Persisten mitos en la comunidad latina sobre COVID y la vacuna

Hay desiertos de vacunación en el sur de Los Ángeles, partes del Valle de San Gabriel, el Valle de San Fernando y el Valle Antelope

Continúa el rezago de vacunas en barrios latinos. (Getty Images)

Continúa el rezago de vacunas en barrios latinos. (Getty Images) Crédito: Getty Images

A punto de cumplirse un año de que se decretó la alerta en el condado de Los Ángeles por la pandemia de COVID-19, muchos en las comunidades latinas aún piensan que el virus no es real; y otros, consideran que fue creado por el gobierno para deshacerse de los latinos. Lo cierto es que persisten los mitos, el miedo y desinformación sobre el coronavirus.

“Por eso muchos latinos temen ir a los hospitales y vacunarse”, dijo Jazmín Flores, líder de las promotoras de la salud en el Women’s Center del Este de Los Ángeles, durante la videoconferencia organizada por Ethnic Media Services, en la que participaron la presidenta de la Junta de Supervisores, Hilda Solís y la directora del Departamento de Salud Pública, Bárbara Ferrer.

Flores precisó que otro problema son los sitios de vacunación, porque la mayoría son para gente que va en carros, y no para quienes llegan caminando.

Tenemos que entender que muchos miembros de nuestra comunidad latina no tienen transportación ni acceso a la tecnología”, recalcó.

Las promotoras del Women’s Center han alcanzado a 25,000 miembros de la comunidad para educarlos y crearles conciencia sobre COVID.

“Hemos trabajado en los barrios, supermercados, estaciones de gasolina y negocios locales para tratar de eliminar los estigmas, el miedo y la mala información sobre COVID-19 y la vacuna. Y no solo estamos dando información sobre COVID sino sobre los servicios de salud mental, alimentos y refugios”.

Las promotoras sociales han repartido volantes para que sean colocados en puertas, ventanas y mostradores en los negocios.

La presidenta de los supervisores del condado de Los Ángeles, Hilda Solís dice que aún hay mucho por hacer para que las comunidades más afectadas por COVID, sean vacunadas. (Impremedia)

Esperanza en el horizonte

La presidenta de la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles, Hilda Solís precisó que hasta el momento, el condado ha vacunado a 2.2 millones de personas. “Aunque esta historia es muy inspiradora, tenemos aún mucho trabajo por hacer para asegurarnos que los más vulnerables en nuestras comunidades reciban sus dosis de esperanza”.

Enfatizó que los datos más recientes indican que las tasas de vacunación en las comunidades latinas y afroamericanas permanecen peligrosamente bajas para los mayores de 65 años.

Solo 34,3% de los latinos y 28,9% de los afroamericanos han sido vacunados. Un número significativamente más bajo que sus contrapartes blancos y asiático-americanos”.

Expuso que menos del 9% de las personas elegibles en ciudades como Bell Gardens han sido vacunadas, y en áreas más pudientes como Palos Verdes, Beverly Hills y Brentwood es el 30%.

“En mi distrito, más del 20% de los residentes del este de Los Ángeles se han infectado con COVID-19, y solo el 11.4% han sido vacunados, una de la tasas más bajas de vacunación en el condado”.

Por esa razón, el fin de semana visitó el proyecto de vivienda pública Nueva Maravilla en el este de Los Ángeles, en donde se vacunaron a 50 residentes elegibles, mayores de 65 años.

“Muchos de los residentes que conocí eran ancianos discapacitados sin acceso a la tecnología, lo que les hace difícil hacer una cita online, y en muchos casos no tienen la capacidad para usar un teléfono”.

También en alianza con el gobierno federal y estatal, lanzaron una unidad móvil para vacunar a trabajadores de la salud y alimentos, educadores y mayores de 65 años.

“Vamos a continuar haciendo las vacunas accesibles en las áreas con más casos. Tenemos la responsabilidad  de involucrar a los residentes más impactados en nuestras comunidades de color”.

Barbara Ferrer, directora de salud del condado de LA. (Getty Images)

Eviten los viajes

Bárbara Ferrer, dijo que estamos regresando a los niveles de casos positivos de COVID que se tenían antes de la pandemia. “Los promedios actuales de hospitalización son de 1,500 por día cuando a principios de noviembre eran cerca de 800. Las muertes por día son 100; a principios de noviembre, eran de 14″.

Así que dijo que su esperanza es que a medida que las hospitalizaciones disminuyan, menos gente muera. “Cada día es un recordatorio desgarrador de que la pandemia está muy lejos de llegar a su fin. Necesitamos continuar con las mascarillas y la distancia cuando estemos rodeados de otras familias”.

Y ante la cercanía de las vacaciones de Semana Santa, recomienda quedarse aquí y disfrutar de los bellos espacios al aire libre del condado cómo parques, playas y senderos. “Debemos evitar los viajes y reuniones en interiores, ya que fácilmente pueden destruir el progreso que hemos hecho para evitar los contagios”.

En la actualidad, tenemos 7,2 nuevos casos por cada 100,000 residentes. “Es posible que nos podamos mover hacia la categoría roja, si el número de nuevos casos baja a menos 7 por 100,000 residentes en las próximas dos semanas”.

Los hispanos del Valle de San Fernando tienen mayor tasa de contagio por cada 100 mil habitantes. (Getty Images)

Desiertos de vacunación

Ferrer dijo que han construido una amplia red de sitios para vacunarse a lo largo del condado y en cada comunidad.

“Tenemos más de 2,2 millones de personas que actualmente son elegibles para ser vacunados y que pueden ir a cualquier de estos lugares”.

Sin embargo, admitió con tristeza que hay desiertos de vacunación con altos porcentajes de personas mayores de 65 años, residentes del condado que no han sido vacunados y que viven en el sur de Los Ángeles, partes del Valle de San Gabriel, el Valle de San Fernando y el Valle Antelope, que no han sido inmunizados.

“Tenemos mucho trabajo por hacer para atender estas desigualdades, y es tanto un desafío como una obligación resolver este problema rápido en las comunidades más golpeadas por la pandemia”.

Una de las cosas que han hecho es hacer alianzas con organizaciones comunitarias y su centro de llamadas para registrar personas en áreas donde la vacunación ha sido baja.

“También estamos aumentando nuestros equipos móviles. La semana pasada tuvimos 46 sitios móviles de vacunación donde no había necesidad de registro previo. Además estamos yendo a los desarrollos de vivienda para ancianos porque muchos tienen problemas de movilidad’.

Y recordó que en ningún sitio de vacunación deben preguntar sobre el estatus migratorio. “Toda la información proporcionada es considerada privada y confidencial como parte del récord médico”.

A los inmigrantes les pidió que no dejen que su estatus los detenga de ser vacunados. “Van a necesitar una identificación del gobierno. Lo único que queremos probar es que son residentes del condado, si son del sector del trabajo elegible y tienen más de 65 años”.

Los empleados deben recibir permiso de sus empleadores para salir a vacunarse. (EFE)

Negocios y empleados

También hizo ver que los negocios necesitan facilitar que sus empleados sean vacunados; y cuando son grandes compañías pueden conectarlos con un socio de salud para que puedan ir a su lugar de trabajo a vacunarlos.

“Si no pueden ofrecer eso, deben permitir a sus trabajadores elegibles ir a vacunarse a los sitios de vacunación y pagarles por el tiempo que les lleve vacunarse. No queremos que los trabajadores de la comida y los agricultores tengan que escoger entre recibir su salario y vacunarse”.

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