Así son los políticos que AMLO quiere ver en la silla presidencial
Al asegurar que no se va a reelegir en la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador dice que a diferencia de los tiempos del PRI “el tapado ya es historia” por lo que ya adelantó algunos nombres de sus posibles sucesores.
MEXICO.- El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador difuminó con una breve declaración los temores de sus detractores: “No me voy a reelegir”, dijo en conferencia de prensa. No era la primera vez que tocaba el tema, lo hizo el mismo día que tomó posesión en la Cámara de Diputados en diciembre de 2018 y lo ha repetido alguna vez a lo largo de su mandato.
Pero esta última ocasión a principios de julio metió una bomba uolítica.
Dio los nombres y apellidos de algunos de sus colaboradores cercanos que podrían sucederle, ocupar su lugar si se juega el puesto en las urnas como candidato de Morena en 2024 y esto depende de AMLO porque su influencia en el partido es absoluta.
La lista de personajes significa también un mensaje para la oposición que tendrá que ir preparando sus propios cuadros para hacer frente a la alta popularidad del presidente. Todavía.
La aprobación de Andrés Manuel López Obrador es actualmente del 58% en junio, de acuerdo con la más reciente encuesta de Mitofsky, la misma casa encuestadora que auguró el triunfo del mandatario mexicano.
En datos de otra medición “mundial” que presumió el presidente el día de su segundo informe de gobierno, su popularidad es del 66%. Esa consultora estadounidense, Morning Consult, lo ubica en segundo lugar global, por arriba de Joe Biden y sólo por debajo de Narenda Modri, el presidente indio (67%).
En ese contexto, el analista político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Nicolás Loza, considera que, independientemente de su perfil, “a quien apoye el presidente tendría muchas posibilidades de ganar” porque las simpatías de Morena alcanzarán para otro sexenio.
“No importa los escándalos que le rodeen o lo que hagan, si Andrés Manuel López Obrador lo apoya, sería victorioso”.
AMLO explicó que, a diferencia de los tiempos del PRI, “el tapado (favorito del presidente) ya es historia” y ya ningún político tenía que esperar hasta que el final del sexenio del presidente en turno para que se supiera el nombre de los presidenciables. Así se adelantó tres años en el entendido de que, al final de cuentas, quienes decidirán serán los votantes.
“¿Quiénes pueden sustituirme? Dijo: Claudia: Sheimbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón De La Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Rocío Nahle… “Hay relevo generacional para avanzar en la transformación”.
¿Quienes son ellos? Aquí presentamos sus perfiles de acuerdo al orden en que él nos enumeró.
Claudia Sheimbaum (CDMX,1962)
Licenciada en química y maestra en ingeniería energética, la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México es una de las favoritas de AMLO para sucederle, el primer nombre que le vino a la cabeza al mandatario cuando en una periodista le pidió hablar de sus posibles relevos.
Ella dice que le empezó a interesar la vida pública desde que sus padres la llevaban a mítines políticos, aunque no comenzó a rondar al sistema hasta que se acercó a la izquierda a través de Cuauhtémoc Cárdenas, el cuatro veces candidato presidencial y también alcalde de la capital mexicana.
En el 2,000, López Obrador la nombró encargada de medio ambiente en la ciudad. Así comenzó a lidiar con asuntos del gobierno que la golpeaban directamente como la construcción del segundo piso de una de las principales avenidas de la ciudad que promovía el uso del automóvil. Ella apoyó el proyecto a pesar de ser una científica especializada en medio ambiente.
Cuatro años después, en 2004, se divulgaron videos de colaboradores de López Obrador en situaciones embarazosas. En uno se veía a su secretario de Finanzas jugar dinero en Las Vegas; en otro, René Bejarano, la mano derecha de AMLO, recibía dinero de un constructor y también se supo que el esposo de Sheimbaum, Carlos Imaz, había estado en las oficinas del corruptor.
La mujer sobrevivió a ese escándalo y hasta gobernó un municipio de la CDMX (Tlalpan), donde lsismos de todo tipo la sucedieron: en 2017, un terremoto derrumbó varios edificios, entre ellos un jardín de niños que mató a varios niños, y recientemete, ya al mando de la ciudad, se cayó la línea 12 del Metro por una mala construcción al que no demandará a cambio de que arregle las cosas.
Francisco Moreno, analista político, observa que Sheimbaum es consentida del presidente por “su sumisión absoluta. “Le entregó, por ejemplo, el control de los programas emblema que manejaba la ciudad de México: la pensión universal de adultos mayores, Becas Prepa Sí y apoyo a Personas con Discapacidad”.
Marcelo Ebrard (CDMX,1959)
El actual canciller mexicano tiene como mérito mayor en la carrera presidencial el haber cedido a sus intensiones presidenciales en dos ocasiones, 2006 y 2012, a favor de Andrés Manuel López Obrador; la segunda ocasión tenía posibilidades de hacerle sombra al hoy presidete o, por lo menos, ruido.
En ese tiempo, como jefe de gobierno de la Ciudad de México había sido galardonado como el Mejor Alcalde del Mundo por la Fundación City Majors, y en 2012 fue nombrado Presidente de la red global de Ciudades Seguras por de programa ONU-Hábitat por su su trabajo como secretario de Seguridad Pública de AMLO: logró una disminución de los delitos del 9.2%.
Cosmopolita, estudió Relaciones Internacionales en el Colegio de México, una de las de mayor prestigio en el país; hizo una especialidad en administración pública la Ècole Nacionale d’administration en París, Francia.
Habla fluido español, inglés y francés e inició su carrera política como secretario de Gobierno de Manuel Camacho Solís, un político que estuvo siempre en las listas de presidenciables. En su circulo actual de poder se encuentra el líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Dante Delgado y tiene la simpatía de intelectuales que lo consideran “un hombre capaz”.
Marcelo Ebrard está casado con la ex embajadora de Honduras en México, Rosalinda Bueso en un tercer matrimonio; anteriormente fue esposo de la actriz Mariagna Prats y de una ex compañera del colegio, Francesca Ramos con quien tiene tres hijos.
La casa encuestadora México Elige concluyó unos días antes de que AMLO mencionara a Ebrard que éste “arrasaría” si fuera el candidato de Morena para el periodo 2024-2030.
Tatiana Cloutier (Sinaloa, 1964)
Hija de Maquío, el mítico líder panista Manuel Cloutier que murió en un misterioso accidente de tránsito y pasó de ser un ex candidato presidencial a un símbolo de la batalla de un partido de oposición para sacar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó unilateralmente y sin rivales durante 70 años del siglo pasado.
El perfil de Tatiana Cloutier llamó la atención porque pasó del ala política de derecha a la izquierda en un giro radical que la llevó a distanciarse de la familia. Ya son míticas las peleas recurrentes en la red social Twitter con su hermano Manuel.
En uno de los últimos enfrentamientos el motivo fue la salida del empresario Alfonso Romo del gabinete de AMLO. El varón dijo que “fue por el golpeteo a la iniciativa privada” y ella respondió que el comentario “estaba lleno de frustración”.
Como sea, ella ha escalado en la 4T y actualmente es la Secretaría de Economía con un papel primordial porque es una de las responsables de dar seguimiento al nuevo Tratado México Estados Unidos, Canadá (T-MEC) que, entre otras cosas, busca hacer un convenio sólido de trabajo temporal con Estados Unidos al estilo del actualmente existe con Canadá y evitar abusos en la migración indocumentada.
Al ser una entusiasta del T-MEC al que describe “como un poderoso motor de la recuperación económica en América del Norte” tiene de su lado las simpatías de un grupo poderoso del poder estadounidense.
Esteban Moctezuma (CDMX, 1957)
Aún no cumple un año como embajador de México en EU pero Esteban Moctezuma Barragán, ya está en otro paquete político: como un presidenciable más.
Lo cierto es que la carrera política de Moctezuma es larga. Antes de convertirse en diplomático, un cargo al que llegó por decisión de AMLO (no por el servicio profesional de carrera), fue secretario de Educación Pública, un cargo al que saltó desde Grupo Salinas, donde trabajó durante 16 años.
Algunos politólogos afirman que Moctezuma hace el papel ojos, oídos y brazos de Riardo Salinas Pliego, uno de los empresarios consentidos de la 4T.
Lo cierto es que este economista graduado en maestría por la Universidad de Cambridge y abogado de la UNAM había estado en la política durante mucho tiempo como miembro del PRI.
Su carrera comenzó en el sexenio de Ernesto Zedillo como titular de la Secretaría de Desarrollo Social y como secretario de Gobierno, donde fue parte del equipo de negociaciones con el movimiento indígena insurgente EZLN.
Rocío Nahle (Zacatecas, 1964)
La Secretaría de Energía es punta de lanza de las políticas nacionalistas del presidente en materia energética. Su formación profesional es totalmente mexicana: Ingeniera Química con especialidad en Petroquímica por la Universidad Autónoma de Zacatecas, diplomada en la UNAM y en la Universidad Veracruzana.
Impulsa la independencia energética del país basada en la apuesta de la producción de petróleo y carbón a pesar de las tendencias internacionales hacia la energía limpia.
Desechó certificados de energía limpia que iban a incentivar la generación de ésta en el país, bloqueó la inversión de capital privado en la generación eléctrica con tecnología menos contaminante y más eficiente y dio prioridad a centrales obsoletas, viejas, contaminantes y a combustibles que son los deshechos de las refinerías y que sueltan azufre, dicen los ambientalistas.
El año pasado, esta ex diputada y senadora fue blanco de varias críticas por el papel que jugó México ante la reunión de la OPEP cuando votó en contra de la reducción de producción para frenar la caída de los precios y la sobreproducción. La organización pedía este país que redujera 400,000 barriles y ella sólo aceptó 100,000.
“Ahí se vio que no cuenta con la autoridad requerida para tomar las decisiones que el resto de los ministros de energía del mundo sí tenía”, dijo el director de Ombudsman Energía, Paúl Alejandro Sánchez.
Juan Ramón de la Fuente (1951)
Este político de formación médica siquiátrica estaba tranquilo en su despacho como secretario de Salud en 1999 cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo lo promovió como rector de la máxima casa de estudios del país.
Era un momento clave: la UNAM enfrentaba una de las más largas huelgas por el intento de las autoridades de imponer cuotas de pago por inscripción y los estudiantes tomaron las instalaciones.
Su rectoría finalmente significó el camino para consolidar a la universidad como una de las pocas instituciones profesionales del mundo que son gratuitas. Durante su gestión, que duró hasta el 2007, logró que el campus Ciudad Universitaria fuera reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad
Desde ese año es parte de la Junta de Gobierno de la Universidad de Naciones y del Consejo de Naciones Unidas y un personaje en la mira positiva del presidente.
A pesar de que no está afiliado a Morena ni a ningún partido, anteriormente se le ha considerado como “presidenciable” en un bloque de izquierda unificada. “Es un personaje que no aparece como favorito para competir en la nominación ni está en campaña, si fue nominado por el presidente es por su trabajo, a pesar de estar a distancia, en NY, y favorece la imagen de México”, observó el periodista Arturo Zárate, quien ha seguido la carrera de De la Fuente en diversos medios de comunicación.
Los otros
En las menciones del presidente quedaron excluidos el diputado Gerardo Fernández Noroña y el senador Ricardo Monreal, ex gobernador de Zacatecas, quienes no ha tenido problema en pregonar sus pretensiones de ser candidatos presidenciales de izquierda.
En días recientes Monreal convocó a una conferencia de prensa en la que pidió “piso parejo” (igualdad de condiciones) para competir.
José Manuel Urquijo, estratega político por la Universidad George Washington, observó en estas inconformidades el reto que enfrentará Morena. Puesto que, si bien la decisión de la sucesión presidencial la tomará López Obrador como líder moral, el partido corre el riesgo de dividirse.
“Las fracturas que puedan generarse en estos tres años pueden ser determinantes para mover la balanza interna de Morena”.
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