La violencia por armas se dispara en el sur de LA con tiroteos y asaltos

Vecinos piden más vigilancia y presencia policiaca en los barrios pobres de latinos y afroamericanos

Gaudencia Gómez, comerciante en el sur de Los Ángeles dice que ellos solo quieren trabajar en paz. (Cortesía Joshua Montalvo)

Gaudencia Gómez, comerciante en el sur de Los Ángeles dice que ellos solo quieren trabajar en paz. (Cortesía Joshua Montalvo) Crédito: Cortesía

Rosa Patiño, sobreviviente de la violencia en el sur de Los Ángeles, atribuye el incremento de los actos criminales a las pandillas y drogas. 

“Yo vendo comida en la calle y hace dos años como a las 5 de la tarde, me tocó ver cómo un hombre picaba a un muchacho. Del susto al ver el chorro de sangre, yo solo grité ‘¡no!’. El agresor volteó y me asestó varias cuchilladas. Acuchilló en total a cuatro personas. Me mandó una semana al hospital”, dice en tono agitado porque hablar del tema, la altera al recordar el ataque que pudo costarle la vida.

Afirma que sin duda su agresor, quien ahora está en la cárcel, andaba bajo el influjo de las drogas. “Estos criminales están drogados. En sus cinco sentidos no se atreven. El problema es que atacan a gente inocente”.

El incidente ocurrió en las calles 46 y Broadway. “Dios nos proteja en esta nueva racha de violencia porque el peligro está a cualquier hora del día. Por la noche nomás se oyen los cristales de los carros caer. Y en la mañana la gente a la que robaron las baterías de los carros, anda preguntando si vimos a alguien y si hay cámaras?”.

La violencia se ha disparado a la par que la pandemia de Covid-19 desde principios de año. El subjefe del Buró Central del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), comandante Al Labrada reportó en sus redes sociales que los crímenes que involucran armas de fuego continúan en aumento.

“Del 28 de junio al 5 de julio, se reportaron 24 incidentes con 16 víctimas. El 41% fueron tiroteos y 34.7% homicidios”.

Mientras que de las 16 víctimas, 7 murieron trágicamente debido a las heridas. “La vida de 7 familias ha cambiado para siempre debido a la violencia por las armas”, afirma Labrada.

Hace unos días, este anciano fue asaltado en el sur centro de Los Ángeles. (Cortesía Joshua Montalvo)

Patiño urge al LAPD a aumentar el patrullaje en los barrios durante esta racha violenta. “También es muy importante que en una comunidad, donde la mayor parte es de habla hispana, los oficiales hablen español. Luego llegan a los llamados y lo primero que te dicen es, ‘no hablo español’. Es una tristeza que siendo policías latinos no hagan un esfuerzo por aprender el idioma de sus padres y abuelos. Si lo hablaran, nos podrían ayudar más”.

Joshua Montalvo, dueño de una tienda de osos de peluche gigantes y guitarras en las calles Broadway y Vernon, quien fue asaltado y golpeado en 2017, afirma que los robos están a la orden en el sur-centro de Los Ángeles. “Hace cuatro años, terminé en el hospital y todavía recibo terapias por los golpes que me dieron en la cabeza”.

Pero en estos momentos, dice que de nuevo se siente inseguridad en el ambiente. “Los ladrones están muy atentos a cualquier descuido. Hace unos días, como a las 5 de la tarde, en frente de mi negocio, fui testigo de cómo dos personas atacaron y robaron a un anciano. Le abrieron el párpado y la mandíbula para quitarle un sencillo radio y un reloj. Nada de eso valía la pena para que agredieran al señor como animales salvajes”.

Montalvo comenta que el sur-centro de Los Ángeles es un área hermosa por su diversidad cultural con una historia de supervivencia. “No es justo que en pleno 2021, muchos vecinos estén siendo víctimas de gente despiadada, sin corazón al prójimo que te roban los celulares, las baterías y catalizadores de los carros”.

Y cree que el aumento del crimen está asociado con la pobreza y la pérdida de negocios y hogares a causa de la pandemia. “Hay mucha tristeza en la calle por falta de ayuda. Faltan lugares donde obtener apoyo. El sur-centro es un área muy sufrida donde se vive la discriminación y la violencia en todos los sentidos. Con la pandemia, ante la falta de dinero, los problemas de violencia e  inseguridad se han disparado”.

Requieren de una mayor presencia policiaca en el sur de Los Ángeles. (Cortesía Joshua Montalvo)

Preocupado por la ola de violencia, Montalvo dice que cerrará su pequeño negocio a las 8 de la noche. “Yo cerraba a las 9:30 de la noche; y muchas veces hasta las 11 de la noche, pero con tanto asalto, ya me dio miedo”.

El pequeño comerciante propuso a las autoridades policiacas, poner estaciones de policía en puntos claves donde más han subido los robos. “Necesitamos más cámaras para grabar las calles. La mayoría de los delincuentes vienen en carros que nunca imaginarías. Antes llegaban en vehículos viejos. Hoy llegan en unidades nuevas con placas falsas”.

También pide a los policías que no se cansen. “Sé que en momentos difíciles han dado todo por protegernos. Necesitamos su ayuda. Juntos podemos hacer mucho. Solo queremos trabajar en paz en este humilde barrio que ha sido ensangrentado por mucho tiempo. Solo pedimos paz sin señalar a nadie”.

Miguel Jiménez, dueño de una imprenta en el sur centro desde hace 22 años, dice que estamos volviendo a ver la violencia que imperaba hace 15 o 20 años.

“Se había calmado, pero hemos visto un incremento desde la mitad de la pandemia. Para mí, el origen tiene que ver con la mucha gente que han sacado de la cárcel con pocos crímenes porque yo he vuelto a ver esas caras conocidas por aquí por el barrio”.

Pero también atribuye la inseguridad, al aumento de la población desamparada. “Entre ellos se cuelan muchos criminales. Y aquí más que la policía, las autoridades de la Ciudad de Los Ángeles deben hacer algo porque por ejemplo hay carros estacionados que al parecer son lugares donde se distribuye droga. Tenemos un vehículo de una persona desamparada permanentemente estacionado, donde siempre llegan muchos muchachos en bicicleta, al parecer a surtirse de algún tipo de droga”.

Por las noches, dice que no sabe si lo que escuchan son cohetes o balazos. “Gracias a Dios nosotros no hemos sido víctimas de un asalto, pero porque estamos atrincherados. Atendemos a los clientes a través de vitrinas. Pero eso sí, recientemente nos han robado al menos tres veces las propinas porque el bote para recibirlas, lo tenemos por fuera de las protecciones. Además se roban lo que pueden que esté a la vista”.

Policía de Los Ángeles con armas
La violencia por las armas crece en Los Ángeles. (Getty Images)

Desde marzo, un reporte de la Universidad del Sur de California (USC) confirmó la tendencia alarmante de la violencia en Los Ángeles este año. Los homicidios se han incrementado en un 25% en toda la ciudad, pero se ha resentido más en los barrios pobres como el sur de Los Ángeles donde viven latinos y afroamericanos, con un alza de 50% en los asesinatos con relación al año pasado.

Johnny Andrade, presidente del Comité de Vecinos del Sur-Centro de Los Ángeles, dice que son diferentes factores los que han provocado el resurgimiento de la violencia como el aumento de los desamparados, las pandillas y la falta de empleos para los jóvenes.

No tenemos suficientes trabajos para mantener a nuestros jóvenes ocupados. Necesitamos más recursos para que los muchachos puedan seguir adelante sin la tentación de robar y hacer cosas negativas”.

Pero también reconoce que se necesita más patrullaje y presencia de la policía en los barrios. “Sé que hay un proyecto para que grupos comunitarios los apoyen en la vigilancia, pero qué pasa si no saben reaccionar a un homicidio, a un robo o a una violación. Necesitan entrenamiento”.

El comandante Al Labrada pide a la comunidad participar con sus voces para demandar más servicios policiacos. / foto: Aurelia Ventura.

Proliferan las armas

El comandante Labrada señala que la violencia tiene que ver con que hay más armas en la calle y su uso ha subido desde el año pasado.

Se trata de armas construidas en casas y garajes por individuos con el propósito de lastimar y matar. Son pistolas fantasmas que no tienen un número de serie”.

Como resultado, dice que hay más balaceras. “Se balacean entre los mismos pandilleros. Se pelean y sacan la pistola. Pero también hemos visto tiroteos en autopistas y estacionamientos”.

Considera que el incremento de la violencia está asociado asimismo con que muchos servicios para los jóvenes o personas con adicciones a las drogas, dejaron de ofrecerse durante la pandemia y no han continuado.

“También tiene que ver con la gente que ha salido de las cárceles; y en muchos casos se han eliminado los cargos contra los pandilleros y ya no hay consecuencias para sus actos delictivos. Todo eso ha hecho que suba el crimen”.

Tampoco ayuda que tienen menos oficiales. “Antes había 10,000. Ahora contamos con 9,300. Se han pensionado 700 y no se han contratado nuevos oficiales”.

Para resolver esta situación de violencia, es importante que la comunidad participe y se haga escuchar. “Entiendo que hay mucho temor de reportar delitos y trabajar con la policía por la migración. Pero no trabajamos con migración y muchos residentes no saben eso”.

El subjefe del Buró Central del LAPD, dijo que es muy importante que los vecinos demanden los servicios policiacos que se merecen.

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