Gasolineras de la costa este se quedan sin combustible tras ciberataque a oleoducto
Desde algunas estaciones de servicio de los estados de Virginia hasta Florida y Alabama han informado que se han quedado sin gasolina, mientras que el precio al por menor ya toca los $3 por galón
Los conductores a lo largo de partes de la costa este de Estados Unidos están sintiendo los efectos inmediatos del cierre del oleoducto Colonial luego de un ciberataque de ransomware.
Algunos conductores esperaron una hora o más en las filas de las estaciones del servicio antes de poder llenar los tanques de gasolina de sus vehículos o enterarse de que las bombas se habían secado.
El oleoducto de 5,500 millas suministra aproximadamente el 45% de los combustibles refinados utilizados en la costa este.
El gobierno de Rusia rechazó estar detrás del ciberataque que dejó a la red de oleoductos Colonial Pipeline inactiva desde la noche del viernes 7 de mayo.
La empresa de oleoductos se vio obligada a detener las operaciones de la línea después de que los piratas informáticos accedieron a sus sistemas informáticos con el ciberataque con secuestro de datos y pidieron un rescate monetario para desbloquear el suministro de gasolina y otros combustibles refinados.
El lunes, GasBuddy anunció que los conductores de Florida vieron que los precios de gasolina aumentaron un promedio de 5 ¢ por galón en las estaciones del servicio, estableciéndose en $2.66 dólares. Durante el mismo período de tiempo, el promedio nacional subió 4.5 ¢, llegando a $2.95 por galón.
A última hora de la noche del lunes, casi el 6.5% de las estaciones del servicio en Virginia se quedaron sin combustible, según la aplicación de viajes GasBuddy, que mostraba que más del 1% de las estaciones en Carolina del Norte y Florida no tenían gasolina.
En todo el país, los precios de la gasolina oscilaron entre un máximo de $4.10 dólares/galón en California y un mínimo de $2.61 en Mississippi, según AAA.
El gobernador de Carolina del Norte Roy Cooper declaró el estado de emergencia y suspendió algunas regulaciones para asegurarse de que el estado tenga suficiente gasolina en las estaciones del servicio.
La secretaria de Energía Jennifer Granholm admitió este martes que el país sufre de escasez de algunos suministros energéticos, pero no de gasolina, tras el ciberataque que afecta desde el viernes a la mayor red de oleoductos del país.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, Granholm instó a los estadounidenses a que no acumulen gasolina en casa.
“No es que tengamos una escasez de combustibles, es que tenemos una escasez de suministros. Las cosas volverán a la normalidad pronto”, dijo la responsable, que habló de la gestión del gobierno en colaboración con Colonial, la empresa operadora de los oleoductos, para que se reanude lo antes posible la operación del oleoducto.
La responsable apuntó que la “crisis de suministro” afecta a estados como Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee, Georgia y Virginia.
Medios locales han informado que varias estaciones del servicio en esos estados estaban sin combustible, así como en Florida y Alabama.
Desde el pasado viernes, Colonial, una empresa que provee el 45 % del combustible que se consume en el este de Estados Unidos, interrumpió sus operaciones tras ser blanco del ataque de un “ransomware”, un programa que bloquea el acceso a la información a cambio del pago de una recompensa para liberarlo.
El presidente Joe Biden también enfrenta una presión cada vez mayor para reunir recursos federales para mitigar la creciente crisis de gasolina que amenaza con obstaculizar la recuperación económica posterior a la pandemia.
La Secretaria de Energía aseguró haber estado en conversaciones con los directivos de la compañía y anticipó que para este miércoles Colonial estará en condiciones de adoptar una decisión sobre la reanudación de sus operaciones, aunque avisó de que aún tomará varios días hasta que vuelva a pleno funcionamiento.
En este contexto, pidió a los dueños de las estaciones del servicio que actúen con responsabilidad y advirtió que no tolerarán “un aumento excesivo de precios” de los combustibles.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, participó en la misma rueda de prensa y afirmó que los ataques con secuestro de datos (“ransomware”) han dejado solo este año más de $350,000 millones de dólares en pérdidas en el país.
Mayorkas apuntó que este tipo de ciberataques no son una amenaza inminente, sino que ya está aquí, y aclaró que esto “no es exclusivo de Estados Unidos”.