Gasolina y diésel, cuáles son las diferencias

Aunque parezcan ser lo mismo, la gasolina y el diésel son dos combustibles distintos que exigen, además, sistemas de combustión diferentes

Foto de varios surtidores de gasolina y diésel en una estación de servicio

El alza del precio del petróleo está disparando los costos de la gasolina.  Crédito: David ROUMANET | Pixabay

Las diferencias entre la gasolina y el diésel son muy marcadas y provienen del proceso de elaboración de cada uno de ellos, en principio, para luego extenderse a su desempeño en motores de combustión interna. Según Repsol, todo inicia con el proceso de refinación de petróleo crudo, el cual es sometido a altas temperaturas para separar los distintos compuestos que contiene. Ese proceso se llama “destilación fraccionada”, nombre que responde a las distintas evaporaciones que experimenta el crudo a altas temperaturas.

La gasolina es el segundo compuesto que se extrae del petróleo crudo, luego que la nafta ha sufrido su evaporación. El diésel, al igual que el queroseno, se obtiene luego, justo antes de que la mezcla alcance su punto máximo de temperatura, el cual es ideal para extraer los aceites lubricantes. Pero no todo termina allí, cada uno de estos compuestos será sometido a otros procesos:

1. Una vez que es obtenida por fraccionamiento, la gasolina es sometida a craqueo, un proceso en el cual se vigilan las reacciones químicas del compuesto obtenido. A esta mezcla luego se le ajustarán los índices de octanaje para mejorar su calidad en un proceso llamado “reformado catalítico”. Al final, sigue un proceso de depuración para eliminar impurezas.

2. Por su parte, el diésel —conocido también como gasóleo o gasoil— una vez que se obtiene, puede ser sometido varias veces a un proceso de destilación para hacer la mezcla cada vez más ligera, de allí que se encuentren varios tipos en el mercado.

De acuerdo con Repsol: “Por norma general, tanto el diésel como la gasolina contienen aditivos que mejoran sus cualidades y prestaciones, con la finalidad de hacerlos más eficientes, menos contaminantes y más estables químicamente”. Esto sería una semejanza entre ambos, pero la diferencia más marcada la ofrecen los motores que se usan para cada uno.

El motor a gasolina es el motor de combustión interna por excelencia. Su marcha se inicia por la chispa que genera la bujía para encender la mezcla de combustible pulverizada en el interior de la cámara. Este proceso es el que genera la energía necesaria para mover el auto. En el motor diésel, no ocurre lo mismo. Según los expertos, este motor genera calor y será ese calor el responsable de producir la energía para la marcha, es por eso que el motor diésel es considerado un motor térmico.

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