Mexicanos se mudan a la playa y pequeñas ciudades… ¡gracias al home office!

La Organización Internacional del Trabajo señala que el trabajo en casa en América Latina pasó del 3% en 2019 al 20% en 2020 por la pandemia de coronavirus y muchos mexicanos prefieren seguir en home office

Mexicanos se mudan a la playa y pequeñas ciudades... ¡gracias al home office!

Austreberto Miquirray de home office en su casa. Crédito: Austreberto Miquirray | Cortesía

MEXICO.- El primero en darse cuenta de las ventajas del home office fue Austreberto Miquirray. Al ser socio y presidente del consejo de administración de Construcciones de alta Calidad  para el Desarrollo Mexicano tuvo que tomar decisiones sanitarias en medio de la pandemia y reducir al mínimo la presencia física en las oficinas.

Así se quedó él, encerrado en un departamento de la Ciudad de México que le salía costosísimo, un tanto en soledad, sólo en contacto con la familia y sin ver a los amigos por miedo al contagio COVID-19, en desventaja porque apenas estaba librando la batalla contra el cáncer.

—¿Por qué sigo aquí si puedo estar en cualquier parte?— se preguntaba.

Y no era el único. Con el paso del tiempo, las empresas financiadoras de vivienda descubrieron que, debido a que las empresas del país optaron por cambiar sus esquemas laborales a modelos de teletrabajo, los mexicanos han pensado mejor dónde quieren vivir.

Bernardo Silva, director general de Yave, enfocada en financiamiento a la vivienda, lo confirma con datos duros: la pandemia abrió el camino para que muchos habitantes se mudaran del epicentro laboral del país que ha sido la Ciudad de México.

“Los principales lugares en donde estamos viendo que las personas han aplicado un financiamiento son Querétaro, Mérida, la Riviera Maya, Baja California Sur, Los Cabos y Guadalajara, en estas regiones es en donde nos han demandado mucho crédito”, explicó.

Están comenzado a buscar realizar una inversión en inmuebles lejos de la capital mexicana, tanto en nuevas ciudades metropolitanas como en otras que tienen como principal atractivo la playa”.

Autreberto Miquirray se mudó primero a Cuernavaca, a 90 kilómetros de la Ciudad de México, a un espacio propio, más grande, una casa con jardín y con mejor clima (por algo le dicen la ciudad de la eterna primavera) y los gastos de oficina se redujeron por mucho.

Pronto se unió su hijo, que es el actual presidente del grupo empresarial, e hicieron de Cuernavaca su centro de operaciones mientras los trabajadores se fueron a sus respectivas casas.

Como directivos, desde el estado de Morelos coordinaban las agendas de trabajo de la Ciudad de México, Baja California y Quintana Roo, donde tienen obras en desarrollo.

“Me di cuenta de que ya no necesito oficinas grandes, porque en la CDMX el número de empleados en oficina se redujo sustancialmente, pues ellos también hacen home office, total o parcial”, precisa. “Hubo locales de oficinas que de plano cerramos o las cambiamos a otros sitios mucho más pequeños”.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó recientemente que el 3% de los trabajadores en América Latina se encontraban bajo la modalidad de trabajo en casa en 2019; la cifra se incrementó en 2020 a pasar a 20% de los asalariados.

En el caso de México, la Encuesta regional 2020: ¿Cómo se transformó el ámbito laboral y familiar?, encabezada por la IAE Business School, detalló que previo a la pandemia solo 34% trabajaba de manera remota en tiempo completo y 10% algunos días de la semana, mientras que durante esta etapa la cifra incrementó al 68%.

El estudio observó que además los mexicanos destacaban regionalmente debido a que a 84% de las personas, aún con la emergencia, les ha gustado vivir la experiencia del teletrabajo.

Austreberto Miquirray cree que mantendrán el home office “en la medida de lo posible” a menos que el crecimiento de la economía les plantee circunstancias que los obligue a volver a modificar esta estrategia, “pero creo que la mantendremos en lo fundamental”.

En medio de la pandemia, Construcciones de alta Calidad  para el Desarrollo Mexicano descubrió que el crecimiento en la demanda de construcción en las playas se estaba incrementando por varias razones: porque el turismo, aunque en descenso, sigue en pie y por las mudanzas de los trabajadores para la hotelería y los home office.

“Nosotros ya teníamos inversiones en Baja California y Tulum pero ahora vemos que hay más demanda y vamos a tomar las oportunidades de construcción para satisfacer las necesidades de vivienda tanto de renta como para venta”, precisa. “En unos días me mudaré a Tulum”.

Los retos

Bernardo Silva, director general de Yave, explica este movimiento poblacional en la era COVID-19 de la siguiente manera: el monto promedio de financiamiento que se otorga a las personas va de entre dos millones de pesos (unos 100,000 dólares) y hasta cinco millones (alrededor de 250,000 dólares) y lo están pidiendo para ciudades con otros atractivos en la calidad de vida.

“La tendencia que se tendrá, al menos por lo que resta de este año y el siguiente, es que los mexicanos adquieran hogares en otras plazas que anteriormente no predominaban en el otorgamiento de financiamiento”.

En Querétaro, por ejemplo, la directora local de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, dijo que en el estado, vecino de la capital mexicana, llegaron en el último años alrededor de dos millones de personas procedentes de la CDMX en busca de vivienda.

“Es por cercanía con la capital del país, pero menos saturación; viviendas más grandes y un precios más bajos”, dijo.

El reto queda ahora para la capital mexicana y otras urbes hasta ahora poderosas por su retención del capital humano como Monterrey y Guadalajara. Los tres principales mercados del país, sufrieran una merma en la demanda del sector inmobiliario de oficinas en los últimos meses, según el informe Panorama del mercado inmobiliario de oficinas de la empresa Datoz.

Hay que recordar que el modelo híbrido de teletrabajo está para quedarse y la desocupación de oficinas va a seguir”, dijo Sergio Mireles, director de Datoz.

Nada es para siempre

A pesar de la realidad sobre las movilizaciones por el teletrabajo y por la cual el empresario Austreberto Miquirray se está mudando a la Riviera Maya, él considera que, a la larga, su compañía reconsiderará el modelo de Homeworking.

Lo que él observa es que los empleados tienen más bajo rendimiento y no hay garantía de que el empleado comprometa todo su tiempo en la parte de trabajo que le corresponde. Dice que es más difícil supervisarlos, que es posible que no tengan condiciones de trabajo adecuadas y no hay una separación saludable entre el mundo laboral, la familia, los compromisos sociales…

“Si no se cuenta con todas las condiciones que requiere para desarrollar su trabajo -qué es el caso de la mayoría de los hogares mexicanos-eventualmente entrará en crisis”.

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