Inyector de gasolina: qué es y cómo funciona

Los inyectores son válvulas que han sido diseñadas para alimentar el motor con el flujo de combustible adecuado, garantizando no solo su buen funcionamiento, sino también mayor rendimiento y eficiencia de la gasolina almacenada en el tanque, algo que disminuye la cantidad de emisiones en autos de combustión interna. Pero los inyectores no operan por sí solos, necesitan de la Unidad de Control del Motor (ECU), un dispositivo electrónico que les ordena qué hacer y que, además, es responsable de varios sistemas asociados al motor, labor que lleva a cabo a través de sensores.

Los inyectores funcionan por la presión del combustible que se aloja en su interior. Cuando esta presión es la adecuada, la ECU envía una señal para llevar el combustible desde el depósito hasta estas pequeñas piezas responsables de impedir que el mismo entre a la cámara de combustión en estado líquido. Esto se debe a que la punta de aguja de los inyectores está diseñada para pulverizar o atomizar el flujo de gasolina, pero también para permitir el retorno del combustible no usado en cada turno que el sistema alimenta al motor.

Solo la ECU, a través de sus sensores y el constante monitoreo del motor, es capaz de activar o desactivar los inyectores cuando sea necesario. La cantidad de gasolina que entre al motor va a depender de muchos factores, entre ellos el desempeño del conductor, pero gracias a este sistema siempre será acorde a las exigencias de la marcha. No obstante, siempre pueden existir algunas excepciones derivadas de pequeñas fallas en algunos componentes del auto, incluidos los inyectores, los cuales pueden dañarse por ciertas causas y dejar de funcionar correctamente. Afortunadamente, los inyectores son piezas muy duraderas que, normalmente, solo necesitan de una limpieza profunda cuando presentan fallas.

En el mercado existen distintos tipos de inyectores, los cuales están asociados a la labor que vayan a realizar o al tipo de mecanismo que emplean para distribuir el combustible en la cámara de combustión. Además de inyectores de gasolina, existen inyectores de diésel, de gas, también inyectores electrónicos, continuos, de inyección directa, de alimentación lateral o alimentación superior, de aguja (uno de los más comunes) o de bola. Sus orígenes se remontan a 1858, cuando este tipo de sistema fue usado para el procesamiento de otros tipos de fluidos, pero estos dispositivos comenzaron a tener un uso automotriz con la intención de reducir las emisiones contaminantes a partir de 1990.

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