Cómo la gasolina afecta al medio ambiente

A pesar de que la industria automotriz se dirija a pasos agigantados hacia la completa electrificación, los motores a gasolina aún existen y siguen generando emisiones que perjudican al medio ambiente

Foto de una persona manipulando un motor de combustión interna

La gasolina es uno de los compuestos que más genera emisiones contaminantes. Crédito: Artem Podrez | Pexels

Según Rastreator, durante su combustión en un vehículo, la gasolina produce varios tipos de componentes altamente contaminantes: dióxido de carbono, monóxido de carbono, óxido de nitrógeno e hidrocarburos no quemados. Los primeros están íntimamente relacionados con calentamiento global, pero los otros se asocian con enfermedades respiratorias y de la piel por su efecto corrosivo, cuyas consecuencias terminan viéndose a largo plazo.

La gasolina que usamos actualmente deriva del petróleo y se obtiene de la refinación del mismo. Según ABC, se trata de un combustible compuesto por moléculas de carbono e hidrógeno y representa solo uno de los distintos compuestos que pueden ser extraídos en dicho proceso de refinación. Desde sus primeros usos a finales del siglo XIX, esta sustancia tomó el protagonismo porque representó, por sí sola, el principio de una nueva era. Fue responsable de la revolución generada por el motor de combustión interna, el cual era bastante inestable en sus inicios debido al estado prematuro de este combustible al que, más tarde, se agregarían aditivos para controlar su capacidad de detonación.

No obstante, la gasolina, que para ese momento histórico fue un combustible revolucionario asociado al progreso, en la actualidad representa uno de los compuestos más contaminantes, pero también uno de los más nocivos para la salud pública. A pesar de que en el pasado se prohibió la venta de este compuesto con aditivos basados en plomo, eso no fue suficiente para frenar el poder destructivo que este combustible ejerce a cambio de ofrecer energía.

En los últimos años, los vehículos eléctricos han dejado de ser una alternativa para convertirse en el futuro. Este fenómeno se acentuó muchísimo más con la pandemia por COVID que, a pesar de generar varios problemas en la industria automotriz como la escasez de chips, terminó acelerando el proceso de transformación energética que se había estado llevando a cabo lentamente desde hace algunos años años. Varias son las compañías que se han comprometido con electrificar su producción en un futuro próximo, pero en medio de todo este panorama prometedor existe una verdad: falta mucho para que se lleve a cabo esta completa transformación y se abandonen los combustibles fósiles como fuente de energía. Mientras tanto, los vehículos de combustión interna que trabajan con gasolina y otros fluidos siguen existiendo y siguen generando toneladas de emisiones al año.

También te puede interesar: General Motors: el retiro del mercado del Chevrolet Bolt EV le ha costado $800 millones a la compañía

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain