Derek Jeter malvendió la mansión más cara de Tampa y que por un tiempo fue hogar de Tom Brady
El reconocido exbeisbolista finalmente logró vender su imponente residencia en Florida tras ocho meses en el mercado, pero lo hizo a un precio muy por debajo de lo que esperaba recibir
Derek Jeter vendió la mansión que por un tiempo le alquiló a Tom Brady. Crédito: Getty Images | Google Maps
El exbeisbolista Derek Jeter, de 46 años, ya le encontró dueño a la imponente mansión que tiene en el área de Tampa, en Florida, y que por un tiempo le alquiló a Tom Brady y a Gisele Bündchen.
La propiedad, que cuenta con una extensión de 21,796 pies cuadrados, fue lanzada a la venta, en septiembre de 2020, por $29 millones de dólares.
El viernes 14 de mayo, ocho meses después de su salida al mercado inmobiliario, la venta del inmueble finalmente se concretó, pero lo hizo a un precio muy por debajo de lo que la leyenda de los Yankees de Nueva York esperaba recibir.
La residencia fue vendida en $22,519,433 de dólares, es decir en $6.5 millones menos, de lo que Jeter pretendía obtener por su fortaleza.
A pesar de esa reducción drástica en su precio, la propiedad de todos modos se confirmó como la casa más cara en la historia del área.
La identidad del nuevo propietario es todo un misterio, por lo que habrá que estar atentos a la información que surja en los próximos días para saber de quien se trata.
La exclusiva vivienda se sitúa en el histórico barrio de Davis Islands, lugar que es famoso por sus edificios de estilo mediterráneo de casi 100 años de construcción y por las envidiables vistas que se tienen del centro de Tampa.
La propiedad, construida en 2011 y conocida como St. Jetersburg, cuenta con siete recámaras, ocho baños completos, ocho medios baños, cocina, comedor, sala de estar, sala principal, sala de televisión y sala de cine.
También tiene salón para eventos sociales con bar, cava, gimnasio, billar, garaje para seis vehículos, entre otras habitaciones.
Al exterior cuenta con una piscina de agua salada de 80 pies de largo con su respectiva área de spa, así como con diversos muebles de jardín, extensas áreas verdes y salida al océano, por lo que los nuevos inquilinos seguramente navegarán las aguas en algún yate.
La privacidad es otra de las grandes protagonistas de la vivienda, pues está cercada con un muro de seis pies de alto, el cual fue apodado por los habitantes de la zona como ‘The Great Wall of Jeter’, pero a pesar de ello Brady siempore acusó que no tenía la privacidad que deseaba.
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