Ni el 1% de trabajadores agrícolas ha sido vacunado en California

'Nos designaron esenciales, pero nos tratan como si no lo fuéramos', se quejan los campesinos.

La falta de vacunas es motivo de preocupación de los campesinos.

La falta de vacunas es motivo de preocupación de los campesinos. Crédito: Jorge Macías | Impremedia

En tiempos del COVID-19, a Rogelio Lona, de 72 años y a Amadeo Sumano, de 40 años les unen varias cosas: ambos son trabajadores agrícolas “esenciales” de origen mexicano que viven en California. El primero nació en Romita, Guanajuato y reside en Gilroy, en el condado de Santa Clara, y el segundo, originario de San Pedro Jilotepec, Oaxaca, vive en Oxnard, en el condado de Ventura.

¿La gran diferencia entre ellos? No solo la edad, sino también que Rogelio fue vacunado en la última semana de febrero contra la mortal enfermedad –coronavirus- y piensa que ya ha salvado la vida, mientras que esa misma semana, Amadeo regresó a trabajar y apenas se está recuperando del contagio de la enfermedad que lo tuvo al borde de la muerte por no haber sido inoculado antes.

“La mayoría de la gente con quien platico me dice que con la vacuna se siente más segura” declaró Rogelio Lona, a La Opinión. “Yo tengo fe que la vacuna nos va a ayudar”.

Por su parte, Amadeo dijo: “Yo también contagié a mi pareja; ella también estuvo mala con fiebre, gripa y su forma de respirar se le fue complicando. Estuve aislado por dos semanas desde el 24 de enero…, la verdad sí pensé que me iba a morir”.

Amadeo Sumano es un campesino en Oxnard, pero originario de Oaxaca. (Jorge Macías)

Tanto Rogelio como Amadeo son apenas una muestra de las incongruencias en la distribución de las vacunas en el estado de California.

Incluidos, pero excluidos al mismo tiempo

Entre más de 9.3 millones de vacunas administradas en el estado de California, hasta el 2 de marzo, una mínima parte, que no representa ni el 1% ha sido aplicada a trabajadores agrícolas, según el Departamento de Salud de California.

De un aproximado de 450,000 trabajadores agrícolas, apenas el 0.4% han sido inmunizados, es decir, unos 2,000.

La falta de atención a los trabajadores agrícolas es motivo de preocupación para Armando Elenes, secretario-tesorero de la Unión de Campesinos de California (UFW).

“Siempre lo hemos dicho; nos designaron esenciales, pero nos tratan como si no lo fuéramos”, dijo Elenes. “Los empleadores y las propias leyes nos tratan como personas de segunda clase con esa falta de atención”.

Un reporte de la Universidad de California San Francisco (UCSF), dado a conocer por Alicia Riley, socióloga de la institución, indica que el exceso de mortalidad asociado con la pandemia entre los californianos de 18 a 65 años, por sector ocupacional situaba en tercer lugar con mayor riesgo de muerte a los trabajadores agrícolas, precedidos por cocineros y empacadores.

“Aunque esta gente está incluida en el lenguaje oficial, la realidad es que está siendo excluida con el proceso [de distribución de las vacunas]”, declaró Riley.

Rogelio Lona es un campesino de 72 años. (Jorge Macías)

El informe indica que durante la pandemia de COVID-19, los adultos en edad laboral experimentaron un aumento del 22% en la tasa de mortalidad.

El exceso de mortalidad relativo fue más alto en los trabajadores de la agricultura y la alimentación (+39%), los trabajadores de transporte / logística (+28%), las instalaciones (+27%) y los trabajadores de la industria manufacturera (+23%).

De hecho, en los primeros siete meses de la pandemia fallecieron 617 campesinos.

El análisis sobre los sectores ocupacionales concluye que ese tipo de trabajos se han asociado con un alto exceso de mortalidad durante la pandemia, particularmente entre los grupos raciales y étnicos también afectados de manera desproporcionada, y sostiene que “la distribución de vacunas que dé prioridad a los trabajadores esenciales en persona será importante para reducir el exceso de mortalidad por COVID-19”.

“Es triste, porque sabemos que la mayoría de esta gente ha quedado excluida también de cualquier paquete de estímulo y están excluidos por todas partes”, indicó Alicia Riley. “El asunto es que ellos no pueden dejar de trabajar ni un día”.

Si bien en los primeros meses de vacunación se pasó por alto a los trabajadores agrícolas, Mónica González, trabajadora de la industria del hongo e integrante del UFW consideró como “un paso positivo” que unos 300 trabajadores de Monterey Mushrooms, la granja de hongos más grande del país, en Morgan Hill hayan sido vacunados.

“Habíamos pensado parar de trabajar, y aunque tenemos contrato, para eso tenemos la unión, pero no hemos dejado de trabajar”, dijo. “Si nosotros paremos nadie tendría comida ni el gobierno sus frutas esenciales; sí, hay contratos, pero de por medio están nuestras vidas”.

Irineo Chávez, de 23 años, es campesino en un huerto en Whittier.

La clínica móvil de vacunación en Morgan Hill tiene el objetivo de vacunar a 1,000 trabajadores agrícolas.

500 dosis aplicadas en Santa María

En el condado de Santa Bárbara, la vacunación se encuentra también a cuentagotas. Ya se aplicaron las primeras 500 dosis en Santa María entre los campesinos, gracias a la presión de líderes del Proyecto Mixteco Indígena Organización Comunitaria (MICOP).

“Afortunadamente nuestra gente ya está siendo elegible. Estamos contentos y nuestra gente está respondiendo bien; ya hay muchos que están listos para vacunarse”, dijo Arcenio López, director ejecutivo de MICOP.

López dio a conocer que la estrategia de salud en los condados de Santa Bárbara y Ventura donde ellos trabajan ha sido llevar las clínicas móviles de vacunación a los lugares de trabajo donde se congregan las comunidades.

En esta dinámica hay retos para que los trabajadores agrícolas programen una cita, porque, además, miles de ellos ni siquiera tienen un correo electrónico o una forma de identificación. Todo esto aunado a la desconfianza en las autoridades y las limitaciones del idioma, ya que muchos no hablan inglés o español, sino su lengua materna: triqui, mixteco, zapoteco o purépecha, entre otros.

“Nuestra gente no sabe cómo navegar con la tecnología, y si tienen problemas con la identificación, el Departamento de Salud Pública ha aprobado una forma para atenderlos y nosotros estaremos allí para ayudarles a inscribirse”, dijo López.

Su labor de asistencia se extenderá a los condados de Kern, Madera, Fresno, Monterey, Santa Cruz, Sonoma y Merced donde hay grandes concentraciones de campesinos.

En el condado de Los Ángeles, recientemente los trabajadores agrícolas comenzaron a ser elegibles para recibir la vacuna contra el coronavirus

Amadeo Sumano dijo que se contagió del COVID y contagió a su familia. (Jorge Macías)

Uno de ellos, Irineo Chávez, de 23 años, originario de Santa Cruz, Tacahua (Oaxaca) manifestó que “si hay la oportunidad de vacunarme, sí lo hago, pero hasta ahora no nos han dicho nada”.  Él trabaja en un huerto de fresas en el Parque Whittier Narrows, localizado en Sur el Monte.

De acuerdo con datos de la Universidad de California en Davis, en el condado de Los Ángeles, epicentro de la pandemia en el estado, viven unos 30,000 campesinos que se dedican a los cultivos de tomate, maíz y vegetales.

“Distribución equitativa”

Yurina Melara, portavoz del programa de vacunación de California (“Vaccinate All 58”) no pudo definir cuándo podrían estar vacunados los 450,000 trabajadores agrícolas del estado.

“Estamos haciendo todos los esfuerzos por vacunar a todos”, dijo. “Se está trabajando en un plan para tener una mayor distribución equitativa de la vacuna; todo mundo quiere vacunarse, aunque el problema es que la cantidad de vacunas necesarias no estaba ahí”.

Fernando Martínez, miembro de MICOP, recibe la vacuna. (Jorge Macías)

La portavoz informó a La Opinión que California está recibiendo 1.4 millones de dosis semanalmente, las cuales se distribuyen de inmediato en los 58 condados.

El COVID-19 ha afectado a los latinos desproporcionadamente, mismos que representan el 55 por ciento de los casos de contagio y el 46 por ciento de las muertes por COVID-19 en California.

La mayor tasa de infección y mortalidad en la comunidad latina ha devastado a familias en todo el estado. Vacunarse y seguir las precauciones de seguridad protegerá a las comunidades al frenar la propagación y, en última instancia, acabar con la pandemia.

El sitio web MyTurn.ca.gov está disponible para ayudar a los californianos a registrarse para recibir una notificación cuando sean elegibles para hacer una cita y ser vacunados.

Este sitio tiene las herramientas digitales necesarias para darle seguimiento a las personas que ya han sido vacunadas y que necesitan recibir su segunda dosis; simplemente les proporciona una notificación para recordarles. El sitio web está disponible en inglés y en español. Otros idiomas adicionales estarán disponibles en línea a fin de mes.

Quienes no tienen acceso a internet pueden llamar a la línea directa COVID-19 al 1-833-422-4255 (833-4CA-4ALL), que incluye un centro de apoyo en diferentes idiomas para ayudar con el registro en MyTurn.ca.gov. Toda la información personal es confidencial y está protegida. Más información y recursos están disponibles en www.VacinateAll58.com.

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