Miembros del centro para personas mayores en el este de Los Ángeles temen ser desplazados
Hay conversaciones para compartir el centro con otras actividades, pero sin afectar los horarios de los abuelitos, dijeron autoridades del condado de LA
Después de 17 meses de estar cerrado por la pandemia del covid-19, el centro de personas mayores Joseph Vásquez del parque Rubén Salazar en el este de Los Ángeles abrió sus puertas el lunes.
Sin embargo, sus más de 200 miembros recibieron la preocupante noticia de que el centro podría convertirse en un lugar multiusos, de acuerdo a representantes de Parques y Recreaciones del condado de Los Ángeles.
El centro de personas mayores ha sido un icono de la comunidad por décadas y desde hace más de 36 años, bajo el liderazgo del voluntario Chris Mojica, el centro ha progresado en los servicios para sus longevos miembros.
Mojica, de 90 años, dijo que hace casi cuatro décadas cuando llegó al centro comenzaron a hacer recaudaciones de fondos para ofrecer más servicios y actividades a las personas mayores.
“Compramos artículos por nuestra cuenta… Compramos las mesas de billar, los muebles y demás”, dijo Mojica.
Agrega que lo que les preocupa ahora es que quieran quitar oficialmente el título de “senior center” (personas mayores) al centro Joseph Vásquez, el cual es un segundo hogar para los ancianos.
“Todo aquí estuvo cerrado durante la pandemia…, y un día vinieron y nos dijeron que este centro nunca ha sido un centro para personas mayores solamente”, explicó.
Esto le impresionó a Mojica ya que en 1983 bajo el liderazgo de la entonces supervisora Gloria Molina, el centro fue nombrado Joseph Vasquez Senior Center con una placa afuera que lo identifica.
Rosa Mejía Tolentino ha asistido al centro por más de 21 años y participa como voluntaria a la hora de ofrecer los almuerzos. Explica que está en desacuerdo de que el centro sea compartido ya que en algunas ocasiones en el pasado cuando lo han ocupado algunos padres de familia y niños lo dejan sucio.
“Los responsables de limpiarlo no lo hacen y nos toca a nosotros”, dijo Tolentino.
Tolentino contó que antes de la pandemia había clases de aerobics, acuáticos, bingo, clases de inglés, yoga y una vez a la semana hacían un evento para compartir comida que cada quien traía de su hogar.
“Aquí todos somos una familia”, añadió María Ruiz, otra miembro y voluntaria del centro por más de 10 años.
Ellos quieren que ahora que el centro ha reabierto después de casi un año y medio las actividades vuelvan a lo que eran antes de la pandemia.
No los desalojarán
Merci Santoro, directora adjunta de Parques y Recreación del Condado de Los Ángeles, aseguró que el centro de personas mayores no perderá su nombre ni mucho menos removerá a sus miembros.
Dijo que estará completamente dedicado a la programación para personas mayores de lunes a viernes durante 50 semanas al año, de 8 de la mañana a las 4 de la tarde.
Santoro agregó que las personas mayores si han mostrado su preocupación acerca de las actividades que sucederán después de las 5 de la tarde. No obstante, cerrar el centro a las 5 de la tarde y no hacer nada por la tarde les impide maximizar las oportunidades que deberían estar disponibles para la comunidad y el parque Salazar.
“Después de que hayamos completado nuestra programación para personas mayores, la comunidad debería tener la oportunidad de usar ese edificio para una clase de baile, un taller o algún otro tipo de actividad; [un lugar] para ayudar a nuestros niños y nuestras familias a tener un espacio donde puedan experimentar diferentes oportunidades”, subrayó.
Santoro indicó que previo a la pandemia el centro de personas mayores se utilizó en algunas ocasiones para ofrecer clases como artes marciales. Así que técnicamente no es un enfoque nuevo.
Agregó que la programación del parque Rubén Salazar está abierto de las 10:30 de la mañana a las 9 de la noche de lunes a jueves. Los fines de semana de 10:30 de la mañana a 7 de la tarde.
“Así que, aunque los programas para personas mayores pueden terminar a las 5 de la tarde todavía, estamos haciendo todo tipo de programas de recreación en el parque como deportes al aire libre, baloncesto, diferentes clases y actividades recreativas hasta las 9 de la noche”, indicó.
Santoro aseveró que las personas mayores no deben temer que perderán su lugar de congregación ya que está estipulado que, incluso, durante el horario del centro, solamente las personas mayores de 55 años pueden participar en los programas. No se aceptan a personas menores.
Explicó que actualmente no hay ningún programa que vaya a comenzar en el centro después de las 5 de la tarde, pero están trabajando para poder concretar actividades y esperan establecer confianza con los miembros del centro de personas mayores para trabajar juntos.
“Hay una junta asesora de personas mayores, ‘el grupo de Amigos del Parque Salazar’ con el que continuaremos reuniéndonos de manera constante para desarrollar la programación y las actividades”, dijo Santoro.
Por su parte, la supervisora Hilda Solís, quien representa el área del parque y con quien los miembros del centro de personas mayores están muy agradecidos, dijo que, mediante su abogacía, el estado asignó $2 millones para la restauración del parque Salazar incluyendo nuevos senderos y otras renovaciones.
“Para asegurar la continuación de los programas y servicios del parque, mi oficina aseguró fondos para puestos de personal permanentes de modo que no se interrumpiera ningún programa”, dijo Solís.
En total, se aseguraron $11.7 millones de dólares para programas, servicios y mejoras en el Parque Salazar, solo durante este año.
La supervisora Solís dijo que hay conversaciones para garantizar que el centro comunitario sirva eficazmente a los residentes del este de Los Ángeles, incluyendo los servicios para personas mayores, “que seguirán siendo el componente central de la programación que se ofrece en el parque Salazar”.