California recibe con los brazos abiertos a los refugiados que cruzan en busca de asilo
Por el momento solo se está recibiendo a personas registradas en el programa Permanecer en México (MPP), pero familias que escapan de la violencia en los países de Centroamérica siguen llegando a la frontera.
Cindy dijo sentirse feliz cuando le dijeron que subiera a un vehículo en que la llevarían a que le hicieran una prueba de COVID 19 como requisito previo para permitirle por fin cruzar la frontera en busca de asilo.
“Feliz… muy feliz”, dijo sentirse y subió al vehículo acompañada de su hijo de 10 años de edad.
Cindy llegó de Honduras a la frontera de Texas, donde le dieron cita en una corte de migración en San Diego. Como pudo se trasladó desde el estado mexicano de Nuevo León hasta Tijuana.
Hacía un año y medio que aguardaba una oportunidad para cruzar la frontera en busca de asilo, tiempo que permanecía en el albergue Ágape Misión Mundial de Tijuana.
“Al principio, cuando llegué a Tijuana, estaba muy entusiasmada, pero luego con eso de que cerraron la frontera por la pandemia, la verdad me puso muy triste”, dijo Cindy, “pero mire, como Dios nos ayuda, aquí vamos por la prueba del COVID, y seguramente no tenemos nada, y así, ya por fin mañana vamos a cruzar para San Diego”.
La plática de Cindy con La Opinión fue el jueves. En efecto cruzó la frontera, el viernes. El domingo en la mañana Cindy envió un mensaje de Texto a La Opinión: “Ya estamos en San José (California), en casa de mi hermana. Me dijeron que tengo buenas posibilidades de conseguir el asilo, por mi caso”.
Su caso era una combinación de abuso y de violencia, conyugal, de pandillas, de amenazas.
El pastor Albert Rivera, de Ágape, confirmó a La Opinión que desde Tijuana diariamente cruzan a San Diego 25 migrantes en busca de asilo. El proceso inició la semana pasada.
“Solo pasan migrantes que estaban en el programa de MPP”, o Protocolos de Protección a Migrantes, también conocido como “permanecer en México”. “y que tienen casos abiertos en ese programa”, dijo Rivera.
Mediante una aplicación, los migrantes proporcionan sus datos al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que los elige conforme una jerarquía en la que pasan primero los más vulnerables, ya sea por cuestiones médicas o de separación familiar.
En la frontera de Texas los migrantes de MPP comenzaron a cruzar hace apenas dos días y cruzan unas cien personas diario, pero California es el único estado que realmente recibe a los solicitantes de asilo con los brazos abiertos.
El estado de California otorgó 28 millones de dólares a una coalición de organizaciones civiles que ayuda a los migrantes.
Esos fondos fueron entregados “para pagar gastos de los migrantes, como alojamiento en hoteles, incluso si tienen que esperar en cuarentena, alimentación, ropa, atención médica, alimentos”, dijo a La Opinión el dirigente Pedro Ríos, director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos, “es para toda la logística de apoyo a los migrantes en busca de asilo, por parte del estado de California”.
“Con esos fondos se cubrirán los gastos de los migrantes que cruzan a solicitar asilo entre ahora y el mes de junio”, explicó.
Dijo que los fondos fueron entregados a la organización de Servicios Familiares Judíos de San Diego, que es la representación de una amplia coalición conocida como Respuesta Rápida San Diego, y también ha proporcionado asesoría legal a los migrantes que buscan asilo desde el 2019.
Pero al mismo tiempo Servicios Familiares Judíos es la representación de cerca de un centenar de organizaciones que se formó para recibir a los migrantes con el nombre de Fuerza de Tarea de Bienvenida a California.
Cindy y su hijo han sido de los primeros migrantes que tienen apoyo con esos fondos del estado.
“Nos llevaron a un hotel, y luego al otro día nos llevaron al aeropuerto en San Diego y nos acompañaron hasta que ya nos metíamos al avión en el que venimos para acá, para San José”, dijo Cindy.
Centenares de refugiados en espera en la frontera
El número de migrantes que aguarda en la frontera de Tijuana con esperanza de que les permitan cruzar a California en busca de asilo aumentó en solo unos días de cerca de mil personas, que permanecen en un asentamiento improvisado con numerosas tiendas de campaña.
“Cuando vimos que no tenían qué comer, platicamos en el albergue y entre todos decidimos que convendría traer una cocina para alimentar sobre todo a las familias”, dijo a La Opinión el coordinador del refugio Casa de Luz, Irving Mondragón.
“El primer día dimos de comer a unas 250 quizás 300 personas, pero ya ayer fueron 500 personas”, explicó, “con prioridad a niños y señoras con bebés de brazos”.
Pero el asentamiento que inicialmente era una hilera de tiendas de campaña sobre una acera a lo largo de unos 500 pies, aumentó y ahora cubre nueva parte de la explanada de la entrada de la garita peatonal El Chaparral, que en California se llama paso Peatonal Oeste, o PedWest.
“Me parece que ya son unas mil personas las que están acampando aquí”, dijo Michael, un migrante de Honduras.
La mayoría de los migrantes en el campamento es centroamericana y haitiana, solo algunos son mexicanos y rusos.
“Ya se les ha dicho que solo están pasando migrantes que estaban en el programa MPP, que tienen casos abiertos y que están vulnerables, pero ellos dicen que van a permanecer aquí el tiempo que sea necesario, hasta que consigan estar en un proceso de asilo”, dijo el pastor Albert Rivera.
“Yo no los juzgo”, dijo el pastor coordinador del albergue Ágape, “porque ¿qué diferencia hay entre las historias de las personas que están pasando y las historias de estas personas que también quieren cruzar? Los nombres, si acaso”.
El municipio de Tijuana instaló en el área un módulo para dar actas de nacimiento mexicanas a bebés nacidos localmente de padres extranjeros, documento que necesitarán para cualquier trámite que hagan los padres.
Al amanecer en el asentamiento se escuchan primero los menores de edad que salen a jugar futbol en la parte despejada de la plazoleta o explanada.
La garita de El Chaparral ha estado cerrada al público desde marzo, hace casi un año, debido a la pandemia.