Sindicatos y latinos encabezan el apoyo al gobernador Newsom
Si en la noche del 14 de septiembre el gobernador respira aliviado porque el plebiscito de destitución fue rechazado, será en gran parte gracias al apoyo que en las últimas semanas le prestaron los trabajadores de California, y entre ellos, los latinos
En los últimos días de la campaña contra la destitución del gobernador de California Gavin Newsom y faltando pocos días para el momento de la decisión, las últimas encuestas ofrecen un cuadro mucho más optimista que el que tenían pocas semanas atrás.
En julio, una encuesta del Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de California, Berkeley encontró que el 50 por ciento de los votantes probables querían quedarse con Newsom y el 47 por ciento quería derrocarlo, dentro del margen de error.
Newsom fue electo hace tres años con el 62% de los votos.
Es significativo que las encuestas no cuentan a todos los residentes, ni siquiera a todos los ciudadanos, sino solamente a aquellos que anunciaron que participarían en los comicios.
Es que los sondeos mostraron a los republicanos con alta motivación y propósito en esos días.
Del lado demócrata muchos no estaban enterados. Muchos otros sabían que se jugaba la gubernatura de California pero no estaban motivados a salir a votar. Su apatía y baja motivación era lo que daba la ventaja al lado republicano.
Pero la situación ha cambiado.
La motivación entre quienes sienten el peligro de que un extremista como el candidato a reemplazar Newsom, Larry Elder, llegue a gobernador ha subido.
¿A qué se debe?
En gran medida a la labor de los sindicatos, que con su poder de organización y convocatoria, se han convertido, una vez más, en paladines de la democracia.
Como ejemplo de su labor, el último domingo, 5 de septiembre, tuvo lugar un evento con la participación de líderes laborales, miembros de sindicatos y voluntarios de la campaña No a la Destitución. El mismo gobernador Gavin Newsom estuvo, así como Ron Herrera, presidente de la Los Angeles County Federation of Labor, AFL-CIO, la congresista Maxine Waters y Nury Martínez, presidenta del concejo municipal de la ciudad de Los Ángeles.
Precisamente es la Federación Laboral del Condado de Los Ángeles la que mediante la campaña No a la Destitución recaudó más de dos millones de dólares para un plan que incluye contactar a los votantes.
Con sede en cuatro oficinas dentro del condado – en Long Beach, Vernon, Pico Union y la ciudad de San Fernando – más de 1,100 turnos de voluntarios golpearon a 70,000 puertas – llegarán a 100,000 hasta el día de la elección-, hicieron más de 600,000 llamadas y hablaron personalmente con más de 33,000 personas.
De ellas, el 87% dijeron al término de la conversación que se oponían a la destitución del gobernador.
Esta federación presidida por Ron Herrera aglutina a 320 sindicatos que representan un total de 800.000 miembros.
Hay que notar que el apoyo a este esfuerzo de rechazar la destitución es importante dentro de la comunidad latina, como lo establece una encuesta llevada a cabo a mediados de agosto por BSP Research para Latino Media Collaborative.
Mientras que entre la generalidad de los entrevistados el 31% declaró abiertamente que votaría para destituir al gobernador, el número entre los latinos es de solo 18%.
De esta manera, si en la noche del 14 de septiembre el gobernador respira aliviado porque el plebiscito de destitución fue rechazado, será en gran parte gracias al apoyo que en las últimas semanas le prestaron los trabajadores de California, y entre ellos, los latinos.
Después de las elecciones, dijo Newsom, él no lo olvidará. La comunidad así lo espera.
Es que, como le dijo Newsom a un reportero de la cadena CNN: “Nadie sabe organizarse mejor que los trabajadores”. Porque, a juzgar por los ataques de Elder a los sindicatos – especialmente a los de docentes – la lucha de Newsom es también su lucha.
En California, los demócratas registrados superan a los republicanos casi 2 a 1. Joe Biden ganó el estado por 30 puntos. Y ante la alta motivación de los republicanos para hacerlo todo para debilitar al gobierno en esta era de pandemia, la labor de los sindicatos se demostró primordial.