Carolina Sarassa confiesa por qué vive este segundo embarazo entre la felicidad y el miedo
Y entre lágrimas confiesa que se siente culpable porque su hermana no pudo disfrutar a su padre como ella
Como te contamos, Carolina Sarassa espera su segundo bebé, un varoncito que llegará al mundo para hacerle compañía a su hermanita mayor Chloe. En exclusiva hablamos con la periodista de Noticias Univision, Edición Digital que nos confiesa, por qué vive este segundo embarazo entre la felicidad y el miedo.
Además habla de su hermana Sandra, la que se enteró que existía cuando era una niña y a la que conoció recién a los 27 años después de tanto buscarla. Hoy la elige de madrina de su segundo bebé y, con lágrimas, reconoce que siente culpa por todo lo que ella vivió y su hermana mayor no.
Una entrevista llena de verdad y sinceridad, de una Carolina como nunca antes la viste.
-¿Era algo que estaban buscando o los sorprendió?
Carolina Sarassa: Estaba buscando activamente desde que la niña cumplió 18 meses. Con Chloe me costó mucho el tema del embarazo, porque perdimos uno ya avanzado, entonces como que el tema de otra vez quedar embarazada, era como que otra vez pasar por ese tema de hacerse la ilusión, cuando uno ve ese examencito casero, y luego llegar que pase el tiempo y que no pase nada… Es como que no quería hacerme ilusiones, pero estaba muy emocionada. Compre nada más un paquete que trae 25 pruebas de embarazo. Como yo estoy amamantando todavía, eso crea una condición en la mujer, que lo que hace es que baje el nivel de fertilidad como al 6%. En diciembre mi esposo cumplió años y dijimos: “Bueno, vamos a relajarnos un poquito”, y yo creo que la relajada funcionó, un mes después voy al doctor, y sí me confirmó que estaba embarazada… Súper contenta, pero hasta como los 3 meses yo no quise como que hacerme medio ilusión porque no quería pasar otra vez por esa tristeza de que te digan: Estas embarazada y después ay no, ya no…
-¿Cómo transitas los embarazos teniendo ese recuerdo en tú memoria y en tú corazón?
Carolina Sarassa: Yo me dije, un segundo bebé seguramente ya voy a estar experta en el tema, y no voy a estar preocupada, pero estoy igualmente de preocupada que con Chloé, cada segundo me toco el estómago, y si no se mueve yo voy y me tomo agua con azúcar. Cada vez que voy al doctor tengo mil preguntas apuntadas, preocupación porque me encantaría que el estómago fuera, en vez de piel como algo de cristal para uno poder ver. Preocupada, ansiosa y agradecida con Dios, como que no creo todavía que me pudo haber mandado esa bendición de otra vez querer tanto a un niño como yo quiero a mi niña. Yo me muero por Chloé Sofía, yo doy la vida por ella, y dicen que el corazón como que se agranda, no puedo imaginarme querer a dos seres como yo quiero a esta niña, así que contenta pero con miedo.
-Creciste como hija única aunque tienes una hermana, y tú hermana va a ser la madrina de este bebé. Detrás de esta historia hay otra historia también de pruebas, de superación, que es como cerrar el círculo en esta decisión que tomaste.
Carolina Sarassa: Sí totalmente, yo creía que era hija única hasta los 7-8 años, nunca me habían dicho nada, de hecho mis papás siempre hablaban de adoptar una hermanita en Colombia porque yo era niña sola. De repente, llego un día del colegio, y me dice mi papá y mi mamá que querían hablar conmigo, que tenía una hermana… Pensé que mi mamá estaba embarazada, mi hermana tenía 18 años, era Sandra que había llamado desde España buscando a su papá.
Mi papá fue casado anteriormente y cuando mi hermana cumplió 12 años se peleó con la mamá de mi hermana, y en una discusión que tuvieron se fue del país, se fue a Alemania y él no supo nada de su hija por 16 años. A ella le dijeron siempre que su padre había muerto, a los 18 le dicen la verdad, que mi papá está vivo, que se llama Gustavo Sarassa y que vive en Colombia, entonces por las páginas encontró la casa y fue que llamó. Apareció mi hermana nos dio mucha emoción…
-¿Por qué no hubo encuentro en ese momento?
Carolina Sarassa: Estábamos muy mal económicamente, en ese momento mi papá había perdido el trabajo, en mi casa estábamos vendiendo todo, vendimos el radio, el comedor, mi bicicleta, estábamos yéndonos a una casa más chiquita y no pudo mi padre viajar a España. Ella estaba embarazada en ese entonces, se iba a casar y quería que mi padre fuera. Él estuvo bajo esa presión de o le doy comida a mi niña de Colombia o conozco a mi otra hija, y no fue. Al no ir mi hermana se molestó y otra vez se desapareció y nunca más supimos de ella. Cuando yo cumplí 21 años, me gradué como periodista y trabajaba para la oficina de comunicaciones de la playa en Miami Beach, y está historia de mi hermana se la contaba a quién podía con la ilusión de que alguien algún día pudiera ayudarme. Se la conté a un jefe me dijo: “Mira, tengo un amigo que es policía en Barcelona, y podría averiguarnos”… Hay una chica de apellido Sarassa que tiene un barcito a las afueras de Barcelona, te voy a dar su dirección y le escribes… A mí me encanta escribir, empecé la carta: “Hola, yo soy Carolina, no sé qué decir, no sé qué escribirte pero creo que soy tu hermana menor”…
-¿Respondió?
Carolina Sarassa: Pasaron varias semanas y me llamó, ella no quería saber nada de mi padre. Pude viajar y fui a España a conocerla, ya es una mujer grande, con dos hijos, fui como que la embajadora de mi papá para que ellos dos pudieran hablar. Finalmente, hace como 7-8 años ella decidió venir aquí a los Estados Unidos, a Los Ángeles, y a mi padre lo sorprendimos, le apagamos las luces de la casa y cuando mi hermana llegó le dijimos: “Papá cierra los ojos”… Ahí estaba mi hermana y su niña chiquita que había nacido, entonces conoció a su hija y conoció a su nieta que tiene Síndrome Down, y creo que esa niña ha traído a la familia, le ablandó a mi hermana el corazón. De ahí hemos tenido relación, pero vive en España, y yo vivo en Estados Unidos, y obviamente el tema de la pandemia, no es tan fácil decir me voy a España el fin de semana.
-¿Por qué la madrina de tu bebé?
Carolina Sarassa: Mi hermana de una forma u otra se ha sentido como que: Yo tuve a mi papá, ella no lo tuvo, yo conozco a un Gustavo que es un hombre, cariñoso, amable, ella no lo conoce, entonces como que ella sea la madrina de mi hijo, que se sienta parte de lo que es, en mi casa siempre ha habido una foto de ella en la sala, pero ella tal vez no se siente parte de, entonces oficialmente convertirla en la madrina de mi hijo, es como cerrar, como dices tú, ese círculo.
-Te vimos darle la noticia en ‘Despierta América’, ¿cómo fue el después, cómo fue esa noticia o esa aceptación en la intimidad?
Carolina Sarassa: Me dijo exactamente lo que yo pensaba: “Yo no sabía y quería asegurarme que había un espacio para mí en tu corazón”… Fue muy bonito, es una mujer muy seria, demasiado seria, yo soy todo lo contrario, pero ella no te dice te quiero, para que te dé un beso hay que rogarle, y como que vi una hermana emocionada, me escribe todos los días, me pregunta cómo está el bebé, se involucra con el nombre, que todavía no sabemos cómo le vamos a poner, muy contenta, de hecho su otra hermana que no es hermana mía, me escribió a decirme que no veía a Sandra sonreír desde tanto tiempo, yo estoy my contenta, quiero que ella sea la madrina y que mi sobrino grande de 27 años sea el padrino.
-¿Cómo piensas ser con estos hermanitos?
Carolina Sarassa: Yo quiero que ellos sean muy felices, yo fui una niña muy penosa, muy retraída de chiquita, no sé como hago este trabajo porque me moría de la pena de pararme frente a un grupo de gente, creo que tiene que ver con que mis papás fueron excelentes conmigo… No pedirles que sean perfectos, sino que sean felices. Con Chloé todo lo que ella quiera ser, si ella quiere cortar pelos seguro será la mejor estilista, si quiere ser ingeniera seguro que llegará a la NASA, pero como que dejarles muy en claro que ellos pueden ser lo que ellos quieran ser, que los voy a apoyar siempre y que sean felices. El otro día alguien me decía: “Yo en el colegio sacaba las mejores notas y seguro que ya me imagino a Carolina que en el colegio vas a pedir que te traiga una A”… Y sabes que no, yo prefiero que la maestra me llame y me diga: “Su niña la regañé porque habló toda la clase, pero la pasó súper bueno y me sacó una B”. Yo sufro por todo, a mí sino me queda perfecto el noticiero yo no estoy contenta, que yo no quiero así sean ellos, porque creo que la vida se van tan rápido que hay que disfrutarla, entonces como que parte de lo que estoy haciendo es tratar de cambiarme a mí para poderle reflejar eso a ellos.
-¿Y ellos en el vinculo de hermanitos?
Carolina Sarassa: Quiero que sean muy unidos, que tengan lo que yo no tuve. Siempre tuve mucha ilusión ver esas fotos de navidad que estaban el papá, la mamá, el tío, la tía, y en mi casa siempre hemos sido, papá, mamá, perro, gato y yo, como que siempre hemos sido tan chiquitos, pues ahora con el tema de la pandemia, nada más nosotros. Como tener ese apoyo, mis papás son como mis otros hijos, yo a mis papás los cuido en todo, y me gustaría compartir eso con alguien más y creo que parte de mi ilusión de tener un segundo bebé es esa, que uno en este país está muy solo, tengo a mi esposo aquí en Miami, mis papás y ya, y entonces el día de mañana yo faltó y tenga alguien con quien pueda contar siempre.
-¿Sientes que le debes algo a tú hermana, sientes culpa?
Carolina Sarassa: Sí, mucha… Si tú me dices quién es Gustavo Sarassa, para mí es el hombre más cariñoso, el hombre más entregado, el que se vino a Estados Unidos a limpiar pisos, a limpiar platos, a que en restaurantes le quemaran el brazo, a hacer lo que fuera… Yo trabajaba en un centro comercial y él limpiaba el centro comercial y me decía: “No Carolina, no me saludes si te da pena”. ¡Cómo me va a dar pena, ese hombre tan maravilloso, yo estoy orgullosa del hombre que tengo como papá!… Ella no lo conoció, entonces se perdió de mucho, él se perdió de una hija maravillosa y ella de un papá maravilloso y por más que yo le cuente, cómo puede vivir a través de mis vivencias, cómo puede ella entender eso.
Además al mismo tiempo como es injusto que este hombre hizo tanto por mí, ahora, por ejemplo, yo estoy contigo conversando y él está allá desde las 8 de la mañana cuidando a mi hija. Sus hijos no han tenido ese abuelo, entonces me siento como que yo tuve tanto y ella no tuvo a ese papá.
-¿Qué mensaje le quieres dar a Chloé y al niño para cuando ellos te vean, digan: “Wow, mira lo que mi mamá dijo ese día”?
Carolina Sarassa: Yo quiero que sepan que su mamá los quiere mucho, yo daría la vida por ellos… Mi mamá siempre me decía cuando me dolía la cabeza: “yo daría lo que fuera porque me doliera a mí”, y yo siempre pensaba qué exagerada y mentira, si es verdad, yo por Chloé, por el niño daría lo que fuera… Quiero que sepan que yo los quiero mucho, que todo lo que yo hago y dejo de hacer es por ellos, que son mi ilusión, son mi razón de vivir, que yo me levanto por la mañana pensando en ellos, me acuesto a dormir pensando en ellos, que cada historia en el noticiero ahora se me dificulta trabajar, porque cualquier historia que veo de un niño que le pasó algo inmediatamente tengo el nudo en la garganta y me toca desconectarme porque pienso en ellos. Ahora mi vida se transforma, Carolina no existe, soy la mamá de Chloé y del niño, a mí no me provoca irme con una amiga a tomarme un café a la esquina, a mí no me provoca irme de vacaciones sin ellos, como que espere tanto para tener hijos que ya creo que lo que tenía que hacer sola, ya lo hice, ya yo creo que yo vivo, que yo respiro por esos dos niños y quiero que lo sepan siempre.
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