Republicanos aseguran que el diálogo con Biden para aprobar el Plan de Infraestructura colapsó

Los diferendos entre los demócratas y los republicanos por el tema del Plan de Infraestructura que propone el presidente Joe Biden no han tenido un efecto positivo para que el plan tenga una aprobación bipartidista tal y como se había planteado desde un principio.

A pesar de que se han dado diálogos directos entre líderes de ambos partidos, así como una representante opositora para sostener una negociación directa con la Casa Blanca, no se ha llegado a un punto que les permita establecer una agenda en la que coincidan.

Incluso, los republicanos designaron a la senadora Shelley Moore Capito como su voz ante el presidente Joe Biden pensando en que ésta ha tenido una buena relación con los demócratas para sacar diversos acuerdos en el pasado, pero sencillamente ni ella ha podido destrabar el tema.

Moore Capito informó de forma pública las conversaciones sobre el Plan de Infraestructura con el presidente Biden colapsaron porque las dos partes diferían en los puntos  que constituyen la implementación del plan, pero en especial en lo referente al tema de su financiamiento.

En ninguna de las reuniones del presidente con la republicana, así como tampoco entre los líderes de los partidos en el Congreso, llegaron a un concenso sobre el monto que debería financiar el plan. El  tema presupuestal trajo como consecuencia el colapso al que alude Shelley Moore Capito.

Desde hace dos semanas se dio un diálogo directo entre la Casa Blanca y la republicana, pero ninguna reunión trajo buenos resultados, pues Moore Capito consideró que la propuesta de financiamiento es muy alta, en contraste, Biden externó que la republicana era muy baja.

Tras no llegar a un acuerdo, Joe Biden suspendió el diálogo el martes. Ante lo ocurrido la senadora republicana externó en una entrevista televisiva en Fox news, “al final, nunca llegamos al alcance de lo que es la infraestructura”. Moore Capito añadió que “el presidente todavía tenía en su plan elementos extraños que sentimos que no eran exactamente infraestructura física”.

En las negociaciones, el presidente Biden cedió a reducir la propuesta de $1.7 billones, originalmente $2.25 billones, que desembolsaría dinero para las áreas que los republicanos consideran infraestructura, pero también para cosas como autos eléctricos, mejora de los sistemas de ventilación y eficiencia energética de las escuelas, así como recursos para el cuidado de estadounidenses ancianos y discapacitados.

Del lado de los demócratas ya hay discrepancias por el tema, incluso el senador Joe Manchin, no concuerda con las posiciones de sus correligionarios, para que se apruebe el presupuesto de infraestructura del presidente. La idea demócrata es excluir a los republicanos, por lo que en un caso extremo Machin podría votar en contra de su partido.

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