del proyecto de ley de alivio de COVID, que solo necesita 50 votos para ser aprobado ”, dijo el abogado en inmigración, Mark Silverman.
Explicó que esta propuesta es una posibilidad real porque a diferencia de la reforma migratoria general, que “todos preferimos”, se requieren 60 de los 100 votos del Senado.
En cambio, dijo que el paquete de alivio y recuperación económica de COVID lo van a pasar a través del proceso legislativo de reconciliación que requiere 50 votos, y ahí es donde está la oportunidad de incluir a los trabajadores que han sido esenciales durante la pandemia para mantenernos seguros dentro de las casas a un alto riesgo para su salud y la de sus familias.
Silverman agregó que debido a sus contribuciones, la gente guarda simpatías para los trabajadores esenciales, y ve con buenos ojos que sean incluidos en la ley de alivio de COVID.
Se estima que hay entre 3 y 5 millones de trabajadores esenciales indocumentados en el país.
¿Qué categorías de trabajadores calificarían?
Silverman respondió que dependerá de lo que diga el lenguaje de la ley.
La activista pro derechos de los inmigrantes de Los Ángeles, Martha Ugarte, dijo que la ley de Alivio de COVID, tiene que aprobarse en las dos siguientes semanas. “Es un camino rápido y una oportunidad para lograr la legalización de los trabajadores esenciales”.
También pidió llamar por teléfonos a los congresistas y senadores, y dejarles un mensaje en el que solicitan legalizar a los trabajadores esenciales.
Silverman recomendó dejar el mensaje en español cuando se trate de legisladores hispanos.
Mayra Todd, quien lleva 33 años como indocumentada, pidió a los congresistas no solo hablar sino hacer que suceda una legislación que los apoye. “Yo quiero ver ese sueño hecho realidad y una legalización justa que nos incluya a todos porque todos somos esenciales”, dijo Mayra quien se gana la vida como cuidadora.
La líder Gloria Saucedo del Centro México de Los Ángeles y Sur de California, dijo que estamos prácticamente ante una emergencia, en la que el nuevo presidente representa una esperanza para los inmigrantes.
“Pero quedándonos en la casa, no lo vamos a lograr. El 1 de mayo, cuando ya estemos cerca de los primeros 100 días del gobierno de Biden, vamos a hacer una marcha en Los Ángeles por una reforma migratoria, y necesitamos que todos participen”.
Óscar Zepeda, un trabajador esencial de un restaurante, confesó que sería muy triste y decepcionante que los demócratas no aprovechen la oportunidad que se da con la ley de Alivio Migratorio para incluir a los esenciales indocumentados y arreglar su estatus migratorio.
Todd, quien reconoció que espera ansiosa una reforma migratoria, añadió que muchos congresistas y senadores no quieren darse cuenta que la ensalada que se llevan a la boca todos los días, es producida por trabajadores del campo sin papeles, que sufren de abuso salarial.
“Les pedimos su apoyo porque queremos dejar el miedo a no saber si a las 3 o 4 de la mañana, va a llegar ‘La Migra’ a nuestra casa a tumbarnos la puerta para llevarnos”.
Silverman hizo ver que la legalización de los esenciales es muy posible, dicho por defensores de los inmigrantes que trabajan en Washington. “Contrario a la reforma migratoria tiene menos obstáculos para ser aprobada , pero aún cuando fuera aprobada no podrán calmar el clamor de una gran parte de la población por una reforma general más amplia que incluya a todos”.
Cabe decir que más de 500 organizaciones del país están pidiendo que además de la legación de los trabajadores esenciales, se incluya a los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y del Estatus de Protección Temporal (TPS) en el paquete de alivio y recuperación de COVID.
Difícil de aprobar
El congresista demócrata Lou Correa dice que al meter la legalización de los trabajadores indocumentados y otros grupos dentro del Paquete de Alivio y Recuperación de COVID-19, ‘se juega a la suerte’ porque puede que algunos congresistas o senadores ya no quieran después votar por una reforma migratoria. “Pero así es esto, se gana y se pierde”.
Por otra parte, precisa que entre más cosas se le añaden al Paquete de Alivio y Recuperación Económica de COVID-19, se vuelve más difícil de aprobar.
“Para mi lo más importante es lograr la reforma migratoria para 11 millones. Biden tiene tres propuestas, y va a ser duro para los demócratas levantar ese peso. Hay que recordar que perdimos a 10 congresistas en noviembre”.
El congresista destaca que para aprobar una reforma migratoria, se necesita apoyo de republicanos y demócratas. “Va a ser una guerra, y yo ya quiero saber con qué demócratas vamos a contar, porque no crean que todos están a favor. Y vamos a ver si Biden nos cumple, porque las mismas promesas de legalización nos hizo Obama. Así que tenemos que ponernos listos para que no nos vean los ojos verdes”.
No piezas migratorias sí a reforma
Luis Alvarado, un consultor republicano en Los Ángeles, dijo que los demócratas no deben intentar presentar legislaciones a escondidas que solo dañarían el esfuerzo por lograr una reforma migratoria integral.
“Si los demócratas votan una legalización de los trabajadores esenciales. dejarían un mal sabor de boca; y los republicanos ya no van a querer trabajar en una reforma. Lo van a usar como excusa. Para qué nos necesitan entonces, dirán”.
En lugar de trabajar en piezas aisladas de migración, recalcó que deben negociar con los republicanos para conseguir sus votos y aprobar la reforma. Este es el mejor momento para pasarla porque el Trumpismo está fracturado; y Biden ya tiene experiencia en este tema”.
La esperanza renace
De solo escuchar que pudiera aprobarse la legalización de los trabajadores esenciales indocumentados, a Pedro Rodríguez se le ilumina la cara de alegría.
“Sería algo muy grande, muy bueno, muy merecido. Hemos puesto en riesgo nuestra vida durante la pandemia”, dice Pedro quien tiene 54 años de edad, de los cuales 24 años ha vivido en las sombras.
Al principio de la crisis de salud provocada por COVID-19, Pedro dejó de trabajar un mes y medio, pero cuando se levantaron las restricciones sanitarias a los restaurantes y se les permitió vender para llevar y sentarse en los exteriores, regresó a sus labores.
“Desde entonces no he parado, y hasta conseguí un segundo trabajo, por si me falla uno, tengo el otro de dónde vivir y pagar mis gastos”.
Pedro trabaja como cocinero en dos restaurantes de Los Ángeles. “Al principio, reconozco que tenía mucho miedo de enfermar. Estaba aterrorizado, al grado que tuve que dejar de ver la televisión para no sugestionarse con tantas noticias de muertes por COVID; y de plano, me puse en manos de Dios”.
Pedro permanece a la población de riesgo ya que padece de apnea del sueño. Durante las noches mientras duerme tiene que usar una mascarilla que se conecta a una máquina que ejerce presión de aire sobre sus vías respiratorias.
“Yo lo que quisiera es que de alguna forma, los congresistas y senadores nos vieran como seres humanos, y nos valoraran. Les pido que cierren los ojos por unos minutos para que se pongan en nuestra piel y se sientan fuera de contexto como nosotros nos sentimos por ser indocumentados”.
Este trabajador esencial sueña con un día “agarrar papeles”. “Al tener un estatus migratorio, podría hacer trámites para mi retiro y asegurar mi vejez. También podría viajar a México y dar un recorrido por mi niñez al visitar mi pueblo en Sonora”.