Vendedores ambulantes cada vez más expuestos a violentos asaltos

Desde el año pasado hay una ola de ataques en su contra; en su mayoría son latinos e inmigrantes

Jorge Hernández y su esposa Anabertha Hernández fueron asaltados en Los Callejones de Los Ángeles. (Cortesía Jorge Hernández)

Jorge Hernández y su esposa Anabertha Hernández fueron asaltados en Los Callejones de Los Ángeles. (Cortesía Jorge Hernández) Crédito: Cortesía

Eran como las 6:30 de la tarde del 17 de abril cuando Jorge Hernández y su esposa Anabertha Hernández levantaban su carro de hotdogs, después de un día de ventas en Los Callejones de Los Ángeles cuando fueron asaltados.

“Estábamos limpiando y levantando las bancas, cuando vimos venir a dos hombres. Ya el área estaba muy sola. No había gente”, recuerda.

Cuando los atracadores pasaron a su lado, simularon que seguirían caminando, pero dieron un giro inesperado y uno de ellos le puso un arma en la cabeza a José y le sacó la billetera con el dinero de las ventas del día.

“Fueron como cinco minutos que se me hicieron eternos. El hombre empezó a golpearme con la pistola en la cabeza y en las costillas. Pensé que me iba a matar. A mi esposa, la tumbaron en el piso”.

Oficiales del LAPD sorprendieron a Jorge Hernández y a su esposa Anabertha Hernández con donativos. (Cortesía comandante Al Labrada)

Hubo un momento en el que Jorge les pidió a los maleantes que se fueran, que ya tenían todo, pero dice que seguían atacándolo. “Pienso que creían que tenía más dinero. Es todo lo que tengo, les decía. Tal vez querían dejarnos inconscientes para que no pidiéramos auxilio”.

Con la cabeza abierta por los golpes y ensangrentado, Jorge fue llevado al hospital. “Por fortuna, solo fueron heridas y no golpes que pusieran en riesgo mi vida. Pero vivimos momentos aterradores”, cuenta.

Los vendedores ambulantes y dueños de loncheras están cada vez más expuestos a los asaltos y ataques no solo en Los Ángeles sino en todo California. Con frecuencia, vemos en las noticias, robos violentos contra ellos.

Es difícil hablar de números y decir cuántos son asaltados porque muchos de ellos no se atreven a denunciar por su estatus migratorio. Pero quiero decirles que la policía de Los Ángeles no colabora con las autoridades de migración ni les da ninguna notificación”, dice el comandante Al Labrada del Buró Central del Departamento de Policía de Los Ángeles.

La mayoría de los vendedores ambulantes son latinos e inmigrantes. Son vendedores de flores, frutas, hot dogs, paleteros y muchos ya han podido rentar o adquirir una lonchera.

Oficiales de la estación Newton del LAPD y sus esposa hicieron un donativo a Jorge y Anabertha Hernández. (Cortesía Comandante Al Labrada/LAPD)

El comandante Labrada aconsejó a los vendedores ambulantes establecerse en áreas iluminadas donde haya tráfico, que no sean muy oscuras o privadas. 

“Hemos tenido muchos foros con ellos y les hemos pedido también que se hagan amigos de sus vecinos  para que de alguna manera se protejan entre todos”.

Precisa que es muy importante que los vendedores ambulantes sean respetuosos y responsables para que una vez que terminen de trabajar, limpien sus espacios de basura y grasa. “Eso los va a ayudar a mantener una buena relación con sus vecinos”.

También les recomienda tratar de no mantener mucho dinero con ellos porque eso los hace blanco de robos. “Los asaltantes saben que ellos tienen dinero en efectivo”.

Jorge de 53 años y padre de tres hijas de 27, 24 y 13 años, dice que en el atraco fue despojado de $1,400.  “A partir del asalto, hemos tratado de irnos más temprano y de buscar acompañamiento. Le hemos pedido a amigos que nos acompañen a la hora de levantar el negocio”.

Señala que ahora están más alertas de lo que pasa a su alrededor. “Ya no es la misma confianza. Cuando llegan tres o cuatro clientes juntos, nos ponemos nerviosos”.

Y agrega que el atraco de abril pasado, fue el primero que sufren en los 8 años que lleva con su lonchera de comida. “Sí nos han robado el generador, pero el robo de generadores es muy común desde hace muchos años. Te lo roban aunque lo tengas encadenado en tu carro”, dice.

Jorge es ciudadano de EE UU, pero buena parte de los vendedores ambulantes son inmigrantes indocumentados. “A muchos amigos los han asaltado, pero como no tienen papeles no denuncian; o si lo hacen, no le quieren dar seguimiento a su caso, por miedo”.

Esta semana, el comandante Labrada y un grupo de policías de la estación Newton del LAPD, sorprendieron a Jorge y a su esposa Anabertha con un donativo de más de $2,000 aportado por los agentes de policías y sus esposas. “Estamos muy agradecidos con la policía. No lo esperábamos”, dice Jorge.

A William M. Mercado le robaron su lonchera en el sur centro de Los Ángeles. (Cortesía William Cordero)

Al puertorriqueño William M. Mercado no lo asaltaron a mano armada como a Jorge, pero los amantes de lo ajeno lo sorprendieron al hurtarle completa su lonchera de jugos naturales “Juice Bar” el 24 de abril del año pasado.

“La robaron del lugar donde la dejábamos guardada en el sur centro de Los Ángeles. La encontramos después debajo de un puente, habitada por personas sin hogar, pero ya desmantelada sin la cocina y el equipo”, dice William

Sus pérdidas fueron por alrededor de $50,000, y del seguro solo pudieron recuperar $7,000.

Jamás pensé que eso me pudiera pasar y que mi esfuerzo se perdiera, cuando apenas tenía un mes con 26 días de abrir. ¡Fue una pesadilla!”.

Sin embargo, dice que decidió no rendirse ni permitir que los asaltantes le robaran sus energías y ganas de seguir adelante.

“Estoy en proceso de abrir una lonchera totalmente resideñada. También enfocada en la venta de jugos orgánicos, nutricionales y veganos”.

William planea reabrir en un mes y medio. “Debido al robo de mi lonchera, quiero ahora centrarme más en eventos y festivales, y establecerme para el área de la costa por Santa Mónica”.

Pero además revela que se está preparando para protegerse de un posible asalto. “Estoy considerando seriamente portar un arma en el negocio. Es una tristeza lo que estamos viviendo y el odio hacia los latinos”.

Comenta que ya de por si el estado de California se las pone muy difícil con tantos permisos para además tener que preocuparse por asaltos y ataques de odio.

Hace un año, William Cordero perdió en un robo su lonchera Juice Bar. (Cortesía William Cordero)

“Vivimos momentos de mucha tensión. No tenemos ninguna protección. Por eso necesitamos que haya más patrullaje de la policía y otros tipo de recursos para protegernos. Cuesta mucho juntar una inversión para un pequeño negocio como una lonchera; y de verdad que los pequeños negocios somos el motor de la economía. Por eso no merecemos que nos hagan daño”.

A finales de abril, Ernesto Francisco, un vendedor de flores fue robado y atacado por una mujer en el área de Inglewood en Los Ángeles. Despertó tanto apoyo comunitario que logró reunir más de $17,000 en donativos de la comunidad tras el incidente. 

Por diferentes rumbos del estado, ya se ha vuelto muy común ver en los medios, reportes de violentos atracos contra los vendedores ambulantes. En marzo, en la ciudad de Fresno, Lorenzo Pérez, un vendedor ambulante de 45 años, murió tras ser robado y recibir un disparo en la cabeza. Le sobreviven su esposa y cuatro niños de 15, 13, 11 y 9 años.

 

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