El Jaguar F-Type R ronronea sin complejos
El modelo 2021 brinda una inolvidable experiencia de potencia, lujo y gran estilo
Sus 575 caballos de fuerza y 516 libras por pie de torque le dan el empuje suficiente para llegar a las 60 millas por hora en instantáneos 3 segundos. Nada mal, pienso, mientras escucho el ronroneo de su motor supercargado de 5 litros y 8 cilindros acelerar por el bulevar.
Su doble exhosto ayuda a crear una experiencia básica, visceral, como debe ser en un auto deportivo que supera la barrera de los $100,000. Justo en el momento de tomar impulso levanta el spoiler de su cola como un felino confiado que devora la carretera.
El Type R no es estrafalario sino clásico. Es un modelo salido de una cinta de James Bond, sofisticado y quizás hasta un poco presumido.
Su línea, elegante y robusta a la vez, se puede apreciar en la curvatura perfecta, casi sensual, que va desde el alargado capó hasta la ensanchada cajuela. Y sus ventanas laterales dan la impresión de formar uno ojo estilizado, una ilusión a la que contribuyen manijas invisibles que solo se abren cuando el conductor se acerca con la llave en su bolsillo.
El interior del modelo azul Bluefire de nuestra prueba estaba forrado con una decadente gamuza negra (paquete opcional) en sus parales delanteros y la parte superior de su consola central y traía un juego de asientos deportivos con calefacción que agarran con firmeza a sus dos únicos ocupantes.
Al encenderlo, dos ventanillas para el aire acondicionado ocultas en la consola se levantan automáticamente para que comience una fiesta inolvidable. Porque lo que se observa al acomodarse en su interior es apenas el abrebocas.
El ‘coupe’ es preciso, balanceado y poderoso. Tiene una suspensión firme sin ser incómoda y viene en configuración de AWD. También hay un modelo convertible.
Viene además con accesorios de seguridad que son ya la norma en este nivel como frenos con Abs, monitor de punto ciego, control de crucero… tecnología que nos saca de la nostalgia cinematográfica y nos mete de lleno en el goce de un auto moderno.
Así, se desliza apoyado en llantas de 20″ que se pegan firmes al pavimento y una carrocería que se siente girar al vaivén de las curvas gracias a una dirección asistida electrónicamente. Y trae modos de manejo normal, sport, para lluvia y para nieve.
Para los más aficionados trae ‘shifters’ que permiten manejarlo en manual y frenarlo con caja y un paquete opcional que incluye un panorámico fijo, zona de clima dual, un equipo de sonido Meridian de 770W con Apple Car Play/ Android Auto y hasta un sensor de calidad del aire.
Pero esos extras cuestan unos $10,000 para colocarlo alrededor de los $113,000. Claro que no es un auto económico pues registra un promedio de 18 millas por galón (16 en ciudad y 24 en autopista). Pero ¿a alguien le importa?